MARTES Ť 11 Ť DICIEMBRE Ť 2001

Ť Pagar por adelantado los servicios médicos sale más barato, asegura la Ssa

Hoy en marcha, el seguro popular de salud

Ť La gente que se afilie y no cuente con recursos podrá recibir subsidio de 100 por ciento

ANGELES CRUZ

Un cambio radical en la prestación de los servicios públicos de salud dará comienzo hoy con la puesta en marcha del seguro popular, el cual, con base en el pago por adelantado, es una de las principales estrategias del gobierno federal para ampliar la cobertura sanitaria y evitar el empobrecimiento de las familias que no tienen acceso a las instituciones de seguridad social.

Con un acto que tendrá lugar en Morelia, Michoacán, el presidente Vicente Fox anunciará el inicio de operaciones de 500 unidades médicas y la inauguración de alrededor de 70 más en 29 estados; la contratación de seis mil trabajadores de la salud, y la afiliación de familias de cinco entidades al seguro popular, para lo cual se invirtieron 134 millones de pesos.

Además, como parte de toda la estrategia federal de salud, el mandatario presentará la Carta de Derechos de los Pacientes.

A principios del sexenio, el secretario de Salud, Julio Frenk Mora, llamó la atención sobre los gastos ''catastróficos" que enfrenta la población abierta al momento de curar sus enfermedades; la postergación e incluso cancelación de posibilidades de acceder al servicio médico por falta de recursos económicos, y ubicó la protección financiera entre los tres retos de la actual administración. Los otros son la calidad y la equidad de los servicios sanitarios.

Dentro de la protección financiera se inscribe la estrategia del seguro popular de salud. Uno de sus principales objetivos es lograr que el pago de bolsillo que actualmente realizan las personas que no tienen acceso a las instituciones de seguridad social se convierta en prepago o pago por adelantado.

Con el seguro popular de salud, la secretaría que dirige Frenk Mora también pretende "poner reglas claras" en el sistema, que por ahora se maneja por cuestiones implícitas; es decir, existen los centros de salud y hospitales de esta dependencia por los que los usuarios pagan una cuota de recuperación, pero no están definidos sus derechos ni las obligaciones de las instituciones. De ahí que -por ejemplo- los pacientes tengan que comprar los medicamentos, incluso para quienes se encuentran hospitalizados.

Familias en riesgo de empobrecer

De acuerdo con información oficial, en México alrededor de 45 millones de personas no están afiliadas a la seguridad social, y cada año entre 2 y 3 millones de familias corren el peligro de empobrecer debido a los gastos excesivos en salud.

Por eso y en virtud de que la Ssa es la responsable del cuidado de la salud de este sector de la población, principalmente de los grupos vulnerables, se diseñó el programa del seguro popular.

La estrategia se aplicará en las zonas urbano-marginales, donde ya existe alguna infraestructura de servicios de la Ssa. Como parte de la primera etapa, la dependencia identificó esas unidades médicas (centros de salud y hospitales de segundo nivel) y las incluyó en un programa de reforzamiento, por medio del cual se pondrán a trabajar las obras ya concluidas, pero que por falta de recursos económicos habían estado paradas; se completará la plantilla del personal médico y de enfermería, y se les abastecerá de los medicamentos necesarios para prestar los servicios.

Para ello, el gobierno federal tansfirió a los gobiernos de los estados 134 millones de pesos, una parte de los cuales se dirigió a las entidades donde hoy se anuncia el comienzo del seguro popular: Aguascalientes, Campeche, Colima, Jalisco y Tabasco.

Los datos de la Ssa explican que a partir de esta semana y hasta los primeros meses de 2002 se afiliarán de manera voluntaria 50 mil familias de las áreas urbano-marginales de esas entidades. Mediante el seguro popular, las personas inscritas tendrán garantizada la atención médica de primer y segundo niveles; los medicamentos; estudios de laboratorio, y cirugías de las enfermedades agudas más comunes.

Una parte de la inversión inicial de 134 millones de pesos se distribuyó en esos cinco estados, los que además recibieron 8 millones de pesos para garantizar el suministro de medicinas hasta marzo o abril. Los recursos necesarios para completar el abasto de fármacos el próximo año provendrán del presupuesto que apruebe el Congreso de la Unión en los siguientes días.

Con el resto del dinero señalado se cubrieron los gastos de reforzamiento de las más de 500 unidades médicas de 29 estados que hoy pondrá en marcha el jefe del Ejecutivo. La mayoría de ellas funcionaba a 10 o 20 por ciento de su capacidad por falta de recursos económicos.

Por ahora quedaron fuera del programa Baja California, Baja California Sur y Distrito Federal.

En los próximos años la totalidad del país podrá acceder al seguro popular, señala información de la Ssa, aunque aclara que dependerá de la cantidad de dinero con que cuente el gobierno federal para financiar el programa, de la disposición de los gobiernos de los estados para participar y de la voluntad de los ciudadanos para afiliarse.

Con respecto al presupuesto, los datos de la Ssa indican que para 2002 solicitó la aprobación de 675 millones de pesos, que se destinarían al seguro popular y con los cuales se alcanzarían a pagar los requerimientos médicos de 300 mil familias.

El seguro popular dispondrá de la aportación federal y de la cuota que cada familia pueda aportar de acuerdo con su nivel socioeconómico. La Ssa parte de la idea de que muchas de las familias que podrían afiliarse tienen ingresos económicos medios y altos, los que podrían pagar una parte o la totalidad del costo del servicio médico.

Existe otro sector, aún no cuantificado, que definitivamente no podría aportar ningún dinero al fondo del seguro popular, y a éste se le subsidiaría 100 por ciento.

El reto de la Ssa es convencer a la gente sana de las bondades del seguro popular, principalmente porque la estrategia no se concibió como un "seguro para los pobres", y al final se busca que sea un instrumento autofinanciable, similar a los seguros privados.

De acuerdo con las estimaciones de la Ssa, pagar por adelantado por los servicios de salud sale más barato. El paciente tiene la posibilidad de elegir cuál es el servicio que quiere para cuando esté enfermo y, sobre todo, que tiene garantizado el abasto de medicamentos y, en su caso, la transferencia al segundo nivel de atención.

Todos los recursos económicos del seguro popular se acumularán en el Fondo Prosalud. En un principio será de carácter nacional, y dependiendo de la forma en que avance el programa se decidirá si se regionaliza o se entrega a cada uno de los estados para su operación.