Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 27 de mayo de 2002
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Mundo
Plantea una mediación internacional para terminar con 40 años de conflicto armado

El derechista Alvaro Uribe gana por mayoría la presidencia en Colombia

Obtuvo 52.9 por ciento de votos contra 31.8 por ciento de Horacio Serpa, su más cercano rival

AFP, REUTERS Y DPA

Santafe de Bogota, 26 de mayo. El independiente de derecha Alvaro Uribe, el hombre que conquistó al electorado con su oferta de mano dura para acabar con los grupos armados, fue electo este domingo presidente por mayoría absoluta, y en su primer discurso planteó una mediación internacional para dialogar por la paz y acabar con cuatro décadas de conflicto.

Uribe obtuvo 52.9 por ciento de los votos contra 31.8 por ciento de su más cercano rival, el liberal Horacio Serpa, en lo que supone un duro golpe a los tradicionales partidos Conservador y Liberal.

Poco después que se oficializara su triunfo electoral, con más del 50 por ciento necesario para evitar una segunda vuelta, Uribe anunció que "mañana a primera hora empezaremos a trabajar para apelar a una mediación internacional, con objetivo preciso, con mandato determinado, para buscar el diálogo con los grupos armados al margen de la ley, sobre la base de que se abandone el terrorismo y se facilite el cese de hostilidades".

El líder del Movimiento Primero Colombia y disidente del Partido Liberal añadió que "los grupos violentos, todos, estamos hechos de esta carne y de estos huesos del alma colombiana. Han derrochado, han perdido muchas oportunidades para la paz.

"Los grupos violentos deben saber que estamos como demócratas ratificando una oferta: construyamos seguridad democrática para que ellos puedan acariciar la idea de abandonar los fusiles, de hacer política sin armas, y sin que los maten. Trabajemos ese sueño, pero, por favor, hay que dar una señal inequívoca de respeto, de afecto y de alivio al pueblo colombiano", señaló el nuevo mandatario, quien ha propuesto aumentar el número de miembros de las fuerzas armadas para combatir a las guerrillas izquierdistas y a los paramilitares de ultraderecha.

Rodeado de su familia y miles de seguidores reunidos en un hotel capitalino, Uribe recordó a su padre, asesinado hace 19 años en un intento de secuestro por parte de la guerilla; rindió homenaje al histórico dirigente liberal Jorge Eliécer Gaytán, cuyo asesinato dio origen al bogotazo y derivó en el periodo conocido como La Violencia, que provocó unos 120 mil muertos entre 1948 y 1953.

El virtual presidente electo también evocó a los ex candidatos presidenciales asesinados, el liberal Luis Carlos Galán y el ex guerrillero Carlos Pizarro.

También llamó a sus rivales en la jornada de hoy a unirse para trabajar por Colombia. Todos sus contendientes reconocieron su triunfo. El último en hacerlo fue Serpa, quien le deseó "mucha suerte" y anunció que nunca más aspirará a la presidencia del país.

Ninguno de los otros candidatos obtuvo más de 10 por ciento de los votos. Según el boletín oficial, con 98 por ciento de los votos escrutados, el izquierdista Luis Eduardo Garzón obtuvo 6.3 por ciento, la ex canciller Noemí Sanín 5.3 por ciento y la secuestrada candidata Ingrid Betancourt 0.5 por ciento, mientras la abstención alcanzó 54 por ciento.

El presidente electo ganó incluso en tres de los cinco municipios de la antigua zona de despeje del sur del país, que sirvieron como escenario para el frustrado proceso de paz, aunque perdió frente a Serpa en el municipo de San Vicente del Cagúan, el principal de los que conformaban aquella zona de 42 mil metros cuadrados.

La embajadora estadunidense en Colombia, Anne Patterson, fue la primera personalidad en acudir a la sede de Uribe para felicitarlo. "Creo que los colombianos han querido expresarse por medio de esta elección contra la violencia", dijo la diplomática de Estados Unidos, país que apoya con mil 300 millones de dólares el Plan Colombia de lucha contra las drogas y la insurgencia.

El arrollador triunfo de Uribe convalida sus propuestas de mano dura para enfrentar a las FARC, después del fracaso de tres años de negociaciones de paz del gobierno del conservador Andrés Pastrana, proceso que se rompió el 20 de febrero pasado.

Con esta victoria "hemos asistido prácticamente al final de las colectividades tradicionales y a la confirmación de que siete de cada 10 colombianos ya no creen en estos partidos", estimó esta noche el analista independiente Pedro Medellín.

Añadió que la votación obtenida por al candidato disidente del liberalismo "también marcó la sensibilidad de los colombianos ante el tema de la violencia y el frustrado proceso de paz del gobierno de Andrés Pastrana con la guerrilla de las FARC".

Incluso, el Partido Conservador no presentó por primera vez en su historia a un candidato a la presidencia y terminó apoyando a Uribe, quien tiene como compañero de fórmula al periodista Francisco Santos.

El virtual presidente electo, además de mano dura contra la insurgencia, ha prometido una reforma política y una lucha frontal contra la corrupción, otros de los problemas que preocupan a los colombianos.

Debido a su postura intransigente con la guerrilla, Uribe fue víctima de un atentado con explosivos el pasado 14 de abril, aunque escapó ileso. Las amenazas contra Uribe se hicieron extensivas al proceso electoral en general.

Preocupación de la OEA por las presiones de grupos armados

La Organización de Estados Americanos (OEA), que supervisó la campaña y la jornada electoral con una cincuentena de observadores, mostró en días pasados su preocupación por las presiones que las agrupaciones armadas irregulares ejercían sobre los votantes de diferentes regiones del país.

Serpa denunció en varias ocasiones a lo largo de la campaña electoral que los paramilitares realizaban "proselitismo armado" en favor de Uribe, a quien además calificó de lo "más granado del secante neoliberalismo económico".

Pero Uribe negó cualquier vínculo y, por el contrario, prometió combatir a los irregulares de ultraderecha, al igual que a la guerrilla, mientras se definió como "un demócrata con autoridad, un capitalista con conciencia social".

Por su lado, el izquierdista Luis Eduardo Garzón se convirtió en uno de los candidatos de esa tendencia más votados en la historia de Colombia, y este día dijo que si bien está dispuesto a trabajar con el mandatario, advirtió que su movimiento "hará oposición a la antidemocracia".

El principal desafío de Uribe, quien asumirá el 7 de agosto próximo por cuatro años, no sólo será hacer frente a un conflicto armado de cuatro décadas, que provoca anualmente unas 23 mil muertes y el desplazamiento de cientos de miles de personas, sino también a una delicada situación económica.

Precisamente en su discurso de esta noche, Uribe convocó a los organismos multilaterales a "comprender este difícil momento de la economía colombiana" y la "muy difícil situación de endeudamiento" de la quinta economía de América Latina.

Los seguidores del presidente electo lo definen como un demócrata con visión de Estado que pretende reivindicar el derecho a la vida y la seguridad, y como el único que puede poner fin a la violencia.

Pero sus opositores consideran que este abogado de 49 años encarna el espíritu revanchista que llevará a Colombia a una guerra total, pues su propuesta se reduce a "anular los efectos del conflicto, sin combatir las causas". Otros recuerdan denuncias según las cuales Uribe adjudicó licencias de aviación a narcotraficantes cuando estuvo al frente de Aeronáutica Civil.

Pese a estas acusaciones, el candidato de Primero Colombia pudo sortear las dificultades y transmitir una imagen de hombre calmado, disciplinado y trabajador.

"Voté por Alvaro porque es el único que nos ofrece una solución al temor y el sufrimiento que dominan nuestras vidas; hemos tenido suficiente de violencia, amenazas y asesinatos", dijo el jubilado Alberto Villamizar.

"Como país, hemos tenido un arma apuntando a nuestras cabezas durante los últimos 50 años, y es momento de quitarla. Alvaro propone una actitud fuerte contra las guerrillas, y creo que está en lo correcto", expresó a su vez Oscar Martínez, vendedor ambulante de 52 años.

Pero otros se mostraron más escépticos. "Voté por Serpa porque uno no se deshace de la violencia con más violencia", explicó Juan Carlos Bedoya, médico de 46 años.

Jornada violenta

La celebración de los comicios estuvo marcada por la violencia, que arrojó al menos 13 muertos entre guerrilleros y paramilitares en varias regiones del país, mientras que las autoridades -que movilizaron a 212 mil hombres- desactivaron ocho coches bomba.

El ministro del Interior, Armando Estrada, declaró que en relación directa con la elección, los problemas se presentaron sólo en cinco municipios del sur y el oriente del país.

"Son cinco los municipios en donde la jornada de votación no ha podido iniciar, porque las FARC destruyeron los materiales electorales. En el resto de todo el país se están celebrando las elecciones en completa calma", fue el reporte del ministro Estrada.

En un hecho sin precedente, las autoridades habían asignado a Uribe cinco lugares diferentes de votación, por razones de seguridad. El candidato llegó rodeado de un impresionante operativo de seguridad hasta uno de esos cinco lugares, la Plaza Bolívar.

Horacio Serpa, Noemí Sanín y Garzón también se movilizaron este domingo bajo estrictas medidas de seguridad, aunque no comparables con las que rodearon al favorito, cuya victoria ya adelantaban las encuestas.

Voto "simbólico" de Betancourt

La candidata Ingrid Betancourt, secuestrada desde el 23 de febrero por las FARC, seguía en carrera, en una campaña llevada a cabo por su madre y su esposo, quienes se acercaron a una urna con una foto de la candidata en tamaño natural, para depositar su voto simbólico.

Cerca de 24 de los 42 millones de colombianos habían sido convocados a elegir al sucesor de Pastrana.

Venciendo los pronósticos pesimistas sobre la abstención que causarían las amenazas de los insurgentes contra las elecciones, largas filas de votantes se vieron desde las primeras horas en los sitios dispuestos para sufragar, y fueron muchos los que no alcanzaron a depositar su voto cuando las autoridades anunciaron el cierre del proceso.

Aunque las cifras oficiales señalan que la abstención se ubicó encima de 50 por ciento, los analistas afirman que en esta ocasión lo que debe destacarse es la "decisión" de los ciudadanos.

"Realmente es más meritorio que los colombianos salgan a votar, haciendo frente a la intimidación", destacó un analista consultado por el canal privado RCN.

Cabe destacar que en Colombia el voto no es obligatorio, y tradicionalmente se reportan altos registros de abstención. Por ejemplo, en las pasadas elecciones de 1998, que ganó Pastrana, la ausencia de las urnas se ubicó en 52 por ciento.


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