ASTILLERO

Julio Hernández López

CRONISTAS DE SOCIALES y guionistas de telenovelas color de rosa ya lo habían vaticinado con gran tino: fue todo un éxito la cuasi nupcial primera gira de trabajo que realizaron Vicente y Andrés Manuel por el País de las Maravillas que gobiernan uno en su totalidad y otro en su porción chilanga. De pronto, el Distrito Federal se volvió como de primer mundo en los puntos por donde pasaría la luna de miel ambulante: todo barrido, trapeado y perfumado; problemas y conflictos, oportunamente metidos bajo la alfombra; escenografía de lujo para la mejor representación teatral de la temporada. Y a la hora de los discursos, nada de malas palabras ni discordancias. El tabasqueño se llevó, incluso, un diploma de buena conducta ricamente decorado con azúcar glass por su suscriptor, el Presidente de México, quien le dio públicamente las gracias al hombre de la honestidad valiente, que jefatura la ciudad de la (des)esperanza, por hacer de la urbe capitalina "un mejor lugar".

MENOS FLOTANTE SE VIO, en cambio, el ombudsman José Luis Soberanes quien, a cuenta del pleito casado que trae con el canciller Castañeda, acusó a la Compañía de Luz sin Fuerza de Tlatelolco de ser candil de la calle y oscuridad de la casa. Bueno que habría salido el secretario de Relaciones Exteriores para andar denunciando violaciones a los derechos humanos por doquier (sobre todo si ese doquier se refiere al ámbito cubano), pero no en cuanto a los asuntos de sus propios paisanos (sobre todo, agrega esta sibilina columna, si el infractor de esos derechos es el gobierno de la nación que lo ha destapado para ser el próximo presidente de México). Las palabras del titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos fueron certeras y punzantes, independientemente de que parezcan movidas por el encono que en esa instancia han provocado el desdén del citado canciller hacia las recomendaciones del doctor Soberanes y el atrevimiento de empleados de esa oficina presumiblemente diplomática al correr a un empleado de la CNDH cuando repartía en conferencia de prensa copias de un boletín informativo que daba el punto de vista adversamente complementario de lo que Tlatelolco quería anunciar en ese momento.

CORRE RIESGO el entusiasta ombudsman de acabar siendo víctima de sus propios paseos por el mundo de los refranes populares. Bien que don José Luis precise las incongruencias del canciller farolón en el exterior y poca luz en el interior, pero tampoco se le ven a él demasiados ánimos de ir a fondo en los asuntos de tortura que diariamente suceden en el país entero y que, tomados por la mano burocratizada y burocratizante de esa CNDH, suelen quedar en papeleo mediatizante o en escarceos sin consecuencias justicieras prácticas. Allí está, para ejemplo inmediato, el caso del administrador de un gimnasio, Guillermo Vélez Mendoza, que fue asesinado por agentes policiacos cuando investigaban, mediante tortura, responsabilidades del secuestro que había sufrido la dueña de aquel espacio deportivo. Ese caso le ha dado difusión a la terrible realidad cotidiana de los abusos policiacos que aun cuando lleguen a términos fatales son castigados levemente a causa de lagunas legales y complicidades institucionales.

YA ESTA LIBRE, por ejemplo, Hugo Armando Muro Arellano, el comandante de la Agencia Federal de Investigaciones que apareció como principal implicado en el homicidio de Vélez Mendoza (no quiere este tecleador ni consultar los archivos donde constan las loas exageradas que el presidente Fox ha hecho de esa tal agencia, que dijo -porque lo cree firmemente- que se transformó de la tierra al cielo sólo porque le han cambiado denominación y siglas). Bien se vería el luminoso ombusdman si el candil de sus críticas al canciller no quedase en el asunto de la tortura en oscuridad operativa, práctica (no discursiva: de lengua me echo un taco, han de decir a la hora de la botana los chicharroneros agentes federales con su chicharra en la mano). Ya podrán recitarse con música de gala las estadísticas de los asuntos atendidos por esa defensoría oficial de los derechos humanos, y podrán detallarse con esmero los presuntos ribetes de excelencia alcanzados en ese combate delicado, pero la realidad de todos los días (sus noches, sus madrugadas) es la tortura en cárceles, casas de seguridad, patrullas y demás parque mobiliario e inmobiliario de la operación policiaca tradicional.

OTRA FORMA DE VIOLACION a los derechos humanos que no ven ni el candil de la CNDH ni la oscuridad de Tlatelolco son maniobras con que se desprovee a los mexicanos de lo elemental y se agravan las situaciones de pobreza y miseria. Como si sobrara el dinero, como si no hubiera un tercer recorte presupuestal, como si no estuvieran los sectores productivos ávidos de que se ejerzan recursos hasta ahora contenidos, el gobierno del presidente Fox ha anunciado que se amortizarán anticipadamente bonos Brady por 153 millones de dólares. Buena paga internacional aunque en casa no haya ni pa frijoles. Los tales bonos deberían ser cubiertos por allá de 2019, pero el boyante y próspero gobierno mexicano prefirió sacar de una vez el dinero para pagarlos, con lo que se harán, dicen, ahorros sustantivos que nos seguirán dando los buenísimos resultados macroeconómicos de los que presumía Ernesto Zedillo, aunque nunca llegaran a los bolsillos de la gente.

MUY A LA BAJA, en cambio, andan los bonos del PRD. Por más que unos a otros se echan la bolita, todo indica que en cuestión de trapacerías electorales los dos bandos se esmeraron en entregar buenos resultados a sus jefes, chayos o chuchos. El guía de un hemisferio del perredismo, Cuauhtémoc Cárdenas, ante tales vergüenzas explícitas ha insistido en la postura de Rosario Robles, de exigir que los comicios internos sean limpiados, y ha demandado que el sol azteca recupere valía moral. Otro ingeniero, Jesús Ortega, ha revirado hablando de la venganza del caudillo contra quienes han osado criticarlo y tratar de encaminarlo a una jubilación forzada. El gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal, ha dicho, a su vez, en esta misma jornada declarativa, que hacen falta cordura y sensatez en estos dificilísimos momentos del PRD, pues "de persistir las cosas como van, la izquierda mexicana se debilitará, y los pleitos mezquinos lo que provocarán es mayor aislamiento".

DEJE EL LECTOR, sin embargo, esos tópicos oscuros y amargos. Siga disfrutando, mientras tanto, de las crónicas de la gira de ayer por el País de las Maravillas, a cuyo final se sirvió la innovadora creación gastronómica del filete de pejelagarto pasado por miel guanajuatense.

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