Ť Mejora clima bilateral
Acompañó Castro a Fox casi 12 de las 24 horas de la visita
JUAN MANUEL VENEGAS Y GERARDO ARREOLA ENVIADO Y CORRESPONSAL
La Habana, 4 de febrero. El presidente Fidel Castro llevó su decisión de impulsar personalmente las relaciones con México hasta el límite de acompañar a Vicente Fox durante cerca de 12 de las 24 horas que estuvo en La Habana el mandatario mexicano, quien el martes concluyó su visita de trabajo abriendo la embajada de su país a un grupo de activistas de la oposición, con los que conversó unos veinte minutos.
La imprevista incorporación del mandatario cubano a las actividades de Fox, que reveló una mejoría en el clima bilateral, se prolongó hasta la madrugada del martes, cuando concluyó la cena que ofreció el anfitrión a la delegación mexicana, en el Palacio de la Revolución.
Poco después de las 8 de la mañana, Fox, el canciller Jorge G. Castañeda y el subsecretario de Relaciones Exteriores, Gustavo Iruegas, entre otros funcionarios, recibieron a Elizardo Sánchez Santa Cruz, Oswaldo Payá Sardiñas, Raúl Rivero, Héctor Palacios, Oswaldo Alfonso, Martha Beatriz Roque y Manuel Cuesta Murúa, integrantes de diversos grupos de la ilegal pero tolerada oposición en la isla.
Fue la primera ocasión en que un presidente de México se entrevista en La Habana con opositores cubanos, aunque la segunda reunión de su tipo, después de la que sostuvieron en 1999 la entonces canciller Rosario Green y Sánchez Santa Cruz. El embajador Ricardo Pascoe, quien ha discrepado en público de la posición oficial sobre la relación con la disidencia, no estuvo en el encuentro, celebrado en una sala anexa a su despacho. Castañeda encargó como enlace de la misión mexicana con los activistas al diplomático Andrés Ordóñez, jefe de la cancillería.
De acuerdo con versiones de algunos asistentes, cada uno de los activistas, ubicados en círculo, habló de sus respectivas valoraciones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. Durante veinte minutos Fox los escuchó y, sin extenderse en opiniones, les deseó suerte en su tarea y les ofreció el apoyo del gobierno mexicano.
Los cubanos evocaron la posibilidad de que México ayude a propiciar excarcelaciones de presos políticos, como Vladimiro Roca, Oscar Elías Biscet y Francisco Chaviano. Sobre este punto, Sánchez Santa Cruz dijo tener "la certidumbre absoluta de que la democracia mexicana ha hecho algún planteamiento concreto al gobierno de Cuba, y confío en que el gobierno de Cuba dé la respuesta que todos esperamos".
El mandatario se retiró y Castañeda siguió con el grupo otros veinte minutos. El canciller indicó que cualquier asunto que les resultara de interés podrían exponerlo libremente al gobierno mexicano, a través de la embajada.
Fox asistió más tarde a un desayuno con empresarios y estudiantes mexicanos que viven en Cuba, en la residencia del embajador Pascoe. De ahí salió al aeropuerto, donde lo despidió el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.
En la terminal aérea, el ministro cubano señaló a la prensa que la visita de Fox era un "aporte positivo" a las relaciones bilaterales y que su gobierno estaba muy satisfecho por sus resultados, surgidos en un ambiente "cordial y respetuoso".
