La autoridad, primera obligada a respetar la
ley, dice
La muerte de Vélez Mendoza podría prender
focos rojos: Alvarez Icaza
VICTOR BALLINAS ENVIADO
Merida, Yuc., 3 de abril. El presidente de la Comisión
de Derechos Humanos del Distrito Federal, Emilio Alvarez Icaza, dijo hoy
aquí que si la información de los dictámenes periciales
confirma que Guillermo Vélez Mendoza fue muerto por tortura de agentes
de la Procuraduría General de la República (PGR), como indican
algunos informes, "estaremos ante un hecho de enorme gravedad, se deberán
prender los focos rojos de alarma sobre el ejercicio de autoridad que compete
a los cuerpos de seguridad".
Añadió que le preocupa el caso, pues la
autoridad debe ser la primera en respetar la legalidad, y no puede ser
que se aplique la ley de la selva. Criticó que pudieran darse
prácticas de autoridad que no respetan los derechos de los ciudadanos.
Todo parece indicar, sostuvo, que hubo un caso dramático de abuso
de autoridad, lo cual es gravísimo.
En un año, las denuncias por tortura en el Distrito
Federal tuvieron un incremento de 500 por ciento, al pasar de siete quejas
en el ejercicio de 2000 a 2001, a 36 denuncias en el periodo de abril de
2001 a febrero de 2002, la mayoría de ellas relacionadas con elementos
de la Policía Judicial y de la Secretaría de Seguridad Pública
capitalinas; además, en algunos casos que están en verificación
aún, por funcionarios de reclusorios.
El ombudsman señaló lo anterior durante
una entrevista en un receso de los trabajo del Seminario Internacional
Sobre Indicadores y Diagnóstico en Materia de Derechos Humanos:
El Caso de la Tortura en México, que se realiza en esta capital.
Entretanto, el director general de Protección a
los Derechos Humanos de la PGR, Mario Alvarez Ledesma, quien también
estuvo presente en la sesión matutina del seminario, dijo en breve
entrevista que esta dependencia investiga la forma como murió Vélez
Mendoza.
"Hay una persona consignada por homicidio, el comandante
del grupo, Hugo Armando Muro Arellano", agregó. Además, dijo,
está abierta una averiguación previa respecto del resto de
los policías que intervinieron; es decir, se sigue investigando
y conforme se integre la averiguación se determinará si existen
otras responsabilidades.
Sobre la situación que llevó a cuestionar
a la PGR por la actitud de algunos de sus integrantes, el funcionario aseveró:
"este es un nuevo modelo de procuración de justicia con respeto
a los derechos humanos. En ningún caso se ha ocultado nada; tan
es así que es la propia PGR está consignando a un elemento.
Fue la propia institución la que reaccionó cuando encontró
que había una irregularidad o algún aspecto vinculado con
alguna irregularidad".
Resaltó: "la PGR tiene capacidad para responderle
a la sociedad en los casos en que se encuentre que hay algún abuso".
Y expresó: "de cien casos relacionados con secuestros, éste
es el primero en el que nos encontramos una circunstancia de este tipo".
Es conveniente, planteó, que la dirección
a su cargo se transforme en una subprocuraduría, porque es una necesidad
del Estado mexicano moderno y democrático.
Anunció que el próximo viernes la PGR entregará
a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) un informe sobre
la situación en que falleció Vélez Mendoza, pero la
investigación respectiva, la averiguación previa, la lleva
el área de visitaduría.
A su vez, el ombudsman nacional, José Luis
Soberanes, dijo que la CNDH recibió la queja que presentó
el padre del occiso, y de inmediato solicitó a la PGR un informe
detallado de lo ocurrido.
Incluso, Soberanes y Alvarez Ledesma conversaron aquí
por la mañana durante unos momentos.
Se informó al ombudsman que por instrucciones
de Rafael Macedo de la Concha, titular de la PGR, se investigará
hasta sus últimas consecuencias lo ocurrido, y que se trabaja ya
en el informe solicitado.
"Sería muy grave que Vélez Mendoza haya
muerto por tortura", subrayó José Luis Soberanes, porque
el presidente Vicente Fox ha sostenido en foros internacionales que en
México hay avances en la defensa de los derechos humanos, pero estaríamos
ante hechos que hablarían de lo contrario.