Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 27 de febrero de 2002
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Cultura

En el bicentenario de su natalicio fue declarado Ciudadano poblano de honor

Narrador, poeta, humanista, cada quien su Víctor Hugo

ARTURO JIMENEZ

Cada quien tiene su Víctor Hugo: el narrador, poeta y dramaturgo; el pensador, político y humanista visionario; el pintor, el traductor, el abuelo. El autor de Los miserables, de Nuestra Señora de París y de muchas otras obras importantes.

Ayer, cuando esa figura universal del siglo XIX cumplió 200 años de nacido y en medio de celebraciones que tienen su centro en Francia, se dieron a conocer en la ciudad de México las actividades para todo el país, que arrancaron hace unos días y culminarán en octubre: conferencias, mesas, talleres infantiles, concursos, lecturas, exposiciones, teatro, ediciones y rediciones, todo un universo que va desde la defensa de los derechos humanos hasta el lirismo de su obra literaria.

En 1863 Víctor Hugo (1802-1885) escribió desde su exilio en Jersey el texto Hombres de Puebla. De entrada les dijo: ''Tienen razón al creer que estoy con ustedes. No es Francia la que les hace la guerra, es el imperio. Ciertamente estoy con ustedes".

Y fue en la ciudad de Puebla donde ayer se le nombró Ciudadano poblano de honor, en un jardín que lleva su nombre. Víctor Hugo también dirigió un texto a Juárez para interceder por Maximiliano.

Durante el anuncio ayer en la Casa de Francia de las celebraciones mexicanas por el bicentenario de Víctor Hugo, participaron representantes de la UNAM y el Instituto de Cultura de la Ciudad de México, entre otras instancias.

Desde el siglo XIX para el XX

J.F. Kahn, presidente del comité para la celebración del bicentenario de Víctor Hugo, con sede en Francia, es autor de un texto retomado por los organizadores en México. Kahn escribe:

''El que, por vez primera en 1849, formuló el deseo de constituir los 'Estados Unidos de Europa'. El que toda su vida luchó en favor de la abolición de la pena de muerte y dedicó a esta causa un libro de una modernidad perturbadora: El último día de un condenado. El que reivindicó 'el derecho de la mujer', es decir, su liberación, su emancipación, su derecho al voto y la igualdad en la pareja. El que proclamó 'el derecho del niño'. El que, al lado de Víctor Schoelder, su amigo en el exilio, luchó por la abolición de la esclavitud.

''El que se opuso a toda forma de totalitarismo e hizo suyos los ideales democráticos; proclamó la intangibilidad de los derechos humanos, incluyendo el derecho al trabajo y a la educación; estigmatizó la intolerancia, el fanatismo y el racismo, defendió la libertad de prensa y se movilizó siempre en favor del derecho de los pueblos a gobernarse a sí mismos."

Durante el anuncio de las celebraciones del bicentenario, se reveló otra de sus facetas, más personal, la que le inspiraron sus nietos para escribir El arte de ser abuelo.

Sin embargo, en la Casa de Francia no se ponderó la actualidad y universalidad de la obra literaria de Víctor Hugo.

Las actividades comenzaron hace unos días por parte de la Alianza Francesa. Otras se realizan en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería y en los meses por venir se desarrollarán los programas de las otras instituciones.

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