Lunes en la Ciencia, 10 de septiembre del 2001



 

ƑQué tan dañino para nuestra salud resulta tomar medicinas?

Nuevos medicamentos, viejos males

Mirna Servín

Cualquiera dudaría en tomar una pastilla para combatir algún malestar que, aunque lo aliviara, pudiera provocar uno o varios daños de igual o peor magnitud al que se quería contrarrestar.

La industria farmacéutica lo sabe y cada año invierte millones de dólares en crear nuevos medicamentos cada vez más eficaces y con un menor número de efectos secundarios no deseados en el organismo.

Aun cuando los resultados de esta inversión ya se encuentran en los anaqueles de las farmacias, introducir una sustancia al organismo, esperando que actúe sólo en el lugar requerido y en la forma en la que se planeó, aún es uno de los grandes retos de la investigación farmacológica.

farmacosTarea que si bien ha dado alivio a los pacientes, también ha generado una serie de consecuencias a la salud ųy al bolsillo del usuarioų que hoy se convierten en una alerta para su prescripción y uso.

Este es el caso de las analgésicos "tipo aspirina" que se utilizan generalmente para combatir la inflamación y el dolor. Estos son considerados como los agentes terapéuticos más ampliamente utilizados en todo el mundo, con un gasto de cerca de 2 mil millones de dólares por año tan sólo en Estados Unidos.

Desafortunadamente, aunque son medicamentos efectivos, también ocasionan efectos adversos como dolor abdominal, gastritis, úlceras, náuseas y daño renal, entre los principales.

Sus efectos gastrointestinales son tan graves que se ha estimado que de 10 a 20 por ciento de los pacientes que toman analgésicos antinflamatorios de manera regular, sufren de úlcera gástrica, lo que conduce a 107 mil hospitalizaciones y 16 mil 500 muertes por año en Estados Unidos, de acuerdo con datos proporcionados por el doctor Vinicio Granados, investigador del departamento de farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del IPN.

En México no hay registros sobre el uso de estos medicamentos y sus complicaciones en la población.

Aunque el uso de la aspirina se remonta al siglo XIX ųcomo uno de los primeros remedios que se utilizaron para aliviar el dolor, junto con la morfinaų fue hasta los 70 que se conoció que los componentes de la pastilla inhibían la producción de prostaglandinas, mediante el bloqueo de una proteína llamada cicloxigenasa (COX).

El reporte donde el inglés John R. Vane anunció este mecanismo por el cual actuaban las drogas tipo aspirina, le valió posteriormente el Premio Nobel en 1982, junto a otros científicos. Esta información prevaleció hasta principio de los 90, cuando otro grupo de investigación reportó que los fármacos que alivian el dolor en realidad actuaban sobre 2 tipos de proteínas COX, una que se encontraba siempre en el cuerpo (COX-1) y otra que aparecía sólo cuando había inflamación (COX-2).

Al parecer, la solución se encontraba en obtener un medicamento que actuara selectivamente sobre la proteína COX-2, y tras una búsqueda frenética y años de investigación, en 1999 se aprobó en México y EU la venta de los primeros fármacos inhibidores selectivos de la cicloxigenasa-2, llamados Celecoxib y Rofecoxib.

Pero al parecer, este conocimiento fue sólo el inicio para crear un fármaco que sólo actuara en las partes exactas, "como una llave para su cerradura", explica el doctor Granados.

Vinicio Granados apunta que el desarrollo de fármacos específicos se da a la par del advenimiento de nuevas técnicas como la biología molecular, la bioquímica e incluso la genética, entre otras ramas, que ayudan a tener un conocimiento de la localización precisa para que las sustancias actúen. Incluso, agrega, ahora se conoce las características que deben tener los fármacos para interactuar de una manera más selectiva con su receptor en el organismo.dr_granados2

Sin embargo, advierte el especialista en farmacología, la batalla no está ganada. En el caso específico de Celecoxib y Rofecoxib, cuya venta se aprobó para el alivio del dolor y la inflamación en condiciones crónicas, ha aparecido nueva información proveniente de estudios clínicos más amplios con pacientes, que muestran que si bien los medicamentos mencionados producen un menor porcentaje de daño gastrointestinal, en otras áreas, como en el daño renal, el riesgo sigue siendo semejante a los medicamentos antecesores de su tipo, por lo que el doctor Vinicio Granados recomienda mucha precaución, especialmente en pacientes con riesgo.

De acuerdo con el investigador, quien desde hace años estudia cómo actúan los fármacos tipo aspirina en el organismo, se debe tomar con cautela la publicidad de las compañías farmacéuticas, aunque estos medicamentos diseñados para ser más específicos funcionan mejor, falta una mayor experiencia en pacientes, como por ejemplo, en aquellos que usan el medicamento por periodos largos de tiempo, como los que padecen artritis. Si bien es cierto que las nuevas generaciones de fármacos selectivos cada vez son más complejos y por supuesto más caros, su uso también requiere mayor información y cuidado, sobre todo, si se considera que los analgésicos anti-inflamatorios son los más usados en el mundo.


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