Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 23 de abril de 2002
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Sociedad y Justicia
Conmemoran el décimo aniversario de la tragedia; desaire gubernamental

Persisten condiciones de riesgo que causaron explosiones en Guadalajara

Los focos generadores de residuos peligrosos se han multiplicado sin control, advierten expertos

AURELIO FERNANDEZ F. ENVIADO

Guadalajara, Jal, 22 de abril. "En verdad nos sentimos desairados por el gobernador, porque no llegó a la misa de anoche ni hoy a inaugurar este foro, a pesar de que nos dijeron que vendría", dijo la señora Lilia Ruiz, una mujer que se desplaza en silla de ruedas porque le falta una pierna y representa a las víctimas del 22 de abril de 1992 por las explosiones en Guadalajara.

A los diversos actos conmemorativos de los diez años de la tragedia -entre ellos el foro Desarrollo, vulnerabilidad y políticas públicas en materia de desastres, organizado por el ITESO, la UdeG y organizaciones civiles y sociales- tampoco se han presentado las principales autoridades municipales, estatales ni federales, a pesar de que esta ciudad y este estado cambiaron radicalmente con aquel episodio, que permitió el ascenso del panismo, tal como ocurrió en la ciudad de México en 1985 a favor de las fuerzas del Frente Democrático Nacional y de Cuauhtémoc Cárdenas.

Al panismo parece corresponderle ahora el papel de esconderse de los reclamos de los damnificados. En la ciudad se comenta ampliamente la fecha, en medios de comunicación y entre la gente, pero desde el gobierno de Alberto Cárdenas, en el sexenio pasado, se dio continuidad al estilo establecido por el ex presidente Carlos Salinas: ocultamiento de información y de responsables, suspensión de los procedimientos judiciales y políticos sobre el caso, comportamiento que fue establecido desde meses posteriores a aquella desgracia que causó oficialmente la muerte de 210 personas y cientos de heridos, según datos de entonces.

Por ejemplo, el entonces alcalde Enrique Dau, a quien todavía hoy los damnificados señalan como corresponsable del desastre, después de pasar nueve meses en la cárcel detenta el cargo de director local de Aguas y Saneamiento.

Sin embargo, ahora se da a conocer información nueva. La página de internet de Profepa ofrece el dato de que las explosiones dejaron un saldo de mil 900 muertos y mil 470 lesionados. Hoy, el diario local Público revela detalles del origen de la desgracia: según este medio fue un error en el manejo de las válvulas, cometido por trabajadores de Pemex por una falla de bombeo en la planta de La Nogalera. Esto produjo un incremento de la presión, lo que a su vez provocó que las tuberías, corroídas, cedieran por multitud de horadaciones, porque no estaban en funcionamiento los sistemas de protección catódica. La consecuencia fue el enorme derrame de gasolina en el sector Reforma y el barrio de Analco del día 21 de abril, y estableció las condiciones para lo que fueron las explosiones del día 22 a partir de las 10:20 horas.

"Hoy se dice esto -señala el investigador Daniel Rodríguez- porque hay otro partido en el poder, pero también porque conviene hablar de la inefectividad y aun de la peligrosidad de las empresas públicas, en este caso Pemex."

Petróleos Mexicanos anunció hoy la canalización de 30 millones pesos para un fideicomiso de apoyo a los lesionados. La señora Lilia Ruiz comentó a este respecto: "es una propuesta humillante, porque quieren darlo como un donativo y no reconocen su responsabilidad en la desgracia". En los últimos años ha habido explosiones en las alcantarillas de por lo menos tres colonias de la misma zona, lo que implica que las condiciones de desastre no se han resuelto.

Por su parte, Guadalupe Garibay, de la Universidad de Guadalajara, describió los focos de amenaza que se han desarrollado dentro de la ciudad de Guadalajara: en cuanto a aquellos que son considerados generadores de residuos peligrosos ?del tipo de los que Pemex emanó en abril de 1992?, había en 1996 mil 500. La cifra se ha incrementado desde entonces hasta llegar a 27 mil, la mayoría de los cuales están ubicados en zonas de alta densidad de la metrópoli, señaló Garibay.

La investigadora agregó que en lugar de que haya un avance en el comportamiento de las autoridades en este sentido reconociendo estos hechos, la propuesta ha sido incrementar significativamente el número de industrias peligrosas sin control.

Rossana Reguillo, investigadora del ITESO, especialista en temas relacionados con comunicación y desastres, señaló que "el 22 de abril en Guadalajara es un expediente abierto, con un veredicto popular muy claro: condena a la forma en que se ha atendido el problema". Opina que se le ha dado un manejo electorero al problema, que benefició al PAN, partido que sin embargo no ha enfrentado los retos derivados de aquella desgracia; agregó que las condiciones de peligrosidad en Guadalajara hoy en día son iguales o peores. "Mientras esto siga ocurriendo no podrán cerrarse las cicatrices, la memoria seguirá manteniendo la movilización social."

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