Agitada presentación del libro Sangre de mayo, sobre la muerte de Posadas Ocampo

Carpizo quiere desviar la atención: Sandoval

Acusa el obispo al ex procurador de querer estorbar las pesquisas del asesinato

JOSE ANTONIO ROMAN

Las acusaciones de Jorge Carpizo en contra de la subprocuradora María de Luz Lima Malvido tienen el objetivo de desviar la atención en las pesquisas del asesinato del cardenal Posadas Ocampo, dijo el cardenal Juan Sandoval Iñiguez.

Pero sus acusaciones no pararon ahí, también arremetió contra los miembros de la jerarquía católica que legitimaron la versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR): los obispos Luis Reynoso Cervantes (finado) y José Fernández Arteaga, quienes representaron al presidente del Episcopado Mexicano en la comisión interinstitucional que revisó durante casi dos años las investigaciones. "Desde el principio de los trabajos estaban totalmente alineados con la explicación oficial", aseguró.

Las declaraciones fueron hechas durante la presentación, en la Casa Lamm, del libro Sangre de mayo, que defiende la tesis del complot en el asesinato del prelado. El acto se convirtió en una verdadera romería cuando en la primera participación del cardenal Sandoval -quien prologa el libro-, desde el público se levantó Francisco Reynoso, quien cuestionó casi a gritos su postura.

En medio de gritos de "šFuera! šFuera! šFuera!" de otro sector del público, Francisco Reynoso defendió la memoria de su tío obispo ya fallecido. Reprobó que estas acusaciones hechas por el cardenal Sandoval estén basadas sólo en "anónimos", y sostuvo que para hacer tales afirmaciones tenía que comprobarlas. Por momentos parecía que se llegaría a los golpes. Tras varios minutos, el sobrino del obispo Reynoso, junto con una decena de acompañantes, salió del lugar, en medio de empujones.

Ya afuera, en el patio, se escucharon los gritos de respuesta: "šCar-pi-zo! šCar-pi-zo! šCar-pi-zo!", que originaron el que una mujer, simpatizante del cardenal Sandoval, arremetiera con una bofetada a uno de los jóvenes acompañantes de Francisco Reynoso. El grito con mayor fuerza, que repetía incesantemente el apellido del ex procurador, fue la respuesta, con un en-frentamiento verbal que continuó hasta la calle.

"Como obispo de una comunidad católica ofendida y sucesor de la víctima", el cardenal Sandoval señaló que este 24 de mayo, noveno aniversario del asesinato de Posadas Ocampo, espera de la PGR un informe que responda a la verdad y que esclarezca este homicidio.

Ya sin la presencia del sobrino "incómodo", el cardenal Sandoval aseguró que la justicia mexicana está supeditada a la política y a los políticos. Sin embargo, señaló que sería lógico pensar que cuando ya hay una división de poderes en el país, el Poder Judicial sea totalmente independiente y se avance en las investigaciones del homicidio de su antecesor en la arquidiócesis de Guadalajara. "Esperamos que la justicia no se ajuste a la conveniencia de los políticos y de la política".

En su arribo al acto, en un automóvil BMW negro, el cardenal Sandoval no sólo se topó con una treintena de reporteros, fotógrafos y camarógrafos que ya lo esperaban, sino también con un grupo de personas que fueron defraudadas por la agencia de viajes Jubileo Roma 2000, quienes demandaban justicia al prelado, pues él, junto con autoridades eclesiásticas del Vaticano y del Episcopado Mexicano, dio el aval para su operación. En total son mil 200 personas afectadas, por un monto superior a los 300 millones de pesos.