Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 5 de marzo de 2002
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Economía
El presidente del cártel y su secretario general negocian con el gobierno de Moscú

Evade Rusia decidir a la OPEP si mantendrá el recorte de las exportaciones petroleras

Poderosos consorcios locales presionan para que se venda más cantidad y más barato

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscú, 4 de marzo. Deliberadamente ambigua, ni si ni no, fue la respuesta que el gobierno de Rusia dio este lunes a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ante la petición de mantener, en el segundo trimestre del año, la reducción de sus ventas de crudo al exterior en 150 mil barriles diarios.

El presidente de la OPEP, el nigeriano Rilwanu Lukman, y su secretario general, el venezolano Alí Rodríguez, comenzaron hoy aquí negociaciones con el primer ministro Mijail Kasianov; el ministro de Energía, Igor Yusufov, y otros funcionarios de Rusia, el segundo productor petrolero más importante del mundo, a fin de concertar políticas que permitan estabilizar los precios internacionales del crudo.

Preocupada por la baja en los precios del petróleo, la OPEP busca involucrar a Rusia en un compromiso similar al asumido para el primer trimestre en curso. Pese a que no es miembro del cártel, Rusia aceptó reducir en 150 mil barriles diarios sus exportaciones, dentro del acuerdo de recortar en medio millón de barriles al día la exportación que la OPEP propuso a este país y a México, Noruega, Omán y Angola. A cambio, los integrantes del cártel se comprometieron a reducir en millón y medio de barriles diarios sus propias exportaciones, a partir del primero de enero de 2002.

El entendimiento, que a juicio de la OPEP es beneficioso para todos, encontró eco aquí en diciembre pasado, toda vez que el gobierno de Rusia considera que un ''nivel justo'' del precio del barril debería estar en el rango de entre 20 y 25 dólares.

Sin embargo, conforme se aproxima el vencimiento del plazo de vigencia del acuerdo, el poderoso lobby petrolero local incrementa su presión sobre el gobierno para desligarse de todo compromiso con la OPEP. La mayoría de los consorcios petroleros rusos, cerca de 80 por ciento en manos privadas, se opone a extender la reducción de exportaciones y favorece la política de vender más barato pero en mayor cantidad, sin limitantes.

El día que los emisarios de la OPEP comenzaron negociaciones en Moscú, se lanzó al ruedo de las opiniones Andrei Illarionov, el asesor económico del presidente Vladimir Putin, quien defendió abiertamente no pactar con el cártel.

Para Illarionov, aceptar el ofrecimiento de la OPEP ''va contra los intereses nacionales'', sería despejar el camino a productores de países como Kazajstán y Azerbaiyán y equivaldría a olvidarse de que aún es posible recuperar la posición que llegó a ocupar Rusia en el mercado internacional del petróleo. Hace 15 años, recordó el asesor de Putin, el país dominaba 12 por ciento del mercado; hace dos años controlaba sólo 6 por ciento.

Todo esto en medio de tendencias que no alimentan el optimismo. En septiembre pasado, por ejemplo, cuatro de las 15 industrias clave de Rusia mostraron un crecimiento más lento; en enero la cifra llegó a 11 industrias y de seguir la política de reducción de exportaciones petroleras sólo un sector, la metalurgia no ferrosa, no se verá afectado, pronosticó Illarionov.

Con lenguaje menos dramático, pero en el mismo sentido de rechazo a la OPEP, se manifestó Viktor Kaliuzhny, ex titular de la cartera de Energía y actual vicecanciller encargado del mar Caspio, cargo que le permite seguir influyendo en el diseño de la política rusa en la materia.

Kaliuzhny considera ''impensable una alianza de largo plazo entre Rusia y la OPEP'' y sostiene que lo más conveniente es ''practicar una política autónoma, ya que 70 por ciento de nuestra economía depende del sector energético''.

Al mismo tiempo, el primer ministro Kasianov; el ministro de Finanzas, Aleksei Kudrin, y algunos otros miembros del gobierno de Rusia procuran evitar una abierta guerra de precios con la OPEP, conscientes de que todo el presupuesto federal se basa en los ingresos por concepto de exportación de petróleo.

El techo mínimo de precios, que en opinión de Kudrin permitiría salvar de una catástrofe la economía rusa, se ubica en 20 dólares por barril, mientras este lunes en Nueva York los contratos para abril de petróleo ligero bajaron 8 centavos y se fijaron en 22.32 dólares el barril.

El secretario general del cártel, Ali Rodríguez, afirmó que espera llegar a un nuevo acuerdo de reducción de exportaciones con el gobierno ruso. ''Mantenemos nuestra propuesta porque, de acuerdo con los análisis que hemos hecho, si incrementamos nuestra producción y otros la incrementan, se provocaría un colapso (en los precios) en el segundo trimestre'', advirtió.

Es difícil que la posición rusa se defina este martes, cuando concluya la visita de los dirigentes de la OPEP. El titular de la cartera de Energía, Igor Yusufov, dio a entender esta noche que aún no se ha tomado una decisión. ''Tenemos todo un mes por delante antes de que concluya el primer trimestre'', comentó a modo de resumen de su reunión con Lukman y Rodríguez.

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