No se ha consultado a la comunidad, afirma Drucker

Aceptarían científicos nueva ley en la materia si se descentraliza al Conacyt

ROBERTO GARDUÑO

De continuar sin apoyo la ciencia en México, sin una ley que la proteja, el país no podrá tener soberanía, sostuvo René Drucker Colín, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias y coordinador de Investigación Científica de la UNAM.

Durante la mesa redonda Ciencia y Soberanía, organizada por el PRD en la Cámara de Diputados, Martí Batres dijo que el desarrollo científico "está congelado", porque los organismos gubernamentales no le dan importancia a esa tarea.

En su intervención, René Drucker expuso que la iniciativa de ley de fomento gubernamental a la ciencia y a la tecnología, que está por presentarse en la Cámara de Diputados, "no se ha discutido con los científicos y se debe considerar su opinión, con el propósito de mejorarla y de que sea útil para un buen número de años". La legislación que propone el gobierno federal sería aceptada por la comunidad científica, si el Conacyt se convierte en un órgano descentralizado de la SEP, señaló Drucker, porque de esa manera se le ofrece al consejo la oportunidad de ser más autónomo y tomar decisiones que estén apegadas a las necesidades e intereses de la comunidad científica.

"El nuevo Conacyt estaría organizado de manera tal que participarían como miembros de su consejo general el Presidente de la República y varios secretarios de Estado. Nos preocupa mucho que esa ley diga que el Presidente de la República podrá invitar a participar en el consejo general a miembros de la comunidad científica. šEso, para nosotros, es inaceptable!"

El esquema de organización del Conacyt, añadió el científico, debería contemplar la invitación para el rector de la UNAM y los presidentes de las academias de Ciencias, Medicina e Ingeniería, con el propósito de que haya una representatividad de la comunidad científica y se pueda discutir sobre la política de ese sector en el país.

René Drucker manifestó que otro punto preocupante en el organigrama del Conacyt es que aparte del consejo general haya un consejo directivo muy amplio que no tenga ninguna función, "y menos queda claro el papel del órgano consultivo que la iniciativa de ley está proponiendo".

Además de los errores en esa legislación, que será discutida próximamente en el Congreso de la Unión, está el que la palabra universidad nunca aparece en el contenido general del documento; "es decir, las universidades no están consideradas en esta ley, y eso nos preocupa, porque casi 70 por ciento de la ciencia mexicana se hace en las universidades. No puede haber una ley en la que las universidades no estén consideradas. Es el mismo caso con el Sistema Nacional de Investigadores", resaltó.

Sobre el particular, el diputado Martí Batres sostuvo que el desarrollo científico del país "está congelado" y que los diversos órganos del Estado no le dan la importancia que tiene a la ciencia, en el proceso de transformación del país. Es más, argumentó, no se le considera como estratégica, lo cual representa un riesgo, porque con ello se potencian los rezagos, la dependencia y la subordinación.

"No se puede entender cómo México pueda dar un paso hacia el desarrollo sin la ciencia. Sin ese salto no habrá ninguna posibilidad de desarrollo soberano. Sería imposible hablar de soberanía sin una generación, una productividad científica consistente y propia", manifestó el coordinador de los perredistas en San Lázaro.