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Bélgica está en semifinales

Adiós a la samba y al sueño de la sexta corona brasileña

Con un futbol excelso, los belgas eliminan al pentacampeón

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▲ Valuados en millones de dólares, nada pudieron hacer los jugadores brasileños para evitar la eliminación del Mundial de Rusia. Los primeros minutos impusieron su juego, pero poco a poco fueron dominados por el futbol consistente y efectivo de los belgas.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 7 de julio de 2018, p. 2

Adiós a la samba y al sueño de la sexta corona. Una excelsa Bélgica detuvo al pentacampeón Brasil y con un futbol consistente se impuso 2-1 para avanzar a la semifinal del Mundial, donde enfrentará a Francia. El jogo bonito jamás llegó a Rusia, la verdeamarela había caminado con paso firme aunque sin sorprender, y por cuarta ocasión consecutiva se despidió de un certamen mundialista al caer ante un plantel europeo.

Con una generación de oro, liderada por Romelu Lukaku y Eden Harzard, Bélgica reiteró que es un fuerte contendiente al título, y después de 32 años retornó a una antesala de la final e intentará derribar el martes a la selección francesa, que venció a Uruguay.

Un autogol de Fernandinho (13) y un golazo de Kevin de Bryune (31) fueron suficientes para dejar en la lona a Brasil, que era el último sobreviviente sudamericano en el torneo. Un tanto de Renato Augusto (76) le dio oxígeno en una agonía que fue dolorosa.

Poco queda del Brasil mágico que conquistó su más reciente Mundial hace 16 años, desde entonces ha salido con deuda ante su afición. El Scratch do Ouro jugó todo el tiempo con marcador en contra, y aunque peleó, ni siquiera los botines del histriónico Neymar o Marcelo, estrellas valuadas en millones de dólares, pudieron salvarlo.

Los brasileños pusieron el baile en la cancha los primeros minutos, pero un descuido de la zaga silenció de manera prematura la fiesta carioca. En un tiro de esquina, Fernandinho empujó el balón con un hombro y marcó en puerta propia. El mediocampista lamentó darle la ventaja al rival, mientras los aficionados belgas enloquecían en las gradas.

La verdeamarela quiso demostrar que un gol en contra no la diezmaría y con una ofensiva sólida buscó el empate. William lanzó un disparo por el costado derecho, pero el esférico fue atajado, Marcelo también intentó llegar a las redes aunque el tiro fue frustrado.

Los diablos rojos aprovecharon la desesperación de los sudamericanos y detuvieron la samba para imponer su ritmo. Los belgas desequilibraron al rival al romper la conexión entre Marcelo, Neymar y Coutinho, combinación que había sido letal.

Diablos rojos voraces

Brasil se encontró en una situación que desconocía, remaba contra corriente, intentaba generar peligro, pero la presión les daba latigazos. La Seleção sufría en la cancha, era controlada por unos diablos rojos voraces en el ataque.

Un segundo leñazo noqueó a los brasileños. En un contragolpe, Romelu Lukaku encendió el juego al desbordar por la banda derecha y tras enviar un pase, Kevin de Bryune definió con tiro cruzado.

Una fiesta roja enardeció las gradas, los seguidores belgas cantaban el segundo tanto. Los brasileños y el técnico Tite quedaron atónitos. Los sudamericanos presionaron para alcanzar el gol, pero una marea de angustia los sacudió y les impedía llegar a las redes.

Neymar se refugió en el dramatismo, su equipo se ahogaba y el delantero prefería tirarse en la cancha para reclamar faltas, pero el árbitro no cayó en su engaño e incluso rechazó un penal sin tener que recurrir al VAR. Fue hasta los últimos minutos cuando el polémico ariete reaccionó y se enfiló a la ofensiva.

Bélgica resistía, temía que despertara la magia del pentacampeón. Tite cambió el esquema y mandó a la cancha a Renato Augusto por Paulinho, un cambió que resultó fructífero.

Coutinho mandó un pase filtrado y Augusto apareció en el área para rematar con un cabezazo, fue un gol que regresó por instantes la respiración a la verdeamarela.

La afición carioca dejó los rezos y recuperó el aliento para dar ánimos. Quedaban 15 minutos, pero era Brasil, el pentacampeón, y podía sorprender.

La verdeamarela encerró a los belgas en el área. Disparos de Neymar y Firmino no pudieron derribar al arquero Thibaut Courtois. De manera dramática, Coutinho falló en dos ocasiones y el silbatazo final sentenció la caída.

Golpeado en el orgullo, Neymar se arrodillo y sin gloria se despedía del sueño mundialista, mientras los belgas festejaban sorprendidos. Habían vencido al imponente Brasil.