MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Salir de la "crisis heredada" ha sido más duro de lo que imaginé, dice De la Rúa

Ola de protestas y bloqueos en repudio a la bancarización de la economía en Argentina

Ť Este viernes habrá un vencimiento de deuda y se ignora cómo responderá el gobierno

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 11 de diciembre. Una ola de protestas y manifestaciones vivía hoy Argentina contra las duras medidas de bancarización de la economía que han confiscado virtualmente los salarios depositados en los bancos y las cuentas de ahorro, y las que suspendieron las exenciones fiscales que buscaban sacar al país de una larga recesión.

Comerciantes desesperados cortaron una importante avenida de esta ciudad, se llevaban a cabo protestas en varios sectores capitalinos y de la provincia de Buenos Aires -los bailarines del teatro Colón protestaron bailando en la calle- y la suspensión de las exenciones fiscales unía a industriales, empresarios, sindicalistas, productores rurales y políticos.

Las largas colas en las puertas de los bancos continuaban igual que desde el dictado de las medidas hace casi dos semanas, pero la gente seguía sin poder sacar los 250 dólares (igual pesos), que había anunciado el gobierno como cifra semanal. En general los cajeros no dan esa cifra en dólares, y tampoco se puede lograr en pesos.

Un grupo de jubilados tomó la sede del PAMI, la obra social que debe atenderlos y que esta virtualmente paralizada. Un jubilado llorando a la puerta de un banco relató que hace días intenta cobrar su pensión y que ahora está decidido a permanecer en el lugar "antes de que decidan llevarse mi dinero".

Además, a pesar de que el gobierno aseguró que se pueden realizar operaciones de compras de autos y propiedades, nadie logra ponerse de acuerdo en cómo serán girados los cheques bancarios.

Sindicatos podrían parar 48 horas

El paro general convocado para este jueves por todas las centrales sindicales amenaza con ser uno de los más "exitosos", y dirigentes sindicales advirtieron además que la próxima semana podrían parar durante 48 horas.

Pero antes, mañana, será el turno de los cacerolazos, apagones y otras manifestaciones de profesionales, comerciantes y productores agrícolas. También la Confederación General del Trabajo (CGT) rebelde, liderada por el camionero Hugo Moyano, marchará este miércoles a la céntrica Plaza de Mayo, y la Central Argentina de Trabajadores lo hará hacia el Congreso, en demanda del cese de la "confiscación de los salarios" dispuesta por el gobierno del presidente Fernando de la Rúa.

Ambas centrales sindicales se unirán con la CGT ortodoxa en el paro general de 24 horas, que está recibiendo el apoyo de todos los sectores afectados por los nuevos ajustes. Ni los diplomáticos acreditados aquí estan a salvo de la congelación de sus cuentas bancarias.

La angustia está en todas partes. Nadie cree al ministro de Economía, Domingo Cavallo, que cada día introduce cambios en las medidas y algunos medios periodísticos también juegan al tremendismo advirtiendo que no hay reservas en el Banco Central y que la banca está a punto de colapsar ante la falta de dinero.

Imbuido de superpoderes que le dio el Congreso en su momento, Cavallo actúa según los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que no se decide a enviar los mil 260 millones de dolares prometidos al país que siguió todas sus recetas y en su momento fue elogiado como "el mejor alumno".

El próximo viernes habrá un vencimiento de la deuda y nadie sabe qué hará entonces el gobierno, pero todos temen lo peor. La gente exige que se actúe con los dineros argentinos mandados al exterior, que podrían llegar a los 140 mil millones de dólares, en lugar de que una vez más paguen los "de siempre".

El secretario general de la CGT ortodoxa, Rodolfo Daer, sostuvo hoy que el presidente Fernando de la Rúa sigue aislándose, "apoyado en una sola persona, que es el ministro Cavallo, la única voz que escucha". Y advirtió que ese aislamiento lo lleva a una situación que pone en peligro al gobierno democrático.

También dijo -y en esto coincide con el resto de los sindicalistas- que no asistirá a ninguna convocatoria de concertación, mientras no cese la confiscación salarial dispuesta el pasado 1o. de diciembre.

En la provincia de Mendoza, De la Rúa hizo una autocrítica de su gestión -que ayer cumplió dos años- al reconocer que resultó mucho más duro salir de la crisis heredada del anterior gobierno, de lo que había imaginado.

En el ámbito judicial, el juez Martin Silva Garretón, quien ya había fallado en una resolución por la cual se debía pagar el sueldo completo a una diputada, marcando un antecedente jurídico, determinó hoy que se debe pagar a los maestros su salario en forma total, ante una demanda de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). La secretaria general de esta organización, Marta Maffei, dijo hoy que el gobierno se ha colocado en la ilegalidad al tomar esta medida. Maffei fue a notificar al Banco Central de la resolución judicial, ya que hasta ahora esta institución no ha obedecido a las anteriores disposiciones judiciales, y señaló que el "salario es propiedad de quien lo ganó", y por lo tanto los decretos que disponen de éstos "son absolutamente inconstitucionales".

Pero a la sombra de toda esta situación, muchas empresas están despidiendo trabajadores o rebajando salarios antes de un posible blanqueo, mientras que las cifras oficiales del desempleo ya reconocerían un pico histórico de 20 por ciento, como habían adelantado los sindicatos.

Por su lado, Manuel Cabanellas, de Confederaciones Rurales Argentinas, dijo que "es lamentable que se pongan y saquen impuestos porque cuando uno siembra tiene una política tributaria, y cuando termina la cosecha otra", al definir la dramática situación de ese sector. También la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) advirtió que las últimas medidas de Cavallo producirán un grave daño a la industria automotriz argentina, con aumento de costos, precios, caídas en las ventas y despidos en ese sector.

La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) subrayó por su lado que "la caída del convenio de competitividad significaría un golpe de gracia para la destrucción de nuestras industrias y el cierre de miles de fuentes de trabajo".