CUIDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Paro loco del SUTGDF
EL SINDICATO Unico de Trabajadores del Distrito Federal
inició una carrera desaforada por un callejón sin salida.
AUNQUE POR ley la organización sindical no puede
ir a la huelga o al paro, los líderes han dado la vuelta a la prohibición
legal y se constituirán en asamblea "informativa" durante tres días
para no prestar servicios a la ciudadanía.
LAS DEMANDAS sindicales que reivindican principalmente
los porcentajes del cobro de multas de tránsito y predial, que desde
los gobiernos priístas se otorgaban a algunos trabajadores, son
sin duda, y aunque no se quiera decir abiertamente, el punto principal
del conflicto.
CADA UNO de los puntos parece más que nada una
provocación. Es tan irreal eso de los 16 millones de pesos para
fiestas y peregrinaciones, en momentos en que el gobierno habla constantemente
de ahorros para beneficiar a los citadinos, que sólo se puede encontrar
la explicación en un acto por el cual se pretende hacer que el gobierno
responda con la fuerza a demandas tan descabelladas.
ASI QUE esa pretensión de los líderes sindicales
señala un plan, una estrategia bien montada por las plañideras
de la corrupción, cuyo costo en su momento pagarían nada
más los habitantes del DF y los trabajadores del sindicato.
ES FACIL caer en la tentación. El camino más
fácil es usar la fuerza frente a la sinrazón. Por eso las
formas que pretende adoptar el gobierno van de la mano con una solución
que por una parte impida al sindicato usar el chantaje como arma de lucha
y por otra mantenga los servicios en casi pleno trabajo.
SI FRENTE a la actitud sindical, es decir, este paro loco,
la autoridad construye acuerdos, perderá toda posibilidad de luchar
en contra de la corrupción hecha "usos y costumbres" en este organismo
sindical.
POR OTRO lado, es muy probable que de ésta Andrés
Manuel López Obrador salga fortalecido, eso si no hace caso a su
secretario particular, parte importante en este conflicto -ya les platicaré
mañana-, porque la gente entenderá que no es posible seguir
manteniendo los gravísimos privilegios de que gozó durante
años el sindicato que, se diga lo que se diga, sigue siendo priísta.
YA SE verá en poco tiempo cuál es el resultado
de este conflicto, construido con base en la necesidad política
del PRI de tratar de destruir al gobierno perredista y, desde luego, mantener
a la clientela donde siempre la ha tenido, en las filas de la corrupción.
MUCHAS COSAS habrán de saberse durante este día,
por ejemplo, la eficacia de los 60 mil trabajadores de estructura del gobierno
que ocuparán los lugares de los paristas que, entre otras actividades,
dejarán de recoger las 11 mil 850 toneladas de residuos sólidos
que produce la ciudad cada día.
PERO MAS que eso, el peligro que representa no prestar
servicios médicos en los hospitales del gobierno de la ciudad, a
los que llegan los más pobres, deberá hacerse sentir como
la indolencia que produce la lucha por mantener intacta la corrupción.
HOY, ENTONCES, se podrán probar muchas cosas en
la ciudad. Otras ya tocaron fondo.