Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 7 de mayo de 2002
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Cultura
Autor de La materia del deseo, novela publicada por Alfaguara

La generación del neoliberalismo es escéptica, irónica y conformista: Edmundo Paz Soldán

Hugo Bánzer, único ex dictador de AL que logró reinventarse como demócrata, expresa

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Pertenezco a una generación a la que se le ha enseñado a tener nostalgia de lo que no ha vivido, que creció en la época del neoliberalismo, caracterizada por ser poco heroica y que ha aprendido a ser conformista, escéptica e irónica, contrario a lo que ocurrió con las generaciones de los años sesenta y setenta que tenían propuestas de cambio social, sueños, utopías y que, si bien se equivocaron, se arriesgaban a hacer las cosas, expresa el escritor boliviano Edmundo Paz Soldán, autor de La materia del deseo (Alfaguara).

edmundo_paz_8asEn su reciente novela, Paz Soldán (Cochabamba, 1967) establece un diálogo entre ambas generaciones, la de hace 30 o 40 años y la actual, a partir de Pedro, profesor universitario que escapa de una relación amorosa con una alumna (Ashley) con el pretexto de escribir un libro sobre su padre, dirigente de izquierda que murió asesinado durante la dictadura de Montenegro, que no es otro que el ex dictador y ex presidente boliviano Hugo Bánzer, fallecido el domingo pasado.

Me interesaba, señala, ''contrastar qué hizo que los sueños o proyectos de esas generaciones hayan sido abandonados, y humanizar esa época porque, de cierta forma, a nosotros nos han quedado los grandes posters. Quería saber qué hay detrás de esos emblemas de hace tres o cuatro décadas".

Porque atrás de esas figuras que lucharon contra los regímenes militares están esos personajes que no eran menos frágiles o menos vulnerables que nosotros, capaces de equivocarse, que en sus organizaciones también hubo corrupción, traición y no esa parte idealizada que los convierte en héroes, agrega Paz Soldán, profesor de literatura en la Universidad de Cornell (estado de Nueva York).

En la novela es posible distinguir, además de la figura de Bánzer, alusiones al asesinado dirigente Marcelo Quiroga Santacruz, y al rey de la droga en ese país sudamericano Roberto Suárez, que en los años ochenta ofreció pagar la deuda externa boliviana, y de ahí en adelante numerosas referencias a la situación actual latinoamericana, pasando por los zapatistas hasta las marchas de campesinos cocaleros de la región del Chapare en contra de la erradicación forzada de los plantíos de la hoja de coca, realizada por el gobierno civil de Hugo Bánzer.

Estas pinceladas a la realidad del subcontinente son parte de la construcción del personaje principal, Pedro, quien además de ser docente representa a los ''expertos académicos en América Latina que existen en las universidades estadunidenses y que opinan de todas las cuestiones del continente sin saber cuáles son realmente las causas de lo que pasa".

Cotidianidad y política, tramas paralelas

Paz Soldán recurre a Montenegro-Bánzer ''como telón de fondo, de tragicomedia, porque llama la atención que de todos los dictadores de América Latina, sólo Bánzer logró reinventarse como demócrata, algunos dicen que por verdadera convicción. Otros que fue gracias a un hábil trabajo de imagen, al vender esa idea de que hay un ranking de dictadores en el que Bánzer, comparado con Augusto Pinochet o Rafael Videla, fue un dictador blando con pocas muertes en su haber. Eso es absurdo, porque es suficiente una muerte para condenar a un gobierno".

La materia del deseo ''marcha en tramas paralelas para mostrar cómo la política es parte de lo cotidiano, que las consecuencias de las decisiones políticas son parte de la cotidianidad tanto como una aventura sentimental, un affaire, un romance".

En la novela también se advierte cierta crítica a las nuevas tecnologías empleadas como medio de evasión en los personajes, tema que el autor trató también en Sueños digitales (Alfaguara, 2000), porque ''nos hemos dejado seducir, sin haber emprendido una reflexión crítica. Si las vamos a aceptar reflexionemos sobre sus lados positivo y negativo".

Edmundo Paz Soldán juega, aquí, con la generación que creyó en los sueños y la del conformismo contemporáneo.

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