Informe estadunidense

Confesiones bajo tortura, práctica común en México

AFP

Washington, 4 de marzo. Aunque México ha hecho avances en materia de respeto a los derechos humanos, continúa permitiendo que confesiones arrancadas bajo tortura sean aceptables en sus tribunales, denunció el lunes el gobierno de Estados Unidos.

"La policía a menudo tortura a personas para obtener información; los fiscales usan esa evidencia en las cortes y los jueces continúan admitiendo como evidencia confesiones extraídas bajo tortura", según el informe anual del Departamento de Estado sobre los derechos humanos en el mundo.

El documento indica que los jueces "son generalmente independientes" en México, aunque "en ocasiones, especialmente a nivel de los estados", pueden caer bajo la influencia del gobierno, y "la corrupción, ineficiencia, impunidad, falta de respeto por la ley y falta de entrenamiento" son problemas serios del sistema judicial.

La corrupción es, igualmente, un problema "extenso" entre las filas de la policía y de los militares, algunos de cuyos miembros "cometieron graves abusos de los derechos humanos" en 2001, dice el informe.

Mientras el gobierno "generalmente respetó muchos de los derechos humanos de sus ciudadanos, siguen existiendo graves problemas en varias áreas y en algunos estados", agrega.

Funcionarios policiales federales y de los estados fueron acusados de cometer asesinatos extrajudiciales, y hubo también informes de asesinatos por encargo y desapariciones.

Aunque el gobierno ha sancionado a funcionarios públicos, la impunidad sigue siendo un problema entre las fuerzas de seguridad, afirma el documento.

Activistas de derechos humanos fueron víctimas de atentados, incluyendo el asesinato de la conocida abogada Digna Ochoa, aún sin resolver.

Otros problemas citados en el informe son violencia y discriminación contra las mujeres, indígenas, minorías religiosas, homosexuales y enfermos de sida, así como explotación sexual de menores de edad.