Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 12 de diciembre de 2001
- -








Cultura
06aa1cul

MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Vilma Fuentes

La nueva cocina

Hace unos veinte años la esposa de uno de nuestros embajadores en París, excelente cocinera, decidió completar su instrucción culinaria inscribiéndose en la mejor escuela de cordons bleus de esta ciudad. Los cursos eran impartidos por grandes chefs, premiados con las estrellas tan difícilmente otorgadas por los árbitros gastronómicos de la guía Michelin.

Por desgracia para nuestra amiga -llamémosla Cristina-, la moda de la nueva cocina se hallaba en su apogeo. Desengrasar, volver a los productos naturales y recuperar los sabores puros eran la moda, en nombre de la salud, la línea, la ecología y la política uniforme. ƑNo acechaban en cada gramo de más el colesterol, la diabetes, un infarto y una rica gama de nuevas enfermedades que se descubrían a diario gracias a los progresos de la ciencia? Las modelos más caras eran cada vez más flacas, rozando un raquitismo que nunca dejó claro si se trataba de una alusión a las hambrunas en el mundo o de conmemorar a las víctimas de los campos de concentración. Pero gracias a las virtudes de la nouvelle cuisine podía uno morirse de hambre, pero rebozante de salud.

Me tocó ver a Cristina utilizar tres rosbifs del mejor filete para preparar un jugo de carne. El producto natural fue desgrasado hasta volatilizarse y dar tres tacitas del delicado elíxir. Dudando de mis papilas, no me atreví a pensar que hubiese dado igual hervir en un litro de agua un cubo de consomé.

Al mismo tiempo aparecieron los "nuevos filósofos". De alguna manera, ellos también se dieron a la tarea de desengrasar la filosofía de las ideas estorbosas a una lógica anémica y, poco a poco, de cualquier asomo de pensamiento que pudiese hacer avanzar un ápice la cuestión filosófica.

Al origen de esa fascinación por lo "nuevo" se hallaban, acaso, el envejecimiento reiterado desde hace algunos siglos de la "modernidad", la negación de la nostalgia y el espanto de una vejez prematura. La escuela del nouveau roman nace de las cenizas de lo viejo: se exorciza la trama, se condena la anécdota, se excomulgan los personajes. Las palabras se desengrasan de significados: la vacuidad. Proceso de construcción-destrucción, donde los sentimientos se rechazan con la contagiosa virulencia que provoca un virus. Pero como el desengrasado de la escritura no deja casi nada, por no decir nada, y hay que llenar, como diría Macedonio Fernández, ese vacío aunque no sea más que con otro vacío para tratar de abrir el apetito del lector, no queda más remedio que contar la receta del guisado, si es posible con una cucharadita de comino y modestia autocrítica con que el autor se interumpe.

Sin embargo, como no puede crearse nada completamente inédito, los fanáticos de lo "nuevo" se ven obligados a utilizar lo que ya existe. Se "modernizan" Shakespeare, Lope, Molière... con música de rock, vestimentas al último grito de la moda, automóviles del año, expresiones en voga. Y para mostrar al espectador un moderno escepticismo, se dejan ver los ensayos y la actividad en bambalinas.

El último ejemplo de este envejecido fenómeno de lo "nuevo" es la filmación de La Tosca, dirigida por Benoit Jacquot, quien reconoce, en el fondo con candor, que no es "un fanático de la ópera". Según él, en un deseo de autenticidad, decidió alejarse de las convenciones y filmar las gravaciones de orquesta y cantantes en estudio, escenas que forman parte de la película e irrumpen, varias veces, en momentos plenos de pasión. A esto se agregan flashbacks sin sentido y diálogos entre los cantantes al mismo tiempo que se escuchan sus voces entonando las palabras de la ópera de Puccini. Como si el director tuviese miedo de que lo acusasen de anticuado, corta la emoción de la música y de la acción en varias escenas, cuando llegan al paroxismo. Temor, tal vez también, de las posibles comparaciones con la espléndida Tosca de Visconti con María Callas. Así, para hacer algo "nuevo", el exterior de los lugares reales -el palacio Farnese y el castillo San Angelo- son filmados con una cámara que da una imagen difusa. Y el vestido azul de la Callas se transforma en un vestido rojo. Por fortuna, los cantantes salvan la película con sus voces -Angela Gheorghiu y Roberto Alagna-, y, además de con su canto, con la fuerza de su actuación, en el papel de Scarpia, Ruggero Raimondi.

No obstante, la Tosca sale indemne, como sucede con las obras maestras que resisten a cualquier readaptación, director, vestuario, cantantes, actores. Su música, el paroxismo que alcanza, deja una huella imborrable a pesar de todos los percances.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año

. DisplayAds ("nota_cultura.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom1"); . DisplayAds ("nota_cultura.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom2"); . DisplayAds ("nota_cultura.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom3"); . DisplayAds ("nota_cultura.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!BottomRight");
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Francisco Petrarca 118 Col. Chapultepec Morales
delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570
Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54
La Jornada Virtual
Coordinación de Publicidad
Lic. Carlos Mendez Orozco
Lago Estefania #31, 2do Piso, Col. Granada, C.P. 11520, México DF
Tel. 55.31.98.63 y 55.31.97.81