Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 5 de marzo de 2002
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Política

La cúpula tricolor optó por el caos y el tropel como método de autoafirmación

Queda la duda si la asunción del binomio Madrazo-Gordillo cumplió los estatutos priístas

El tabasqueño hace tabla rasa de credos y etapas Anuncia que, como miembro de "la tradición demócrata social mexicana'', llamará a "un nuevo acuerdo de inclusión"

ROSA ELVIRA VARGAS

A un proceso electoral desaseado sólo podía corresponder una toma de protesta de dudosa legalidad. ƑDe veras pasaron lista 992 integrantes del Consejo Político Nacional? ƑDónde estaban? ƑCorrespondía en términos legales y estatutarios que Humberto Roque Villanueva tomara la protesta de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo? ƑNo tendría que haberlo hecho Celso Humberto Delgado, como marca el artículo 165 de los estatutos del PRI?

Porque ayer, al optar por el caos y el tropel como método de autoafirmación, nadie pudo corroborar si el máximo órgano de dirección del PRI estuvo en realidad presente para sancionar el cambio de dirigencia.

Además, y como de imponer se trata, hay que ver que los nuevos detentadores de la estructura partidista hicieron tabla rasa de credos y etapas, porque en la historia que quiere escribir Madrazo el PRI concluyó ayer "35 años de luchas por lograr su democratización''. Adiós, don Plutarco.

Y se aleja sin rubor del nacionalismo revolucionario. Quién sabe los demás, pero él dice pertenecer a las fuerzas "que conformamos a la tradición demócrata social mexicana'', y anuncia que desde esa perspectiva ideológica y política llamará a "un nuevo acuerdo de inclusión''.

Destacadas ausencias

Madrazo Pintado lo refiere así, porque de ese modo certifica lo que horas antes había expresado ufano, su vocero en la elección interna, Carlos Jiménez Macías: "A partir de esta noche van a ver quién manda en el PRI. Así es la cultura del partido, desafortunadamente''.

Y lo decía con la satisfacción de quien sabe que tirios y troyanos se plegarán al nuevo mandamás. "Todos van a traer sus proyectos", declaraba el potosino de largas luchas en la causa de Madrazo en Tabasco.

Su optimismo, sin embargo, no alcanzaría concreción al caer la tarde. Un somero recuento de las destacadas ausencias -individuales y colectivas- en la explanada del edificio de Insurgentes Norte puso en claro que la tan traída unidad partidista que pregona el ahora líder no es otra cosa que el desplazamiento de un grupo -bases incluidas- por otro.

Esto, por más que anoche ya se decía en los corrillos partidistas que Javier Guerrero, compañero de fórmula de Beatriz Paredes, ocupará la tercera posición en importancia, esto es, la secretaría de Organización y Operación Política.

Pero ni así. Un veloz escrutinio a las mantas y a la procedencia de los contingentes acusaba la inasistencia de las huestes petroleras, cenecistas y, en general, de los sindicatos del Congreso del Trabajo y de las organizaciones orgullosamente cenopistas.

No estuvieron allí tampoco ni Francisco Labastida Ochoa, ni Dulce María Sauri, ni Diódoro Carrasco o Emilio Gamboa, por citar sólo algunos. Tampoco Leonardo Rodríguez Alcaine, Heladio Ramírez, Rodolfo Echeverría, Jesús Murillo Karam o María de los Angeles Moreno.

Es el mismo PRI pero con otras caras.

Porque más allá de que la pareja Beatriz Paredes-Javier Guerrero llegara con cara de funeral y recibiera el aplauso conmiserativo de los madracistas, y de que tampoco se apareciera el controvertido José Murat, las ceremonias que celebran los priístas para entronizar a sus nuevos líderes, por más que éstos procedan de grupos antagónicos o se haya ensayado un nuevo método de elección, siempre tienen el mismo gusto a viejo, a trillado y a poca, muy poca autenticidad.

Esta vez, maestros llegados de todo el país y priístas tabasqueños constituyeron el principal aporte numérico para esa concentración de unas 12 mil personas entre las que, en efecto, hay militantes arraigados en su convicción de que ahora sí habrá un PRI diferente, porque para eso votaron por Madrazo, para "neutralizar -diría él mismo- toda forma de imposición cupular en el mando''. ƑDe veras?

Allí estaban, cierto, las tamboras, las matracas, y los que ondeaban banderitas y agitaban globos multicolores, pero también las mantas de deslinde, no sea que con la nueva dirigencia paguen justos por paredistas: "La militancia democrática del estado de México con Roberto Madrazo y Elba Esther''.

ƑPero de veras la toma de posesión de ayer cumplió la norma estatutaria? Porque de acuerdo con lo testimoniado, Dulce María Sauri entregó el partido a la medianoche del domingo. En el lapso que medió hasta la toma de protesta -las 17:42- el depositario provisional del cargo era el secretario técnico del Consejo Político Nacional (CPN), esto es, Humberto Delgado. Y no fue así.

Pese a las críticas que recibió a lo largo del proceso por parte de Madrazo y los suyos, y a las ruidosas rechiflas que le dedicaron los militantes ubicados en el tramo delantero, Roque Villanueva, encargado de conducir el proceso de elección, tomó la protesta.

La estrategia política de Madrazo no deja nada al azar. Por eso, cuando nadie hizo nada por mantener desocupado el espacio que separaba el sillerío del proscenio y nadie tampoco hizo nada por que se respetaran los personificadores colocados para los gobernadores, ex presidentes del partido, legisladores o los integrantes del CPN y sí, en cambio, aquello fue colmándose hasta hacerse intransitable, resultó evidente que eso no era sino una manera muy a su estilo de conceder que "las bases, los verdaderos dueños del partido'' estaban ahí.

Prácticamente nadie quedó donde debía, a pesar de que en el diseño logístico original y por aquello de las afinidades, madracistas y paredistas, estarían separados por un pasillo -"como en las bodas, acuérdate, los parientes del novio de un lado y los de la novia en el otro'', dijo un reportero.

La evidencia de que el amontonamiento fue calculado con precisión la dio el hecho de que la familia Madrazo ocupó el lugar preciso, a partir de la quinta o sexta fila, porque desde allí la ceremonia y sus protagonistas eran perfectamente visibles.

Todo lo cual establece que esas reivindicadas bases pueden volver a preocuparse, porque, cierto, ya las hay de primera y de segunda. Bases, claro. Porque enredados en la muchedumbre quedaron -capoteando las gigantescas pelotas blancas que algún gracioso puso a rodar por las cabezas priístas y que terminaron hartando a todo mundo, porque incluso las aventaron cuando se entonaba el Himno Nacional- Mariano Palacios Alcocer y los primos Adolfo Lugo Verduzco y Humberto Lugo Gil.

Estuvo también el publicista Carlos Alazraki, imán para cámaras y micrófonos y que, investido en analista político, solicita paciencia para Madrazo y no pedirle el milagro de que obtenga resultados para el PRI antes de seis u ocho meses.

Con dificultad podía entonces hacerse alguna entrevista. Muy a duras penas lograban llegar los gobernadores de Campeche, estado de México, Coahuila, Veracruz, Guerrero, Puebla, Tabasco, Tamaulipas, Sonora, Colima y San Luis Potosí.

Veo un PRI que no cambia

Su arribo daba pábulo para la lectura, la interpretación inmediata. ƑEra o no madracista? ƑCuáles pueden clasificarse en la categoría del neomadracismo? Porque si en la lista de estos últimos están Fernando Ortiz Arana, Miguel Angel Yunes, Marcos Bucio, Maximiliano Silerio Esparza, Roberto Albores, Alejandro Guevara Cobos (el líder juvenil priísta, antes ferviente labastidista y que el domingo por la noche dio el voto decisivo en la subcomisión que declaró la legalidad de la elección) y Javier Sánchez Campuzano, otros aseguran que irán por la revancha.

Más de un ferviente madracista, como Rigoberto Cárdenas Chavez, El Boston de Colima, autor de corridos a todo lo imaginable -al menos tiene dos ya para el tabasqueño-, aseguraba que "pediría cuentas'' a su gobernador, Fernando Moreno Peña, por haberse ido del lado contrario. Y así también, sin disimulo, exponía un maestro poblano, priísta de corazón que de plano denunciaba que Melquiades Morales utilizó la estructura a su alcance también para apoyar a Beatriz Paredes.

Y no se diga de aquellos que disputan a Heladio Ramírez la dirigencia de la CNC, como el madracista Nabor Ojeda, cuyos allegados aseguran que ahora sí recuperarán la central campesina. "Si son inteligentes, ya deben estar sacando sus cosas de la oficina. La llave del dinero se les cierra hoy y ellos no saben operar de otro modo...", comenta uno de los más entregados a la causa campesina priísta.

Entonces, Ƒdónde quedó la unidad?

El PRI, ya se ve, está partido. Escindido, cortado.

Beatriz Paredes se va rodeada de sus allegados apenas termina el Himno Nacional, y Elba Esther y Roberto Madrazo empiezan su paseo de victoria en el templete. Lo hacen cuando los contingentes ratifican que en el PRI se van unos y llegan otros, igualitos.

šY vengan las consignas!

ƑLa cuatro?

"šCon Elba y con Madrazo se acabó el dedazo!"

ƑLa seis?

"šCon mujeres trabajando, el PRI está cambiando!''

-Veo un PRI que no cambia -resume alguien con un resignado movimiento de cabeza.

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