Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 22 de febrero de 2002
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Política

Paco Ignacio Taibo II

Los huesos de Porfirio

Una tarde de mayo de 1911 el presidente derrocado, vestido de negro y con un sombrero panamá en la mano, frente al muelle veracruzano recibe el último homenaje de soldados federales, comandados, cómo no, por Victoriano Huerta.

Sus últimas palabras sobre suelo mexicano serían:

-Si México enfrentara dificultades, regresaría con gusto.

Luego habría de abordar el Ipiranga, mientras ilustres damas de la sociedad veracruzana lo despedían arrojándole flores, sonaban los 21 cañonazos y se entonaba el Himno Nacional.

Elige para su exilio nada menos que Francia (Ƒno era uno de los soldados que habían combatido la invasión francesa y el Imperio de Maximiliano, 45 años atrás?) y ahí habría de morir cuatro años más tarde.

Su promesa de feliz regreso había quedado incumplida. Sus restos reposan en un cementerio parisino, condenados al eterno exilio de la república que traicionó, expolió, saqueó y reprimió.

Hasta ahí, historia.

Y de repente, como es costumbre en México, la historia resurge a pedirnos cuentas o a contarnos cuentos, a iniciar una más de las muchas batallas simbólicas que han permitido ásperos fuegos cruzados en este último año de foxismo.

Hace un par de meses terminaba un artículo para La Jornada con una premonición: no ha de tardar en llegar el día en que intentarán traernos a México los huesos de don Porfirio. Y parece ser que la operación ya está en marcha.

El eje del proyecto es el ayuntamiento panista de Veracruz, donde se preparan celebraciones y festejos que incluyen la realización de un grupo escultórico dominado por la figura de Díaz, que supuestamente han de inaugurar el Presidente y algún personaje de la monarquía inglesa. Simultáneamente se pide extraoficialmente permiso para que los restos de Porfirio Díaz vengan a México.

Cuestionados los organizadores del proyecto, mostraron el cobre rápidamente: la historia no es como la cuentan: Díaz promovió el progreso. Invirtió millones de pesos en el puerto de Veracruz. Fue un benefactor. Era un general que combatió a los franceses. ƑCananea y Río Blanco? Un detalle. Si otros que no lo merecen tienen nombres de calles, Ƒpor qué no él?

Curiosamente desaparecía de las calles del puerto jarocho en estos mismos días, provocando la protesta ciudadana, el monumento a los marinos que defendieron Veracruz de los gringos en el 14.

ƑCasualidad o coherencia?

Los huesos de Porfirio Díaz no están en el exilio accidentalmente. Muchas veces se ha intentado traerlos y las reacciones ciudadanas lo han impedido.

A los herederos del ''progreso de Porfirio'' habría que recordarles que los huesos de Díaz permanecen en un exilio eterno que con ello exilia a los rurales, vestidos de rancheros endomingados, el terror del campo, el instrumento de los caciques.

Exilia el ''mátenlos en caliente'', de Veracruz, en 1879.

Exilia la memoria del hombre que dio la orden de encarcelar a los 600 indígenas que fueron a dar a San Juan de Ulúa y de los que sólo 30 salieron vivos.

Exilia los tiendas de raya en las haciendas. Castiga al promotor de la guerra de exterminio contra los yaquis y los mayas.

Aleja simbólicamente de nuestro país al carnicero de Tomochic.

Castiga el fraude electoral, la clausura y la corrupción de la prensa, las asonadas militares y las relecciones impuestas desde el poder.

Coloca en la lejanía, a la que tarde o temprano otros irán a dar, al creador de la nefasta idea de que el Estado es botín.

Obliga a la permanente distancia a un personaje que por traicionar, traicionó hasta a su compadre González, el único hombre que le hubo de ser fiel hasta la abyección.

Los huesos de don Porfirio están en París y ahí deben seguir, por más que los herederos de las damas porfirianas que los despidieron con flores quieran verlos de retorno.

Alerta, ciudadanos, la maltratada república está en peligro, el Ipiranga amenaza con retornar cargado de huesitos.

Si los dejamos, Ƒqué sigue? ƑRebautizar la Plaza de las Tres Culturas como Plaza Gustavo Díaz Ordaz? ƑY qué tal cambiar el nombre de Garibaldi por el de Benito Mussolini para que los mariachis mueran de tristeza? ƑPoner un stand de la Secretaría de Turismo en el Cerro de las Campanas que venda fotos con el verdadero autógrafo de Maximiliano?

Si tanto interés tienen los panistas jarochos en hacer monumentos ''bonitos'', Ƒpor qué no hacen una réplica del vapor, permiten que los chavos de las primarias lo aborden y jueguen en él sábados y domingos y le ponen abajo una placa: ''La república agradecida al vapor Ipiranga, por haberse llevado al dictador. Para no volver''?

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