Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 21 de febrero de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Espectáculos

TUMBANDO CAÑA

Ernesto Márquez

Slack, el nuevo reggae jamaiquino

HACE TRES DECADAS Bob Marley dio a conocer al mundo el reggae jamaiquino a través de temas candentes y letras de contenido político y fe religiosa. Hoy parece que eso ha cambiado, ya que el mercado está siendo invadido por una nueva corriente de reggae a la que llaman slack, cuya temática se sustenta en el uso de letras de contenido sexual violento que tiene inquietas a las buenas conciencias de la isla.

SI CON SLAVE driver (Conductor de esclavos) y Equal rights (Derechos igualitarios) Bob Marley y Peter Tosh despertaron conciencia entre sus seguidores, Yellowman (El Hombre Amarillo) y Lovindeer han destapado el pomo de la polémica con Enfermedades (canción que habla de chicas con gonorrea) y Pantyman (parodia del tema Candyman), respectivamente.

Y ESTO ES apenas la punta del iceberg del movimiento musical más polémico de los últimos tiempos en Jamaica.

EL SLACK, HIBRIDO musical que mezcla rap en inglés y creole con reggae, soca, ritmos pregrabados y le canta al sexo oral, nace en las barriadas marginales de Kingston (en esos mismos guetos donde proliferaron los juglares callejeros como Marley y Tosh), como forma de expresión de los jóvenes quienes, "huérfanos de ideología", no tienen más aspiraciones que adquirir un lujoso automóvil deportivo BMW para salir a conseguir chicas dispuestas a todo. Esto, a decir de sus críticos.

"LA MUSICA SLACK es completamente contraria a lo que Bob Marley o Peter Tosh hacían", sostiene Mutabaruka, poeta-músico, escritor e intérprete de temas sobre la esclavitud, el racismo y otras luchas de la raza negra. "Los jóvenes han perdido la esencia de lo que es nuestra cultura y nuestra religión (el rastafarismo), por eso hacen este tipo de cosas carentes de orden y sentido... Por eso duele. Duele saber que andan huérfanos de conciencia y, lo que es peor, de espíritu".

SIN EMBARGO, LOS promotores del slack dicen que la gente quiere olvidarse un poco de la política y de su tediosa rutina en cuanto cruza las puertas de un salón de baile.

"LA POLITICA ES una mierda", dice el rapero Sugar D. "Tienes que hacer canciones menos cutre y más divertidas. Un tipo de canción que aliviane a la gente, y hablar del sexo es lo más alivianado."

LOS DEFENSORES DEL slack sostienen que el sexo siempre ha formado parte de la música y que la diferencia es que ahora lo confrontan abiertamente, sin versiones editadas para el pudor de las clases medias.

"ES VULGAR, ES poderoso. Es lo que ama la gente del gueto", afirma Tony Soyemú, productor de los estudios Music Asylum. "Todavía hay quienes hacen reggae consciente, pero no tan exitoso a nivel comercial."

EL CONSEJO DE Carlen Samuels, del sello Tuff Gong, es que "si estás en el gueto y quieres salir de él y lucir como estrella en ese firmamento, debes ser atrevido y no tener ni pizca de remordimiento en lo que hagas".

SHABA RANKS, QUIEN creció en medio de las casuchas de Kingston, fue el primero en convirtir en realidad el sueño de miles de jóvenes del gueto al firmar un contrato millonario con la multinacional Sony. Gracias a ello su canción Un camión repleto de chicas se escuchó en todas las emisoras jamaiquinas mientras los reggaeceros ortodoxos cuestionaban tal difusión y los de la liga moralina se quejaban de que la música slack estuviera desmoronando la moral de la sociedad.

GRUPOS FEMINISTAS EN particular denunciaron que esas letras alentaban la violencia contra la mujer. Mientras que las jóvenes eran las más devotas admiradoras de estos intérpretes.

COMO GRAN PARADOJA surgió un puñado de cantautoras de la talla de Shelly Thunder y Sister Carol, cuyas escabrosas letras alarmaron a esas buenas conciencias que abogaban por ellas.

PARA ALGUNOS OBSERVADORES el tema del slack ha sido exagerado. Puntualizan que sólo es un brote inmaduro que no perdurará y que de ello se van a encargar los "verdaderos artistas", capaces de recurrir a una música romántica y de conciencia social.

ES ASI COMO aparece Josey Wales, "compositor consciente", quien, "cansado ya de esta moda", enarbola un tema para limpiar la ciudad de los salones de música slack. Pese a las buenas intenciones, la canción de Wales Slackness done fue desplazada de los sitios de popularidad por una oleada de composiciones slackeras, con lo que se demostró la penetración y fortaleza de esta música entre los jóvenes jamaiquinos.

[email protected]

[email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año