En Jerusalén 200 representantes de iglesias cristianas están cercados por el ejército israelí

Reprimen manifestación pacifista de judíos y árabes en favor de Palestina, cerca de Ramallah

Pretendían llevar una camioneta con víveres a la ciudad donde está confinado Arafat

AFP

Al Raam, Cisjordania, 3 de abril. Guardias israelíes reprimieron este miércoles con macanas y gas lacrimógeno una manifestación pacifista en la que participaban unos 2 mil judíos y árabes, en el puesto de control de esta localidad que comunica a Ramallah con Jerusalén.

La movilización, según testigos, se desarrollaba sin incidentes, a escasos 10 kilómetros de las sitiadas oficinas del presidente palestino Yasser Arafat.

En medio de la multitud y de gritos de "Paz ahora, no a la ocupación", o bien, "Palestina, Palestina", avanzó hasta el retén una camioneta cargada de víveres y medicamentos, financiada por los mismos pacifistas, quienes pretendían hacer llegar el vehículo hasta Ramallah.

Pero guardias fronterizos y miembros de unidades antidisturbios dispararon varias granadas lacrimógenas y de estruendo sobre los militantes de la coalición pacifista israelí Gush Shalom y varios periodistas. Los uniformados irrumpieron en la manifestación arrebatando a los manifestantes árabes las banderas palestinas que llevaban, mientras pacifistas israelíes les gritaban en hebreo cosas como "criminales de guerra, no tienen vergüenza", reportó la agencia Afp.

Así, varios manifestantes recibieron heridas y golpes durante la refriega, incluido un diputado árabe israelí y el artista israelí de origen mexicano Efraim Kidron, de 73 años.

Los guardias y soldados israelíes obligaron a los pacifistas a abordar los autobuses que los habían llevado al puesto de Al Raam. Según los manifestantes, mientras se marchaban los guardias se apostaron a lo largo de la frontera empuñando fusiles de balas de goma.

De la misma forma, en Jerusalén, 200 representantes de distintas iglesias cristianas se encontraban bloqueados este miércoles en un retén del ejército israelí a la entrada de Belén, a la que querían ingresar para manifestar su "solidaridad con la población". Miembros del contingente católico aseguraron que "todas las iglesias de Tierra Santa están representadas en el cortejo", y que el ejército israelí se limitó a decir que no se les permitía la entrada porque la ciudad era "zona militar cerrada".

Periodistas de diversos medios, por su lado, han denunciado también que el ejército les pone cada vez más trabas para hacer su trabajo, y que muchos informadores extranjeros han sido detenidos, expulsados o maltratados a raíz de las recientes hostilidades israelí-palestinas.

La oficina gubernamental de la prensa israelí, por ejemplo, retiró el martes la acreditación de dos periodistas de la televisora satelital árabe Abu Dhabi, por estimar que realizaban "propaganda antisraelí".

El martes, dos periodistas de Afp y un fotógrafo palestino que trabajaba para ellos fueron detenidos por el ejército is-raeí en Ramallah. Si bien los dos corresponsales no permanecieron detenidos, el fotógrafo Atta Twisat fue esposado y detenido durante seis horas en una base militar israelí, donde fue interrogado y registrado, siempre con las manos atadas.