MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Organismos ambientalistas y campesinos piden se suspenda la importación del grano

Presentan denuncia por contaminación de maíz transgénico

ANGELICA ENCISO L.

Organizaciones ambientalistas y campesinas presentaron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente Profepa) por la contaminación de maíz transgénico en los cultivos de la sierra norte de Oaxaca. Argumentaron que hay incumplimiento en diversos artículos de la Convención sobre Diversidad Biológica, de la Ley Ambiental y del Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados.

En tanto, el especialista del Cinvestav, Juan Pablo Martínez, afirmó que las evidencias científicas indican que el maíz transgénico no ocasiona daños a la salud ni al medio ambiente, además de que descartó que se pueda dar una "contaminación" en las siembras. Dijo que este grano no tiene vida silvestre, sino que actúa siempre por la mano del hombre.

Sin embargo, ante estudios que realizaron el especialista mexicano Ignacio Chapela y el Instituto Nacional de Ecología (INE), organismo desconcentrado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, presentaron la denuncia la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC), Greenpeace, el Grupo de Estudios Ambientales (GEA), el Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (Ceccam), la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA) y Alejandro Nadal, investigador de El Colegio de México.

En el documento señalaron como responsables de la contaminación de los cultivos de maíz a las secretarías de Agricultura, Medio Ambiente y Economía, así como a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) y al INE.

Pidieron a la Profepa recomiende a las secretarías de Agricultura y Economía decreten la suspensión de la importación del grano transgénico de Estados Unidos, la cual es fuente directa de contaminación del maíz; que se suspenda la liberación de estos productos en México mientras no haya un marco legislativo adecuado y consensuado; que se legisle en materia de bioseguridad y se revise el acuerdo de la creación de la Cibiogem para que funcione como un ente público capaz de dictar políticas, coordinar acciones y tener fuerza vinculatoria con otras instituciones.

En conferencia de prensa, Víctor Suárez, de la ANEC, dijo que la justificación del gobierno para importar es que la producción interna de 18 millones de toneladas no satisface la demanda, que asciende a 23 millones de toneladas. Sin embargo, este consumo se podría satisfacer si se incrementa el rendimiento por hectárea, que actualmente es de 2 toneladas en promedio.

Detalló que este año las importaciones de maíz -de las cuales una tercera parte corresponde a transgénicos- llegaron a los 6 millones de toneladas, mientras la cuota del TLC establecía un límite de 3 millones, y para el año próximo serán 3.1 millones. Agregó que desde Maseca hasta Diconsa prefieren comprar maíz en el exterior debido al bajo precio de las importaciones, con lo que desplazan del mercado la producción mexicana.

Por su parte, Ana de Ita, del Ceccam, advirtió el hecho de que México asume una doble política, porque por un lado mantiene una moratoria para el cultivo de maíz transgénico, pero permite que ingrese, ya que no ha solicitado la separación entre el grano tradicional y el modificado genéticamente.

Detalló que Estados Unidos cultiva 32 millones de hectáreas de maíz, de las cuales 8 millones corresponden a transgénico, por lo que se estima que una tercera parte de lo que entra al país a través de importaciones es de este tipo. Las organizaciones no descartaron presentar una queja ante la CNDH, debido a que se viola el derecho humano fundamental de una alimentación sana.

Entre los artículos que se violaron de la Convención de Diversidad Biológica (CDB) está el que refiere que el gobierno mexicano debe "establecer o mantener medios para regular, administrar o controlar los riesgos derivados de la utilización y la liberación de organismos vivos modificados como resultado de la biotecnología, que es probable tengan repercusiones ambientales adversas que pueden afectar la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica, teniendo también en cuenta los riesgos para la salud".

Por otro lado, el especialista del Cinvestav dijo que la producción de maíz está limitada por los problemas de sequía y la pobreza de suelos, "la biotecnología es una forma de mejorar la producción". Aseguró que los datos científicos permiten sostener que los transgénicos no ocasionan "daños a la salud ni al medio ambiente", y que ayudan a reducir los costos de producción.