MIERCOLES Ť 12 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť La medida fue presentada como arma importante en la lucha contra el terrorismo

Italia levanta el veto a la creación de una orden de arresto válida en toda la UE

Ť El nuevo acuerdo podría entrar en vigor en 2004 y evitará largos procesos de extradición

REUTERS

Bruselas, 11 de diciembre. Italia cedió este martes ante intensas presiones de sus socios de la Unión Europea (UE), y dijo que levantará su veto a la creación de una orden de arresto válida en todos los países de la Unión, presentada como una importante arma en la lucha contra el terrorismo.

El primer ministro italiano, el derechista Silvio Berlusconi, cuyas objeciones al plan pusieron a Roma en riesgo de quedar aislada en el bloque de 15 países, revocó su posición tras sostener una conversación con su contraparte de Bélgica, Guy Verhofstadt.

"Italia acepta la orden de arresto europea como fue definida por los ministros de Justicia y del Interior el 6 de diciembre", dijo Berlusconi a la prensa, al leer una declaración.

Sin embargo, señaló que Italia tendrá que cambiar su Constitución para adaptarla a los nuevos procedimientos, al indicar que su país podría ser más lento que los otros 14 de la UE en implementar la llamada vía rápida para la orden de arresto. "Otras naciones han establecido el año 2004 como fecha para implementar ese acuerdo y esperamos una fecha aproximadamente alrededor de esa, aunque podría ser después", indicó el también magnate.

"Si no podemos cambiar la Constitución, entonces permaneceremos fuera de ese acuerdo... al igual que Gran Bretaña y otros han permanecido fuera del euro, por ejemplo", añadió el jefe degobierno italiano.

El primer ministro belga expresó satisfacción ante el cambio de posición de Berlusconi. "Estoy contento de que Italia junto al resto de los miembros de la UE aceptó la orden de arresto como fue presentada y definida por los ministros", dijo Verhofstadt.

Italia fue el único país de los quince que conforman la Unión Europea, que se pronunció contra la llamada "euro-orden", solicitando que delitos como corrupción, lavado de dinero y fraude sean suprimidos de la lista de 32 por los que se puede pedir la aplicación de la orden de captura y entrega en Europa.

Cooperación sin precedente

En los tres meses posteriores a los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, los 15 miembros de la UE acordaron, con rapidez sin precedente, un impulso radical a la cooperación judicial y policial, tradicionalmente un terreno exclusivo de los gobiernos nacionales.

Bajo la vía rápida del programa, las autoridades judiciales de cualquier Estado de la Unión Europea pueden emitir órdenes de arresto válidas en los otros países. Los sospechosos detenidos bajo esas órdenes deben ser entregados dentro de un plazo de 60 días al país que los busca.

Los tribunales en la nación donde se hace el arresto tendrán que lidiar sólo con el procedimiento y no con la esencia de las acusaciones, lo cual remplazará largos procedimientos bilaterales de extradición que pueden extenderse durante años.

Por ejemplo, le tomó seis años a Gran Bretaña acordar la entrega, en octubre, a Fracia del sospechoso argelino Rachid Ramda, buscado en conexión con una ola de atentados en 1995 en París, y aún no ha sido extraditado.

Sin embargo, las iniciativas antiterrorismo de la Unión Europea han provocado críticas de grupos de derechos humanos que temen que las libertades civiles se vean socavadas por un emergente "estado policial europeo".

La semana pasada la Unión Europea adoptó una definición común de terrorismo y una lista de grupos terroristas, medidas que facilitarán la cooperación legal entre los estados miembros. A diferencia del Departamento de Estado de Estados Unidos, la UE no hará pública su lista. Los Quince también acordaron mejorar la seguridad de los aeropuertos y tomar medidas enérgicas contra el lavado de dinero, para cortar el financiamiento del terrorismo y el crimen organizado.

Al mismo tiempo, las agencias europeas del orden y la seguridad pública han trabajado en conjunto para cercar a sospechosos vinculados a la red Al Qaeda, del multimillonario de origen saudita Osama Bin Laden, señalado por Estados Unidos como responsable de los atentados del 11 de septiembre pasado.