El interés y la necesidad de los creadores e intérpretes escénicos mexicanos por salir del país, en particular los del medio teatral, es algo reciente, según el director Claudio Valdés Kuri.

El gran esfuerzo cultural durante la segunda mitad del siglo XX fue conquistar a las audiencias mexicanas; no había necesidad de voltear hacia el exterior. Estamos en un país de muchas personas y conquistarlo fue un esfuerzo gigantesco y siento que bien logrado, explicó.

Es decir, no había necesidad de salir. Este fenómeno de empezar a tener presencia internacional es muy joven en México, en relación con otros países de Latinoamérica, como Argentina y Chile. Tiene 20 años y comenzó con Jesusa Rodríguez, las Divas, por decir algunos nombres, las cuales empezaron a abrir una brecha donde jamás había estado México.

Durante la mesa de debate Estrategias de movilidad, desarrollada el pasado miércoles, que se inscribe en el Coloquio Movilidad de las Artes Escénicas, el director de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes señaló que la globalización ha impulsado a las agrupaciones y artistas nacionales a buscar internacionalizarse.

Eso se ha acentuado con mayor fuerza debido a que Europa dejó de ser un continente encerrado en sí mismo y se ha abierto a propuestas de otras latitudes, dijo, lo mismo que ha pasado en el mercado de Estados Unidos.

De este último país, aclaró que, en principio, los programadores buscaban convocar a las audiencias hispanas que viven en su territorio, las cuales representan un público gigantesco, pero el proyecto no cuajó porque es difícil que los migrantes pongan pie en el teatro.

Sin embargo, afirmó, lo que se ha logrado es que los grupos latinoamericanos sean muy bien aceptados allí por audiencias que no sabían nada de América Latina y se han sorprendido del poderoso arte escénico de la región, con discursos comprometidos en contenido y forma.

Valdés Kuri señaló que no obstante que generalmente se descalifica al gobierno, éste ha desempeñado un importante papel para internacionalizar las artes escénicas mexicanas, por conducto de institutos y secretarías.

Reconoció que ese apoyo se traduce en los transportes aéreos, que en su opinión es el gran problema de la movilidad actual para los creadores e intérpretes escénicos mexicanos.

Intercambio de aprendizajes

Realizada en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), en la mesa participaron Aurora Cano, quien habló de la experiencia del festival DramaFest, del cual es fundadora y directora, así como la directora escénica y productora Lorena Maza, de moderadora.

El coloquio, el cual es parte de las actividades del séptimo Encuentro de las Artes Escénicas (Enartes), fue inaugurado ese mismo día con la conferencia magistral Situación actual y prospectivas para la movilidad de las artes, dictada por la especialista Judith Staines.

Con más de dos décadas de experiencia en temas como movilidad e intercambio cultural internacional, la escritora, editora e investigadora británica resaltó que la movilidad es una situación intrínseca a las artes y los artistas.

Unas y otras, explicó, siempre han debido trasladarse sea dentro del mismo país o al extranjero, aunque antes era más complejo.

Indicó que la movilidad tiene grandes ventajas, como el intercambio de aprendizajes, de proyectos y conocimientos, por el lado de los artistas. En tanto que para el público representa una oportunidad de ampliar sus horizontes y conocer otras propuestas.

De acuerdo con la promotora independiente, cuestiones económicas y hechos sociales como los recientes atentados terroristas en Europa han propiciado el cierre de fronteras y el reforzamiento de las políticas migratorias en el viejo continente, lo cual ha dificultado la movilidad no sólo de los artistas, sino para todas las personas.