Aunque serán unas 15 veleristas las que buscarán una medalla en Río 2016, la mexicana Demita Vega se sabe con el potencial y la preparación necesarios para aspirar al podio, y más porque la sede de la justa me sienta bien, es como estar en casa.

Apenas el año pasado en ese mismo escenario llegó a las finales al meterse en el selecto grupo de las 10 competidoras con posibilidad de ganar una presea, por lo que ahora creo que no sólo puedo estar otra vez entre las finalistas, sino con un poco de fortuna subiré al podio, comentó.

Ya tiene la plaza para la justa brasileña, por lo que trata de tener el mejor fogueo y sólo asistirá a la Copa Mundial de la especialidad, que se disputará en Francia (25-30 de abril), para tener el tiempo necesario de ajustar todo lo que esté suelto y de concentrarme para agosto, agregó.

En una reunión con los medios, insistió en que la sede olímpica le viene bien porque fue donde compitió por primera ocasión en los Panamericanos y ha tenido buenos resultados las veces que ha asistido, por lo que no duda en que podrá repetir su buena racha.

No se puede predecir lo que ocurrirá en agosto, porque en Río el viento y la situación del mar cambian de una a otra semana, aunque por eso trabajamos en México en condiciones similares a las que puede haber durante la regata olímpica, analiza la competidora, originaria de Chetumal.

De 1.72 metros de estatura a 60 kilogramos de peso, confía en que las mejores veleristas del mundo, que son las europeas, se vean al menos un poquito, perjudicadas por el calor de Brasil, porque fuera de su casa les afectan los cambios climáticos, aunque en la vela esto no es ningún handicap ni una garantía para que no puedan superar las adversidades.

De su parte, el entrenador galo Adrien Gaillard, expuso que a la competencia francesa acudirán las veleristas que participarán en Río, por lo cual podrá considerarse una réplica adelantada de esa justa.