Deben reconocer que los palestinos optaron por el terror, señala embajador israelí ante la ONU

Concretó ejército de Tel Aviv ocupación de 6 ciudades de Cisjordania

AFP, DPA Y REUTERS

Ramallah, 3 de abril. El ejército israelí extendió este miércoles su ofensiva en Cisjordania, con lo que concretó la ocupación en seis localidades de este territorio palestino, que son: Ramallah, Belén, Tulkarem, Salfit, Jenin y Kalkiliya, al tiempo que se llevaban a cabo incursiones en Nablus, en el marco de las operaciones militares lanzadas el pasado 29 de marzo por el gobierno del primer ministro Ariel Sharon.

El representante palestino ante Naciones Unidas, Nasser Al Kidwa, pidió al Consejo de Seguridad aprobar una nueva resolución que garantice aplicar la 1402, que exige el retiro de las fuerzas israelíes de territorios palestinos, y que "ambas partes se comprometan inmediatamente a un cese del fuego constructivo".

Al Kidwa comparó las actuales acciones de las tropas israelíes en territorios palestinos con "las de los nazis en Europa".

En respuesta, el embajador de Tel Aviv ante la ONU, Yehuda Lancry, afirmó que su país no rechaza la resolución que fue aprobada el sábado anterior por el Consejo de Seguridad, pero insistió en que primero debe darse un cese del fuego. "La comunidad internacional tiene que reconocer que los palestinos tomaron la decisión estratégica de ejercer el terror para obtener beneficios políticos".

Ambos diplomáticos pronunciaron sus discursos en una sesión pública de la ONU celebrada a petición de las naciones árabes.

Las operaciones que comenzaron el pasado sábado en Ramallah (ciudad con 43 mil habitantes) con el aislamiento en sus oficinas del presidente palestino, Yasser Arafat, continuaron domingo y lunes con la toma israelí de las ciudades de Kalkiliya (37 mil habitantes) y Tulkarem (39 mil habitantes). La noche del lunes al martes, el ejército invadió Belén (30 mil habitantes), y la mañana del miércoles fueron tomadas Jenin (30 mil habitantes) y la pequeña localidad autónoma de Salfit (8 mil 300 habitantes).

Desde el viernes, el ejército israelí había incursionado en Beit Jala, pequeña localidad con algunos miles de habitantes, situada en la periferia de Belén y vecina al asentamiento judío de Gilo, en Jerusalén oriental.

Asimismo, este miércoles, más de un centenar de tanques de Tel Aviv penetraron en Nablus, la mayor ciudad de Cisjordania (con 119 mil habitantes) y comenzaron a tomar diferentes barrios y tres campamentos de refugiados de la localidad, mientras helicópteros israelíes sobrevolaban la zona.

En el campo de refugiados de Balata, en el sureste de la ciudad, un grupo de palestinos armados se enfrentó a tanques israelíes, según fuentes del movimiento Fatah, en combates en los que ya habían muerto cinco palestinos.

"La resistencia en Nablus será mayor que en otras ciudades porque hay gran número de militantes y estamos unidos" declaró a Afp Mohammed Ghazal, responsable del movimiento Hamas. "El ejército israelí es uno de los mejores del mundo, y nosotros sólo tenemos armas ligeras y algunos explosivos, aunque nos sobra experiencia para enfrentarnos a los tanques israelíes, como ya hemos demostrado".

La seguridad israelí afirma que provenían de Nablus varios de los últimos atacantes suicidas que perpetraron atentados antisraelíes. Las tropas de Tel Aviv que llegaron hoy a esta ciudad se encontraron con que los habitantes habían bloqueado las seis entradas a la ciudad con toneles llenos de rocas.

Más tarde se informó que una mujer murió en una explosión que se registró en esta ciudad, sin que se conocieran más detalles, mientras que en un campamento de refugiados de Nablus un palestino y una enfermera murieron en un tiroteo.

Entre las localidades cisjordanas aún no ocupadas están Hebrón, en el sur (con 40 mil habitantes), y Jericó, en el centro-este de Cisjordania (18 mil habitantes). Según fuentes palestinas, el ejército israelí ya efectuó incursiones, pero sin concretar ocupaciones, en los 18 campamentos de refugiados de Cisjordania, en los que viven 607 mil personas.

Allanamientos y asesinatos

En Belén, donde las calles eran patrulladas por cientos de paracaidistas israelíes, Sumeya Abda, de 67 años, y su hijo, Jaled Abda, de 37, murieron al ser baleados por soldados israelíes a través de la puerta de metal de un comercio. Familiares de los fallecidos dijeron que esta fue la respuesta a la negativa de madre e hijo a abrir la puerta cuando los militares se los ordenaron, "porque tenían miedo".

Un fotógrafo de Afp denunció que soldados de Tel Aviv le dispararon en Belén, pese a que llevaba un casco blanco.

Cierran paso a ambulancias

Asimismo, un policía palestino y un miembro del brazo armado del movimiento Fatah murieron desangrados en una calle de la céntrica plaza Manger, pues las tropas israelíes impedían el paso de las ambulancias. La primera de estas que tuvo permiso de recoger víctimas recuperó, además, los cuerpos de tres civiles y dos heridos. "Creemos que debe haber al menos 10 cadáveres más por la ciudad", comentó el director del hospital de Beit Jala, adonde fueron trasladados los cuerpos.

En Ramallah, el ejército mantenía sitiado el cuartel general de Seguridad Preventiva de Palestina, pese a que las calles estaban desiertas y sólo circulaban los vehículos del ejército israelí.

Al menos seis personas murieron durante la incursión israelí a la ciudad de Jenin, y al parecer, uno de los fallecidos es Zian Amr, alto responsable de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo cercano al movimiento Fatah, de Arafat, que ha reivindicado numerosos atentados suicidas antisraelíes. Otras dos personas fallecieron durante el ingreso israelí a la localidad de Salfit.