Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 12 de mayo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  

Economía

La académica Eugenia Correa plantea la necesidad de reimpulsar la banca de desarrollo

La extranjerización bancaria desembocó en corrupción; sigue la crisis del crédito

Guillermo Ortiz se ha comportado de modo "irregular" al frente del BdeM, afirma

ANTONIO CASTELLANOS

La extranjerización de la banca no ha resuelto el problema de fi-nanciamiento en México y sí ha desembocado en escándalos de corrupción; por ello, la banca de desarrollo debe ser replanteada para apoyar a la Comisión Federal de Electricidad y a Petróleos Me-xicanos sin paternalismo y evitar su privatización. Tampoco debe convertirse en chequera o monedero del Presidente de la República, afirmó Eugenia Correa, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM.

Señaló que el riesgo de los Proyectos de infraestructura productiva (Pidiregas) es que se conviertan en una privatización silenciosa de aquellas empresas, y explicó que el problema de la deuda externa es que sólo se contratan recursos para pagar su servicio.

Debe haber endeudamiento para financiar programas productivos que generen empleo y permitan al país pagar su deuda externa, no sólo cubrir los interebbv-bancomer_fachada_1ses de la banca internacional, señaló.

De acuerdo con reportes oficiales de la Secretaría de Hacienda, al cierre del primer trimestre de 2002 el saldo de la deuda pública externa neta se ubicó en 78 mil 300.2 millones de dólares, monto superior en mil 654 millones al observado al cierre del cuarto trimestre de 2001.

Este resultado fue originado por un endeudamiento neto de mil 187.9 millones de dólares por ajustes contables al alza de 272.1 millones de dólares y por una disminución de 194 millones de dólares en los activos financieros del gobierno federal en el exterior.

En tanto, el saldo de la deuda interna neta del gobierno federal al cierre del primer trimestre de este año se situó en 714 mil 182.2 millones de pesos, cifra superior en 23 mil 205 millones de pesos a la observada al cierre de 2001. Sólo en el primer trimestre de 2002, el gobierno federal efectuó erogaciones por 28 mil 609.8 mi-llones de pesos para el pago de intereses, comisiones y gastos asociados a la deuda interna

Al respecto, la investigadora Eugenia Correa manifestó que no se debe satanizar el endeudamiento del gobierno federal. Lo que se cuestiona es el hecho de que no haya recursos para inversiones productivas o para respaldar programas de educación, salud y alimentación, añadió.

La especialista universitaria hizo ver que la banca de desarrollo debe proyectarse hacia un nuevo escenario que deje atrás todas las operaciones irregulares que la convirtieron en un "barril sin fondo", con las consecuencias que todos conocemos. Se necesita que realmente tenga un espíritu de gestión social, pero no convertirse en un vehículo que le dé recursos al Ejecutivo federal, puntualizó.

Esto debe hacerse, apuntó la académica, frente a una banca extranjerizada a la que poco preocupa el desarrollo nacional; sólo ven por sus intereses, que muchas veces no son lícitos, y consideró que quien resulte responsable de actos de ese tipo debe ser castigado de acuerdo con lo que establece la ley. Por ahora hay investigaciones y nada concreto, indicó.

Lo que nadie puede negar, subrayó, es el avance de la banca extranjera, particularmente de España y Estados Unidos en América Latina y desde luego en México. Los datos recientes disponibles indican que en Polonia la participación del capital extranjero en la banca pasó de 2 por ciento en 1994 a 53 por ciento en 1999; en Hungría de 20 a 80 por ciento, y en América Latina es de 50 por ciento. En el caso de México llega hasta 80 por ciento, según los datos oficiales.

El problema, agregó, es que la confianza en la banca comercial se ha perdido. El propio Banco de México obedece a otros intereses. Todos los analistas saben de la forma irregular en la que se ha conducido su gobernador y antes secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz. "Es por eso que ha llegado el momento de que la banca de desarrollo pueda entrar con nuevos esquemas que verdaderamente apoyen programas productivos y no de compadres que después no pagan, como ocurrió con las uniones de crédito", concluyó.

 

 

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año