Ť El premier italiano se reunió con dos ex prostitutas

Berlusconi, absuelto en caso de difamación a jueces de Palermo

AFP Y REUTERS

Roma, 17 de enero. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue absuelto este jueves en un caso de difamación a magistrados de la fiscalía de Palermo (Sicilia, sur), informó una fuente judicial.

Los magistrados de Palermo interpusieron una querella después de la difusión de un artículo el 10 de marzo de 1999 en el periódico Corriere della Sera.

Berlusconi, presidente del partido Forza Italia, que por entonces estaba en la oposición, concedió una entrevista titulada "Berlusconi: los demócratas de izquierda (en el poder en aquella fecha) utilizan a los magistrados con fines políticos".

La absolución fue emitida por el juez Guido Salvini, quien estimó que las declaraciones de Berlusconi fueron realizadas como "una crítica política".

El impartidor de justicia agregó que los magistrados pudieron haber "respondido, ya fuese de forma personal o a través de sus asociaciones profesionales", y consideró además que no había motivos para procesar a la periodista que hizo la entrevista.

Poco antes de que se conociera la decisión judicial, Berlusconi, quien declaró la guerra contra la prostitución callejera, se reunió con dos ex trabajadoras sexuales y se sintió tan conmovido por sus historias personales que les regaló 5 millones de liras (2 mil 286 dólares).

Un sacerdote que realiza una campaña para que se declare ilegales a las prostitutas extranjeras en Italia llevó a las dos jóvenes de Europa oriental al despacho del primer ministro para que escuchara por sí mismo por qué se vieron obligadas a ejercer la prostitución.

"Se estremeció con los relatos de estas dos jóvenes y se emocionó hasta las lágrimas", dijo el sacerdote Oreste Benzi a los periodistas. Agregó que Berlusconi le dio a las jóvenes dinero porque se dio cuenta que eran sumamente pobres.

Anteriormente, este mes, Berlusconi de-nunció a las prostitutas italianas y dijo que estaba avergonzado de salir en automóvil con sus hijos porque había muchísimas jóvenes ejerciendo el comercio sexual.

Las prostitutas, muchas de las cuales provienen de Europa oriental y Africa, son co-munes en Italia. Hay de 50 mil a 70 mil mujeres en las calles del país ejerciendo la prostitución.

El primer ministro dijo que la solución podría ser derogar una ley de 1958 que prohibió los burdeles y tratar de regularizar el comercio. Sin embargo, la sugerencia dio lugar a una reacción de la Iglesia católica.

Benzi, veterano activista contra la prostitución, dijo a Berlusconi que la única ma-nera de sacar a las prostitutas de las calles era prohibiendo que los italianos soliciten los servicios sexuales de las extranjeras.

"Hay muy pocas italianas que trabajan como prostitutas y están controladas por personas muy importantes. Son libres y ganan entre un millón y 4 millones de liras todos los fines de semana", dijo.

Las prostitutas extranjeras, por el contrario, caen en las manos de individuos inescrupulosos y son tratadas como esclavas, explicó. Se estima que 40 por ciento son menores de edad.

Benzi dijo que Berlusconi no quiso escuchar todos los detalles de los relatos de las prostitutas. "Tengo hijas de la misma edad", declaró el primer ministro.

Prometió que su gobierno se encargaría de atender el problema de la prostitución a la brevedad, y Benzi dijo que estaba convencido de que los burdeles no se legalizarían.

Si bien la prostitución es legal en Italia, explotar las ganancias de las trabajadoras sexuales es considerado ilegal.