Ť Suman 7 millones los millonarios y 425 los multimillonarios; 274 de estos últimos viven en EU

Pese a la recesión, en la actualidad hay más ricos que nunca en el mundo

Ť Poco menos del uno por ciento de la población del planeta controla un tercio de la riqueza
Ť Sólo 3 por ciento de esta selecta lista son de AL, pero poseen 12 por ciento de los activos

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 11 de diciembre. La recesión económica fue anunciada oficialmente hace un par de semanas, y con cifras alarmantes: el alza más alta de la tasa de desempleo desde 1980, un número sin precedente de bancarrotas empresariales y personales, entre ellas la quiebra de la empresa más grande que jamás se haya registrado, más gente que nunca solicitando asistencia alimentaria.

Pero en las páginas del New York Times la joyería Tiffany tiene un anuncio diario. Este lunes promocionaba un collar de diamantes y platino de un millón de dólares, y Van Cleef and Arpels vende una broche por sólo 31 mil dólares.

Obviamente no todos están su-friendo igual.

Claro que algunos ricos pierden más que algunos pobres, como una millonaria familia neoyorquina que invirtió 2 mil millones de dólares en acciones de la empresa Enron, alguna vez la séptima más grande de Estados Unidos, que acaba de declararse en quiebra y cuyas acciones se desplomaron de 90 dólares a 80 centavos.

El hombre más rico del mundo, Bill Gates, con una fortuna calculada hace dos años en 85 mil millones de dólares, sufrió también y el año pasado su fortuna bajó a 63 mil millones.

Pero hoy hay más ricos en el mundo que nunca, incluyendo a unos 7 millones de millonarios y 425 multimillonarios (con más de mil millones cada uno), y 274 de estos últimos residen en Estados Unidos, informa The Economist.

Entre ellos controlan cerca de un tercio de la riqueza del planeta. América Latina tiene sólo 3 por ciento de los millonarios, pero 12 por ciento de sus activos, de acuerdo con Merrill Lynch.

Al mismo tiempo la brecha entre pobres y ricos dentro de los países (tanto los más avanzados como los menos desarrollados) se amplió aún más durante el último auge económico.

Síndrome de riqueza repentina

Hay tantos nuevos ricos que hasta existe una nueva enfermedad sicológica, "síndrome de riqueza re-pentina". Hay encuestas que registran la ansiedad entre los ricos por los efectos nocivos de tener demasiada lana para sus hijos.

Por ejemplo una encuesta realizada en 2000 entre padres ricos sobre sus preocupaciones de tanta lana para sus hijos, 60 por ciento dijo creer que sus hijos pondrían demasiado énfasis en las cosas materiales y más de 55 por ciento se declaró preocupado de que sus hijos serían demasiado ingenuos en cuanto al valor del dinero.

Bancos y otras instituciones fi-nancieras ofrecen servicios de asesoría profesional para ayudar a los padres a enfrentar los graves problemas familiares generados por tener demasiado dinero.

Ahora, con la recesión, se avecina un tiempo peligroso, advierte la prestigiada revista internacional sobre asuntos económicos.

"Tales tiempos tienen su razón de ser cuando la ira por la desigualdad se presenta de frente, y empieza a tener consecuencias políticas y sociales, ya que en los buenos tiempos económicos hasta los pobres se sienten mejor. Pero en los malos los ricos podrán perder más dinero aunque los pobres pierden sus empleos, sus casas y hasta sus familias. ¿Y entonces hasta su aceptación de la manera en que funciona el sistema?", se-ñala The Economist.

Su receta: "Si son sabios, los ricos se comportarán de maneras que ayudarán a asegurar al resto de la población que la creciente desigualdad no es, por sí sola, un problema".

La revista recomienda que los estados ofrezcan una red de apoyo social para atender los problemas de salud y educación de los más pobres, con el apoyo filantrópico de los ricos, ya que está "en el interés de todos" que esta clase baja se integre a la sociedad.

Brinco de la tasa de desempleo

Pero para muchos, las preocupaciones y problemas de los ricos ayudan poco. Para los 800 mil es-tadunidenses que han perdido su empleo este año, el brinco en la tasa de desempleo registrada este mes ?el alza más grande desde 1980? es una realidad que es visible en el país más rico del mundo.

Por ejemplo, en Nueva York, aun antes del 11 de septiembre, más de un millón 500 mil neoyorquinos, entre ellos 510 mil niños, dependían de la caridad para evitar el hambre, lo que representa uno de cada cinco residentes, escribió la periodista Laura Flanders.

Los neoyorquinos que acudieron al sistema de albergues porque estaban sin casa ascendieron a 29 mil, un número sin precedente.

Después de los ataques suicidas del 11 de septiembre, Nueva York perdió aproximadamente 100 mil empleos y ahora, según sondeos recientes, 64 por ciento de las personas que acudieron a caridades para alimentos lo hicieron por primera ocasión.

La filantropía de los ricos no está resolviendo la carencia de alimento y vivienda en la ciudad más rica del mundo, y si aquí no lo pueden hacer, ¿dónde?

En Washington se debate un "paquete de estímulo económico", en el cual se propone reducir impuestos para los más ricos y brindar apoyos a empresas para enfrentar esta crisis, y sólo medidas muy limitadas para apoyar a las cientos de miles de personas que ahora se encuentran sin empleo, y todo lo que eso implica para los que sí dependen de un salario para vivir.

"Crisis" es una palabra relativa en el ámbito económico. Como advierte The Economist, para al-gunos es perder mucho dinero, tal vez tanto que en esta Navidad no podrán comprar el collar de Tiffany, y sólo regalarán el broche de Van Cleef and Arpels. Pero para otros es el fin de su mundo.