Responsabiliza a Francisco Garduño; "sólo
destapé la cloaca en el IT", dice
Denuncia Peña Padilla campaña en su contra
Confía en que saldrá limpio de auditoría
"No seré chivo expiatorio de este gobierno"
LAURA GOMEZ FLORES
El ex director del Instituto del Taxi, Alberto Peña
Padilla, presentará una denuncia contra el secretario de Transporte,
Francisco Garduño, que "sin bases ha iniciado una campaña
de linchamiento en mi contra acusándome de diversas anomalías
en el organismo, cuando lo único que hice fue destapar la cloaca
y evitar se siguieran haciendo negocios sucios, pero en ningún momento
permitiré ser el chivo expiatorio de esta administración".
A unas horas de que la Contraloría General del
Distrito Federal dé a conocer los resultados de la auditoría
realizada a las instalaciones del IT y algunas recomendaciones para "limpiarlo
a fondo", el ex servidor público se muestra confiado en que no se
ejercerá acción penal o administrativa en su contra, porque
"no existen elementos para sustentarla, ya que no entregamos ni una sola
placa ni permiso a ninguna organización o particular".
Pese a lo vertido por algunos funcionarios ?como Garduño
Yáñez, quien sintió que se "pisotearon sus intereses
personales" con las medidas adoptadas para regularizar el sector, pues
60 por ciento de los concesionarios presentan alguna irregularidad?, "tengo
las manos limpias, no tengo nada que ocultar y mi cuenta bancaria de 70
mil pesos, mi camioneta, automóvil y departamento los he obtenido
a base de trabajo y no de canonjías o pago de favores".
En entrevista con La Jornada, explica que desde
antes de su renuncia al instituto, el 24 de enero pasado, abrió
los espacios para que la Contraloría General investigara la situación
en que se encontraba el organismo, sin ningún temor a que se le
vinculara con la comisión de actos irregulares y hasta el momento
no ha sido solicitada su presencia, ni tampoco ha buscado ampararse, porque
"creo en las instituciones jurídicas y en que la verdad saldrá
a relucir tarde que temprano".
Recordó que desde antes de tomar posesión
del instituto "confluían en su interior muchos intereses políticos,
económicos y de carácter personal, constituidos en mafias",
situación que fue informada al entonces subsecretario de Gobierno,
Francisco Garduño; a la secretaria de Transporte, Jenny Saltiel,
y al oficial mayor, Octavio Romero, con quienes se trabajó de manera
conjunta en diversas estrategias para erradicar esta problemática.
Entre ellas se proponía una investigación
en la Dirección General de Regulación al Transporte ante
las constantes alteraciones del padrón vehicular, cambios en los
nombres de 2 mil títulos de concesión de datos, la existencia
de 25 mil concesiones firmadas por Fernando Peña Garavito y la inexistencia
de una relación del programa de las 18 mil concesiones, donde algunos
servidores públicos "hicieron su minita de oro", pero se abstuvo
de dar nombres.
Asimismo, había la intención de abrir otras
áreas, como la Dirección de Regulación y Planeación,
pero "la poca atención prestada por la titular de la Setravi, que
le dedicó al IT unas diez horas en todo el tiempo que yo estuve
al frente, provocó que estuviera en un estado de indefensión
económica, política y administrativa".
Explica que ante la "cerrazón" de la funcionaria,
acudió a la Contraloría y a la Procuraduría General
de Justicia del Distrito Federal a presentar una denuncia sobre las anomalías
detectadas, y se lo notificó al entonces subsecretario de Gobierno
y al oficial mayor, quienes expresaron su total apoyo para acabar con la
corrupción existente en el instituto.
"Cuando las cosas empiezan a caminar en ese sentido, Garduño
cambia de actitud hacia mi persona, lo cual atribuyo a que debe de tener
intereses en el transporte o me convertí en una piedra en el camino,
y ese es un problema grave para quienes tienen otro tipo de ideas, sobre
todo cuando se trata de gente que está dentro del propio gobierno,
porque son intereses más difíciles de entender", argumentó.