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Mundo Lunaticus,‘‘drama absurdo’’sobre los nómadas

¿Qué soy?, pregunta que articula esa obra alusiva a la migración

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▲ Maud Giboudeau durante una función para la prensa de Mundo Lunaticus, pieza escrita y dirigida por Aarón Govea, en la que éste también actúa; hoy concluye temporada en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de mayo de 2019, p. 6

La interrogante ‘‘¿qué soy?”, ante la migración obligada o por impulso personal, vertebra la puesta en escena Mundo Lunaticus, que hoy concluye temporada en el teatro El Granero Xavier Rojas.

Ese montaje escrito, dirigido y actuado por Aarón Govea apela a la imaginación del espectador para conducirlo por distintos escenarios del mundo e incluso de la Luna, con base en elementos como música, breves intervenciones en otros idiomas, uso de iluminación y polvo.

En el comienzo, el protagonista enfrenta las dudas ante el periplo en perspectiva con la expresión de su voz interior luego de que se impone el viaje. ‘‘Tengo pocas cosas. ¿Qué me voy a llevar?, ¿me llevo todo o dejo todo?” Y el cuestionamiento inicial sobre lo que es. ‘‘Algo que cabe en mi bolsillo”, se dice.

Unos cuantos objetos: una guitarra, espejos, un atril, una caja y un saco integran la escenografía, además de las luces que simulan límites cuando el polvo se hace presente.

El periplo se inicia frente a la intervención escénica de Maud Giboudeau, en francés, inglés e italiano y música de clarinete; ella impulsa los viajes de varias formas. Cuando rechaza la estadía de Aarón Govea o lo persigue, cuando niega que sus documentos sean válidos.

Mediante movimientos del cuerpo el protagonista exhibe durante una hora emociones que detonan el viaje por el mundo, la humanidad puesta en juego en pos de un suelo o la búsqueda de pertenencia y estabilidad.

Montaje de la compañía independiente Naranjazul

Una de las escenas más memorables comienza en un imaginario paisaje desértico, donde una víbora se convierte en dos látigos que el personaje restalla en medio de la oscuridad para sugerir una tormenta, disparos u otras situaciones extremas; mientras, atruenan los objetos en las manos de Govea en una poderosa interpretación.

La compañía independiente Naranjazul propone con este montaje un ‘‘drama absurdo” sobre el ser nómada, definido como teatro circo contemporáneo. La aparición de un ángel que impide el acceso al paraíso o algún lugar similar dispone el nuevo trasiego, ahora hacia la Luna, donde el intérprete al fin encuentra un sitio que puede considerar propio. Se repite: ‘‘mío, mío”. Aun así reincide en preguntar: ¿qué soy?

Las última función de Mundo Lunaticus será hoy a las 20 horas en el teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, Chapultepec).