Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 5 de marzo de 2002
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Política

Al asumir la dirigencia se deslinda de toda forma de autoritarismo, simulación o impunidad

Con la nueva unidad del PRI ''vamos por la Presidencia en 2006'': Madrazo

Convoca a los otros partidos a concretar un acuerdo político con el gobiermo de Fox

ENRIQUE MENDEZ

madrazo_gordillo_m7xEl presidente del PRI, Roberto Madrazo Pintado, afirmó ayer que resuelto ''favorablemente'' el ''exitoso proceso democrático'' interno, la nueva dirigencia está en posibilidad de ''ayudar a construir la gobernabilidad e impulsar las grandes reformas que requiere México'', y convocó a los otros partidos a concretar -cuando hayan renovado sus propias directivas- un acuerdo político con el gobierno de Vicente Fox, que permita hacer efectiva la transición.

Ayer, al asumir la dirigencia nacional del PRI, Madrazo Pintado negó el ''nacionalismo revolucionario'' ratificado como la ideología priísta en la 18 asamblea nacional, y dijo que el tricolor debe transitar hacia la ''social democracia'' para ''apuntalar un nuevo proyecto para el desarrollo nacional demócrata social'', e insistió: ''Llegó el momento de modernizar nuestro arsenal ideológico''.

No sólo eso; tomó el mando del Revolucionario Institucional en un mitin en el que no se supo si efectivamente asistieron los 900 integrantes del Consejo Político Nacional (CPN), que supuestamente estaban en la explanada del PRI.

Además, no hubo sesión solemne y, en contra de lo que establece el artículo 165 de los Estatutos, fue Humberto Roque Villanueva y no Celso Humberto Delgado -que ostentaba el control del partido- quien le tomó protesta junto con Elba Esther Gordillo, a ella como secretaria general.

El nuevo dirigente priísta planteó que, concluida la etapa electoral interna, ''es tiempo de darle la vuelta a la página'' e iniciar la tarea de ''unir de nuevo'' al partido, para recuperar juntos la Presidencia de la República en 2006, y en ese afán de reconciliación hizo un reconocimiento a Beatriz Paredes Rangel y Javier Guerrero García, quien sería designado secretario de Operación Política.

De la corriente que respaldó a Paredes Rangel en su campaña por la dirigencia priísta sólo estuvieron los gobernadores -a los que anoche Madrazo invitó a cenar en el hotel Presidente-, la propia diputada y su compañero de fórmula, pero no sus seguidores cercanos. También hicieron mutis la ex presidenta del partido, Dulce María Sauri, y el encargado de la secretaría general, Jesús Murillo Karam, e incluso el gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, que anoche tampoco se presentó a la cena con Madrazo.

Entre los amarres que el nuevo dirigente logró ayer con los gobernadores están que éstos le admitan su calidad del líder del tricolor, acabar con los ataques e incluso la primera gira de Madrazo será en el estado de México y estará acompañado por Arturo Montiel.

En la reunión de anoche estuvieron presentes los coordinadores parlamentarios del PRI en el Congreso, Enrique Jackson y Rafael Rodríguez Barrera, pues se prevé que el presidente del partido asista a las reuniones de ambas bancadas, previas a la apertura del periodo ordinario de sesiones, que se inicia el 15 de marzo, y también se planteó que los gobernadores sostengan un nuevo encuentro los próximos días.

Ya ungido como presidente del PRI, en el aniversario 73 de ese instituto político, Madrazo hizo también un reconocimiento al árbitro de la contienda, Humberto Roque, y de sus contrincantes en la consulta, dijo: ''Quiero saludar, con la honestidad de mi corazón y mis convicciones partidistas, reconociendo su militancia, su representatividad, su trabajo político, su esfuerzo, a Beatriz Paredes y a Javier Guerrero. (En ellos) tiene el PRI cuadros activos para continuar nuestra transformación''.

Asumido el control del partido y ante unas 10 mil personas -acarreados principalmente del estado de México y desde Tabasco, la prensa madracista de esta entidad incluida- que llenaron el estacionamiento y la explanada de la sede nacional del PRI, Madrazo sostuvo que ayer ''el timón del partido regresó a las manos de sus verdaderos dueños''.

Adelantó que, junto con los gobernadores -omitió a los grupos parlamentarios-, la nueva dirigencia ''hará sentir el peso del partido'' y ''ya renovado'', el Revolucionario Institucional seguirá ganando elecciones, ''como las gana el PRI''.

Sólo así, resaltó, ''vamos a ganar la Presidencia para que el PRI regrese a Los Pinos. Se equivocan quienes desde el gobierno creen que los priístas nos fracturamos. šAquí está la nueva unidad!''

A pesar de ese discurso supuestamente reconciliador, Madrazo dijo que serán él, Gordillo y los priístas quienes derribarán ''los vicios'' y sostuvo que su arribo a la dirigencia del partido se da luego de ''un proceso donde lo viejo se negaba a morir, cerrándole el paso a lo nuevo, cuyo nacimiento era frenado por los intereses de grupo, que nos llevaron a perder el poder''.

Se presentó como el dirigente que traerá al PRI ''un cambio fresco'', porque ''ahora contamos con el método, la voluntad y la circunstancia para neutralizar toda forma de imposición cupular en el mando y evitar así que las tendencias tribales que afectan la política nacional vulneren nuestra vida interna''.

Más aún, se deslindó ''de toda forma de simulación, autoritarismo o de impunidad'', que calificó como ''formas que en el pasado afectaron nuestro desempeño político, hicieron que la militancia perdiera el control de su partido e hicieron incongruente nuestra práctica política con la transición y la nueva cultura democrática nacional en construcción''.

En adelante, su discurso se enfocó en sustentar la necesidad de construir un pacto político.

Los periodos de estabilidad y desarrollo en la historia nacional han sido precedidos, dijo, por el logro de acuerdos políticos ''socialmente incluyentes, pactados entre actores representativos''. La inestabilidad, resaltó, ha sido producto de la negativa de las elites políticas en turno a negociar, y que ''muchas veces se ensimismaron en disfrutar y mantener sus privilegios y en cerrarle el paso a los grupos rivales''.

A partir de que en las elecciones del 2 de julio se modificó el régimen político, dijo, se hace necesario ''alcanzar nuevos equilibrios'', sin importar cuántos partidos o grupos participen en la confección de un nuevo pacto político nacional.

''Lo que es claro es que sin ese pacto el país no podrá alcanzar una normalidad democrática. Un pacto que no le regatee a nadie la aceptación política y que, sin arriar banderas, defina un soporte amplio para un proyecto nacional extensamente compartido'', sostuvo.

Para Madrazo, de ese pacto depende que la normalidad democrática y la transición mexicana ''puedan concluir'', y señaló que gracias al proceso interno del 24 de febrero, la capacidad y calidad de interlocución del partido y sus dirigentes ''está favorablemente resuelta''.

En ese contexto convocó a otros partidos ''a cumplirle a México haciendo lo propio, y los esperamos para sentarnos con ellos, junto con el gobierno, a dialogar en la mesa de la República''.

Ese acuerdo, subrayó, debe conducir al país hacia la social democracia, porque ''México no puede garantizar gobernabilidad ni progreso si su destino transcurre entre la derecha, la ultraderecha, la izquierda o la ultraizquierda, y su política se realiza con partidos poco representativos, eclipsados por la entronización asfixiante de los grupos de interés''.

A pesar de que en los nueve días recientes las acusaciones entre uno y otro equipos que compitieron por la dirigencia priísta llegaron incluso al insulto, Madrazo afirmó que los priístas ''están contentos'' porque decidieron ''resolver en el consenso, en el acuerdo, en el entendimiento, una votación interna de la que salimos fortalecidos''.

Afirmó que en la tarea de reunificación, él y Gordillo no están solos. ''Estamos todos, todos somos más que dos y con todos el PRI podrá lograr su transformación.''

Por su parte, la secretaria general, Elba Esther Gordillo, citó a Tocqueville (lo escribió Torqueville en el discurso y lo pronunció como Troqueville) para afirmar que en la renovación de la dirigencia y la pugna por recuperar espacios electorales, el PRI no le apuesta al pasado.

Dijo que el partido no sustenta su esperanza de ganar la Presidencia de la República en 2006 en los errores de la actual administración. ''Seríamos ingenuos y mediocres si para avanzar confiáramos en los errores de nuestros adversarios, en vez de darnos a la tarea de construir nuestra propia fuerza, nuestra propia inteligencia'', expresó.

Al final de los discursos, y cuando la nueva clase política que ahora controla el PRI abandonaba el edificio de Insurgentes Norte, a Manuel El Meme Garza González se le preguntó:

-ƑPor qué no se fueron del partido?

-Es que afuera hace mucho frío -se sacudió El Meme.

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