Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 27 de marzo de 2002
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Política

MEXICO-CUBA

El diferendo con Cuba polarizó opiniones en la Comisión de Relaciones Exteriores

Diputados panistas advierten que no van a sacrificar la relación con EU

PRD, PRI y PVEM logran que se solicite a ambos gobiernos un informe amplio de los hechos

ROBERTO GARDUÑO

El tema de las relaciones entre México y Cuba polarizó las opiniones en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, al grado de que el PAN sostuvo: ''Nos podrán decir serviles y hasta traidores, pero no vamos a sacrificar la relación con Estados Unidos, porque si Cuba ha decidido abandonar a su gente en Miami, México tiene 20 millones de compatriotas que defender en el vecino país del norte''.

La reunión se tornó tensa y por mayoría los diputados de PRI, PRD y PVEM lograron aprobar un punto de acuerdo para solicitar de manera formal a la cancillería mexicana y al gobierno de Cuba ''un informe amplio y puntual'' sobre los hechos que propiciaron la retirada abrupta del presidente Fidel Castro cuando participaba en la reunión cumbre de Monterrey; pedir una explicación a Jorge G. Castañeda sobre el acuerdo de seguridad fronteriza entre México y Estados Unidos, y acordar la comparecencia del titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la semana próxima.

El encuentro se inició con la defensa de Castañeda en voz del panista Tarcisio Navarrete, quien llamó al Congreso mexicano a mantener la unidad y evitar que la diplomacia nacional ''pague los platos rotos'' y se convierta en el ''jamón del sandwich'' de los problemas añejos entre las administraciones de Washington y La Habana.

Fue un montaje, aseguran legisladores del blanquiazul

''Ya hubo un juicio en Cuba contra el canciller Castañeda, lo dice un periódico oficial de La Habana, y lo que sucedió en Monterrey fue un montaje de Castro. Si hubo funcionarios que ejercieron presión contra el presidente de Cuba, que se les sancione, pero si no, que Cuba emita una nota diplomática en donde deje en claro que no va a haber ruptura de las relaciones por esta situación.''

Y es que la publicación de los editoriales de Juventud Rebelde y Granma despertó una agria reacción de los panistas. José Luis Arnal, del blanquiazul, dijo que se debe exigir respeto al gobierno cubano, porque las calumnias y los insultos generan un clima hostil entre ambos gobiernos.

El que se llevó la atención de los asistentes a la reunión fue Tarcisio Navarrete, quien refirió que ''el desplante'' de Fidel Castro no significará presión para el gobierno mexicano con el propósito de que ''tuerza'' el sentido de su voto en la reunión anual de la Corte Internacional de Derechos Humanos, a realizarse en Ginebra, donde se calificará al gobierno de la isla en materia de garantías individuales.

''Cuba no es Fidel Castro, como el PAN no es México; es necesario hacer esa diferencia y caminar sin ánimo de destruir, sino de poner de una vez por todas las cosas en su lugar.''

El efecto que provocaron los editoriales de los diarios Juventud Rebelde y Granma fue de dimes y diretes entre algunos integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores.

La legisladora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Erika Ezpesia señaló que el gobierno y el pueblo de Cuba son amigos de México, y si ''hay algo que aclarar y errores que enmendar, los vamos a resolver''. Pero fue el priísta Augusto Gómez Villanueva quien trató de dar cauce a la reunión y desviar el tono que imprimió Tarcisio Navarrete, al proponer que la cancillería mexicana y el gobierno de Cuba informen mediante documentos oficiales sus versiones y nombres de los probables responsables del suceso, ocurrido en Monterrey, que obligó a Fidel Castro a retirarse de la cumbre convocada por la ONU.

''Seguramente habrá agentes internacionales a los que interese una ruptura entre Cuba y México. Lo que es irrefutable es que hemos perdido dignidad al actuar como simples recaderos del gobierno de Cuba''.

Aun así, Tarcisio Navarrete continuó con su reprimenda a los periódicos Juventud Rebelde y Granma, a los que pidió bajar de tono en sus apreciaciones sobre México, porque ''se les olvidan los 40 años de apoyo mexicano a la isla. Y lo que subió la temperatura al diferendo fueron los adjetivos de esos periódicos oficialistas que están haciendo juicios sobre Castañeda''.

Samuel Aguilar, del Revolucionario Institucional, lamentó que el tema del retiro de Fidel Castro sea considerado como el hecho más relevante de la Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo. ''El Consenso de Monterrey fue un fracaso, porque no se planteó una alternativa para el desarrollo de los países pobres.''

Aquella postura obedeció a que, para el diputado Aguilar, el tema de fondo, al que poco caso se hizo, fue la firma del acuerdo estratégico para la seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos: ''De esto no sabemos nada. Desconocemos los compromisos que se signaron en ese acuerdo, y por lo tanto se debe apresurar la solicitud para que Jorge G. Castañeda se presente a explicarnos qué sucedió con ese tema en concreto''.

Gustavo Carvajal Moreno, presidente de la comisión, intervino y sugirió a sus compañeros legisladores que en el punto de acuerdo se solicitara por escrito a los gobiernos de México y de Cuba un informe detallado y puntual sobre la salida de Fidel Castro. A esa postura se sumó el priísta Miguel Angel Moreno Tello, quien dijo que el incidente diplomático entre ambos países ''es muy grave'' y deberá ser aclarado a la brevedad.

No obstante, el perredista Sergio Acosta solicitó una explicación a Carvajal Moreno, porque al comenzar la reunión éste habría dicho que la cancillería mexicana aceptó que uno de sus funcionarios fue responsable de la salida del presidente cubano.

Carvajal respondió que él no había señalado eso: ''Gustavo Iruegas (subsecretario de la SRE para América Latina) nos dijo que Fidel Castro no había sido invitado a la cena de jefes de Estado porque no había confirmado su asistencia, y al momento de llegar a Monterrey automáticamente se confirmó su participación. Eso fue lo que yo dije''.

El perredista Acosta respondió que él requería a la presidencia de la comisión respectiva la versión estenográfica de las palabras de Carvajal Moreno, y de paso solicitó a los integrantes de ese grupo que ''se pronuncien para que el voto de México en Ginebra no sea de castigo, sino sea una decisión razonada''.

Con ironía, el diputado del PAN Lucio Fernández dijo que las relaciones entre México y La Habana son buenas, ''šclaro que se mantienen las buenas relaciones con Cuba! Mientras no se rompan serán buenas''.

Los diputados panistas actuaron en bloque para criticar la actitud política de los cubanos. Heidi Storsbrg acusó a Cuba de ''querer escalar'' el tema. Lo del Granma es una provocación lesiva contra México y no contra el canciller. Hay que tomar las cosas con mucha responsabilidad, sugirió.

En el mismo tono, José Luis Bodales, también panista, acusó a Cuba de ''enlodar a México con su discurso; no es justo que ellos sí ataquen y nosotros nos tengamos que ver diplomáticos''.

A pesar de la estrategia de la fracción blanquiazul por defender al gobierno federal y al canciller Castañeda, PRI, PRD y PVEM forzaron a los diputados del PAN a aprobar el punto de acuerdo para que los dos gobiernos envíen por escrito al Congreso mexicano una explicación, con nombres de los probables responsables, de la salida de Fidel Castro; que Jorge G. Castañeda comparezca la semana próxima, y que explique el contenido del acuerdo de seguridad fronteriza.

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