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Más sobre México y su aspecto social
Y

a hemos dicho, incluso el domingo pasado, que el Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad México (NAICM) sería un derroche y que el obetivo primordial es que el actual sea complementado, no por otra terminal aérea para la capital de la nación, sino por ferrocarriles, tomando en cuenta que en China existen ferrocarriles que operan a una velocidad hasta de 400 kilómetros por hora y abundan los que lo hacen a 300 kilómetros por hora. Una comisión del futuro gobierno estará en China a partir del 5 de noviembre, antes de tomar posesión el primero de diciembre.

Es importante que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, haya manifestado que está terminando un modelo que se aplicó por más de 30 años y que, como es evidente, no ha funcionado; una política económica fracasada (en este periódico, ver página 3 de La Jornada del pasado 23 de agosto). Esto implica un cambio a fondo de esa política económica.

Podemos agregar que, más precisamente, fueron 36 años, desde finales de 1982 hasta finales de 2018. De Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto. Cuatro sexenios con presidentes del PRI, y dos más con mandatarios del PAN. Unos y otros impulsaron esa política económica fracasada.

Ya impera mucha discusión sobre el sentido preciso del cambio. Obviamente, es imposible abarcar en este espacio todo lo que ello implica. Al momento de escribir este artículo estaba por desarrollarse el Segundo Encuentro Nacional Petrolero, el sábado 25 de agosto de 2018, en Coatzacoalcos, Veracruz.

En él se tratarán (cuando se lea este artículo ya se habrán tratado), los siguientes temas:

1. La soberanía energética y las empresas públicas.

2. La recuperación del territorio y el medio ambiente.

3. La democracia sindical y los derechos laborales.

4. Cambio de rumbo del sistema político.

Este encuentro está convocado por varias organizaciones, que incluyen al Sindicato Mexicano de Electricistas, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas del Petróleo, la Organización de Trabajadores Activos y Jubilados de Poza Rica y la Coordinadora por la Defensa de Pemex, entre otras.

Ésta y otras actividades que se han empezado a dar, van a contribuir a que los cambios vayan más allá. Por ejemplo, la democracia sindical no está en el programa de la nueva administración, y a quienes corresponde es a los trabajadores. Pero anteriores gobiernos han, incluso, impuesto charros. Y no parece que la nueva autoridad haga eso mismo.

Es muy probable que sigan dándose movimientos como éstos y otros. Ya ha sucedido algo similar en el pasado, pero lo actual podría ser mayor.

Podemos contribuir a éste y otros movimientos futuros, a los que se propongan objetivos como éstos:

1. Realización de relaciones exteriores, especialmente con los que han establecido acuerdos económicos con otros países, como varios de Asia y América Latina. Superar la actual relación comercial con Estados Unidos de 85 por ciento de la balanza externa total.

2. Fortalecimiento del sector público y recuperación de lo arrancado por gobiernos pasados.

3. Elevación importante del salario mínimo, en términos también de los precios, de modo que aumente el poder de compra. Este salario mínimo real bajó a una cuarta parte del salario real de 1976.

4. Estímulo a los campesinos para que cultiven, especialmente para los alimentos básicos.

5. Reconocimiento y estímulo a la democracia sindical, y castigar los delitos y abusos de los llamados charros.

6. Desarrollo del ferrocarril, especialmente de carga y para pasajeros, incluso con el dinero que se hubiera asignado para aeropuertos.

7. Descentralizar los vuelos que obligan a cambiar de avión en la capital.

8. Defender la limpieza del aire, incluso reduciendo el uso de camiones y del creciente número de automóviles, que serían sustituidos especialmente por ferrocarriles y otros vehículos eléctricos.