Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 17 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Capital

Nora Patricia Jara

La trayectoria de Rosario

iDcen los expertos en género que la ambición y la acertividad son dos cualidades que deben poseer las mujeres que pretenden participar en la escena política de su país. Coinciden en que escalar los puestos de decisión pública no es ni ha sido fácil para la mayoría a lo largo de la historia. Ejemplo de ello es que hasta ahora sólo 12 mujeres han logrado llegar a la presidencia de su país en todo el mundo, y esto ha sucedido recientemente.

En México hemos tenido cuatro gobernadoras, siete secretarias de Estado y nueve embajadoras; entre estas mujeres se destaca la figura de Rosario Robles Berlanga, ex jefa de Gobierno del Distrito Federal y reconocida activista sindical en la UNAM. Desde su aparición en las filas del Frente Democrático Nacional y luego en el PRD, la dirigente universitaria significó para los que se acercaron a ella una esperanza en una nueva generación de políticos y gobernantes provenientes de la izquierda, de los que sí pueden llegar al poder y ejercerlo. En el caso de las mujeres, de las que sí pueden romper con lo que las feministas llaman "el techo de cristal".

Ella es protagonista de la consolidación de un proyecto de izquierda que quiere ser una opción electoral, pero también de gobierno; una alternativa que responda a la inquietud ciudadana desde el ejercicio de la administración pública con eficacia, honestidad y con objetivos sociales. Esta mujer tan temperamental ante la crítica y que a los embates responde con certeza, se propone hoy como una verdadera representación del cambio que su partido requiere de forma urgente. Y en su intento por ocupar la presidencia nacional del PRD tendrá que aprender que no basta la popularidad, y que los órganos de control electoral de su partido son poco confiables.

A eso hay que sumar el impacto de las denuncias de sus enemigos por supuestos desvíos de fondos públicos en campañas para mejorar su imagen, y la realidad de las múltiples necesidades que hay en una ciudad capital como la nuestra y que pudieron beneficiarse de esos millones del erario. Es aquí donde se ubica una de las críticas más fuertes en su contra y que la han llevado a probar ante los jueces cada uno de sus gastos, y aunque los fallos hasta ahora son en su favor, nadie la exime de derrochar el presupuesto en publicidad. Pero ello al parecer obedeció más a su capacidad de respuesta política que a falta de honestidad: cada vez que la jefa de Gobierno aparecía en horario triple A de la televisión promoviendo sus actos de gobierno, aseguraba una ventana para su proyecto político y el de su partido. También en su gestión, la aprobación de la llamada ley Robles por parte de la Asamblea Legislativa del DF y la ejecución de políticas dirigidas a la mujer se instauraron como prioridades, con lo que se reorganizaron los servicios de salud en la ciudad de México, en especial los dirigidos a la salud reproductiva.

Promovió la detección y atención de los padecimientos que se manifiestan como la principal causa de muerte entre la población femenina de esta capital. Y es en el campo de la salud pública donde se circunscribe la ley Robles, que permite el aborto en casos de malformaciones, violación o inseminación involuntaria, misma que fue reconocida como válida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que es resultado de la voluntad de una política que supo interpretar las demandas del Movimiento Amplio de Mujeres, en un precedente que promueve opciones legales en lugar de sanciones, como en ese momento se proponía en algunos estados de la República.

Sin duda en las elecciones de este domingo los militantes perredistas podrán votar por una de dos opciones viables para dirigir su instituto, pero por experiencia y personalidad política Rosario Robles se erige como la favorita. Claro, si las elecciones son como las que realizó el PRI, puede darse por perdida.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año