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La quinta edición del encuentro convocó a más de 50 mil seguidores de la estridencia

En el Hell & Heaven el ritmo viajó de lo oscuro a lo brillante

Suicida inauguró la fiesta mientras Transmetal daba un toque nacionalista

Fear Factory, Mushroomhead y Amon Amarth complacieron

Cuerdas y violines con Morskog y Orca

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Desde las 12 horas grupos de amigos realizaron una larga caminata a los escenarios para disfrutar de las más de 50 bandasFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de julio de 2016, p. 8

En tiempo y forma comenzó ayer el festival Hell & Heaven (HH) 2016, en la curva 4 del autódromo Hermanos Rodríguez, fiesta metalera con la participación de más de 50 bandas de diversas latitudes y variantes, cuyo imán atrajo a más de 50 mil seguidores de la estridencia melódica, de la sinfonía y ambiente catedralicio, de lo oscuro a lo claro y brillante, de lo secuencial a lo conceptual, de lo épico a lo efímero cotidiano, de la ontología, la metafísica, de Neza a Nueva York, de lo sólido a lo líquido.

Desde las 12 horas grupos de amigos arribaron tras una larga caminata a la zona de escenarios, algunos trasladados en bicitaxis, la mayoría impulsados por las ansias de divertirse por varias horas y hasta el cierre de esta edición la lluvia estuvo ausente. Días antes, en las redes sociales se convocó a unirse a una plegaria para que Tláloc descansara este día. El sol cayó a plomo y el Hell and Heaven fue un festival de verano.

Como marco social, alrededor del Foro Sol y de la Ciudad Deportiva en las rejas cada 10 metros vigilaba un policía. A las cinco de la tarde la comida empezó a escasear en las áreas cercanas al sitio, esto ocasionó que se elevara de precio. Un ejemplo: tres hot dogs por 65 pesos.

Unos dos kilómetros antes de los escenarios camiones que transportan cemento entraban y salían de un área devastada de la que desaparecieron árboles y vegetación. Ahí se construye el nuevo estadio de béisbol de los Diablos Rojos de México. Ecología versus pelota caliente.

Inútiles fueron las solicitudes de jóvenes metaleros que pidieron en redes sociales que se bajaran los precios de los boletos y menos aún la demanda de una promoción al dos por uno; filas de cientos de muchachos esperaban en la taquilla adquirir su entrada. Era la lucha del salmón. El puje final para llegar a la meta del HH.

Diversidad

Frente a los escenarios Colectivo Suicida inauguraba la fiesta. Transmetal daba un toque nacionalista. Fear Factory, Mushroomhead y Amon Amarth complacieron con su ritmo violento. Ahí el grupo esperado es Twisted Sister, cuyas camisetas fueron de las más vendidas. Otra oferta, en otro tablado, la dieron War Kabinet, Black Overdrive, Obey the Moon, Raven Black, El Clan, Animal Insite, Driven, All Misery, Taipan, Rain Shatter, Cathleen, Julians Fire, Animal Tempo. Aquí cerrarán Origin y Abolishment of Flesh.

Por otro rumbo sonaban los estertores y esfuerzos culturales de Orca, El Cuervo de Poe, Morskog, Winter Heaven y otros que recurren a sonidos de violines, diversidad de cuerdas y el acompañamiento del piano.

Falta lo más denso y esperado de todo el cartel, con grupos como Tanus, Dragon Force, Epica, 5FDP y el metal industrial y flamígero de Rammstein.

Familias enteras unidas por el metal caminaban peripatéticamente de un escenario a otro. El HH reforzó su categoría como el festival de metal más grande en muchos sentidos de América Latina. En su quinta edición presentó el mejor line up de su historia en una jornada de 12 horas.

Para muchos la sorpresa de la tarde fue con Amon Amarth, suecos. El metal mexicano no quiso quedarse atrás y exigieron respeto por lo que se hace en estos lares. Tal fue el planteamiento de Salvador y Los Eones.