Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 29 de mayo de 2002
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Política

Legisladores proponen que la Corte decida quién debe autorizar la salida de tropas

Se enfrenta Peyrot con senadores priístas por la participación de la Armada en Unitas 2002

JESUS ARANDA Y ROBERTO GARDUÑO

La Armada de México participará en la segunda fase de las maniobras Unitas 2002, a realizarse a finales de junio próximo, "si así lo autoriza" el presidente Vicente Fox, sostuvo en reunión con senadores el secretario de Marina, almirante Marco Antonio Peyrot. Sin embargo, debido a la "laguna legal" existente para regular la salida de tropas al extranjero, legisladores de los tres principales partidos (PRI, PRD y PAN) plantearon que sea la Suprema Corte la que resuelva quién tiene la razón o que se modifique la Constitución para precisar las atribuciones legales del Ejecutivo y del Congreso en la materia.

Al comparecer ayer Peyrot ante la Comisión de Marina del Senado, salió nuevamente a relucir la interpretación diametralmente opuesta que tienen el Ejecutivo federal (es decir Marina) y senadores de oposición -particularmente del PRI- respecto de la interpretación del artículo 76 constitucional fracción tercera, que establece entre las facultades exclusivas del Senado autorizar al Presidente para permitir la salida de tropas nacionales fuera de los límites del país, el paso de tropas extranjeras por territorio nacional y la estación de escuadras de otra potencia por más de un mes en aguas nacionales.

Los senadores priístas presentes, Michel Camarena, Miguel Sadot Sánchez y César Camacho Quiroz, dejaron en claro que es atribución de esa cámara conceder el permiso de salida, y que al no solicitarlo la Armada para participar en la primera fase de las maniobras Unitas 2002 que se realizaron recientemente frente a los costas de Colombia y Puerto Rico, en las que por primera vez intervino México, se había violado la Constitución.

Los senadores panistas, por su parte, en voz de Jorge Zermeño apoyaron la postura oficial en el sentido de que la Armada no requiere de permiso previo para salir del país y que la Constitución tampoco establece claramente que se requiera de una autorización de ese tipo.

Peyrot precisó que la reciente participación de México en las maniobras Unitas 2002 -en febrero pasado- tuvo como propósito obtener el entrenamiento y lograr la preparación adecuada para combatir con mayor eficiencia cualquier amenaza para la seguridad nacional.

Reconoció también que la dependencia a su cargo "no sólo carece de tecnología de punta, sino de los recursos económicos para su adquisición", por lo que resulta determinante participar en ejercicios multinacionales para asimilar doctrinas navales modernas que le permitan a la Armada contar con personal y materiales capaces de proteger la soberanía y los intereses nacionales.

Peyrot aprovechó para reprocharle a los legisladores la falta de recursos económicos para la dependencia -la cual en términos reales no recibió incremento alguno en su presupuesto para este año-: "la Armada debe estar preparada y capacitada para estar en condiciones de evitar lo que a lo largo de la historia ha ocurrido, como ha sido la pérdida de gran parte de nuestro territorio y las invasiones sufridas, que fueron resultado de la falta de medios, recursos y preparación, y sobre todo de responsabilidad histórica de los que en su momento decidieron no proporcionar es-tos medios para que las instituciones encargadas de mantener la soberanía cumplieran con su deber".

Visiblemente contrariado, Peyrot insistió en el porqué de su postura: "en estos momentos estamos violando la Constitución más de 20 veces todos los días". Altamar, precisó, es después de 12 millas un centímetro, "eso es altamar y estamos violando la Constitución si es que requerimos el permiso del Senado".

Y remató: "si se mantiene su interpretación -les dijo a los priístas-, no tendría la institución capacidad jurisdiccional de mantener nuestra soberanía, vamos a perder las islas de Guadalupe, Revillagigedo, Clarión, no podremos proteger la sonda de Campeche ni las riquezas petroleras que tenemos ahí, porque no vamos a tener capacidad de permanencia ni de vigilancia".

Las palabras de Peyrot recibieron airada respuesta del priísta César Camacho, quien lo criticó por su "expresión contumaz de violar la Constitución" y advirtió sobre los riesgos de que la Armada participe en la segunda fase de Unitas 2002 sin permiso: "perdón por lo coloquial, pero políticamente en este país el horno no está para bollos. Entonces le hago una respetuosísima sugerencia de evitar confrontaciones jurídicas y políticas con el Senado".

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