Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 11 de diciembre de 2001
- -








Política
025a2pol

martes Ť 11 Ť diciembre Ť 2001

Alberto Aziz Nassif

El Presidente y su partido

Los encuentros y los abrazos del presidente Fox con su partido durante las asambleas han terminado, en la vida cotidiana, en desencuentros y desconfianza. Nada asegura que vaya a ser distinta la experiencia de este fin de semana en Querétaro durante la 13 asamblea nacional extraordinaria. En los discursos hay mucha emotividad, abrazos para las fotos y palabras cálidas, pero detrás siguen las estrategias de poder: el PAN reclama posiciones al Presidente y el gobierno camina con un partido distante, ésa ha sido la mecánica durante todo el primer año de gobierno.

El presidente Fox dijo el domingo pasado que su gobierno y el PAN ya habían encontrado la fórmula para tener una relación "sana" y "cohesionada". Se habló de equipo y de soporte; sin embargo, no se conocieron los términos de esta nueva relación, simplemente se volvió a señalar que los medios de comunicación son los que ponen en duda la confianza, que supuestamente debe haber entre partido y gobierno.

Desde que el PAN empezó a ganar puestos de elección popular y emprendió su llegada al gobierno, la relación entre partido y Ejecutivo (presidentes municipales, gobernadores y Presidente de la República) ha sido complicada, muchas veces conflictiva; pocas ocasiones ha habido coordinación de proyectos. Cuando la relación funciona es porque la coalición de gobierno y la de partido coinciden, lo cual no sucede frecuentemente. Durante todo el primer año de gobierno resulta un hecho que la coalición del gobierno foxista no coincide con la de la dirigencia del panismo. Se tuvo que llegar al extremo de formar un grupo para limar los malestares entre partido y gobierno, salida que difícilmente resuelve el problema de fondo, es decir, la confrontación por el poder entre los grupos panistas.

Podemos establecer una hipótesis: en el panismo hay segmentos que coinciden con grupos y liderazgos, y que en las últimas dos décadas han producido a los gobernantes panistas; se trata de líderes que vienen del sector privado, muchos de ellos de origen empresarial, otros simplemente administradores; es la veta de Clouthier, Medina, Fox, Barrio, Ruffo, etcétera. Otros grupos provienen de profesiones como la abogacía, la administración, la filosofía, y dentro de sus diferencias son panistas que tienen en común haber nacido en el PAN, familia y tradición política se unen al origen, y su actividad básica en el partido ha sido el trabajo parlamentario y el mismo partido; son los encargados de poner por delante la doctrina. Por razones diversas estos dos grupos suelen tener posiciones encontradas que llevan a los enfrentamientos entre partido y gobierno. Estos grupos han reclamado a Fox y a su gobierno que no tienen suficientes panistas entre sus filas; y más que una crítica de rumbo, de proyecto o de política, lo que quieren son más posiciones.

Hay una especie de trauma sobre lo que fueron las relaciones entre el gobierno y el PRI y lo que llegó a ser uno de los partidos de Estado más viejos del mundo. El presidencialismo dominaba un partido disciplinado, con mayoría en el Congreso de la Unión y locales, con todos los gobernadores y la mayoría de los municipios del país. Ni Fox ni el PAN podrían repetir el esquema, aunque se empeñara en hacerlo. Estamos en una época de gobiernos divididos, de mayorías frágiles y de reparto de territorios en un sistema variable de pluralismo partidista.

El aprendizaje del foxismo ha sido duro y muchas veces frustrante, porque pasa el tiempo y no hay todavía mejora sustancial en la operación política. Incluso en la decimotercera asamblea el Presidente prometió al panismo que pronto empezarían a caer "peces gordos" del viejo régimen, cuando unos días antes el contralor de la Federación señaló que no había pruebas para inculpar a altos funcionarios. No sólo hay contradicciones, sino que se sigue pensando que gobernar es dar la nota, como dicen los periodistas; con estos giros el presidente Fox sigue gastando el capital político y debilita su credibilidad. Por la otra, el PAN también ha tenido que entrar en un proceso de aprendizaje, menos reconocido que el gubernamental, pero igual de necesario.

El Presidente y su partido no han demostrado hasta ahora que tengan una fórmula eficiente de relación. Por lo pronto, el Ejecutivo pide ayuda al PAN para sacar adelante su proyecto fiscal y el presupuesto, y el partido se asume como el apoyo presidencial; pero ninguno de los dos sabe en realidad cómo hacer una estrategia común de gobierno. El foxismo demanda apoyo, sobre todo parlamentario, y el PAN quiere más posiciones, pero al mismo tiempo, desea seguir con la autonomía que tienen los partidos de oposición.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año

. DisplayAds ("nota_politica.html", "TopLeft,TopRight,Top1,Top2,Top3,x01,x02,x03,x04,x05,x06,x07,x08,BottomLeft,Bottom1,Bottom2,Bottom3,BottomRight!Bottom1"); . . .
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Francisco Petrarca 118 Col. Chapultepec Morales
delegación Miguel Hidalgo México D.F. C.P. 11570
Teléfono (525) 262-43-00, FAX (525) 262-43-56 y 262-43-54
La Jornada Virtual
Coordinación de Publicidad
Lic. Carlos Mendez Orozco
Lago Estefania #31, 2do Piso, Col. Granada, C.P. 11520, México DF
Tel. 55.31.98.63 y 55.31.97.81