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La cinta de Daniel Luchetti no contó con aval del Vaticano, pero habrá una función allí

Llámenme Francisco muestra vida del Papa en los años negros de la dictadura argentina
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de noviembre de 2015, p. a12

Roma.

La vida del papa Francisco en Argentina durante los años negros de la dictadura militar (1976-1983) en su país son narrados en el filme Llámenme Francisco, del italiano Daniel Luchetti, que se estrena el próximo 3 de diciembre en Italia.

La película, de 98 minutos de duración, muestra la historia de Jorge Mario Bergoglio desde su ordenación sacerdotal has- ta su elección al trono de Pedro, en marzo de 2013, cuando aparece por primera vez en el balcón de San Pedro vestido de blanco y con una simple cruz de hierro, diciendo Buenas noches.

La cinta cuenta sus experiencias como profesor de escuela superior, su noviazgo, su paso al sacerdocio, su convencida defensa de los pobres y sobre todo sus decisiones, algunas muy difíciles, como padre provincial de los jesuitas argentinos durante los trágicos años de la represión militar, cuando cientos de opositores eran encarcelados, torturados y desaparecidos con los terribles vuelos de la muerte.

No quería presentarlo como a un santo, hacer una hagiografía, contando cada señal como indicativa. Era el peligro. Quise respetar la historia de Argentina y por eso escuché todas las sugerencias, evitando banalizar, explicó Luchetti al término de la proyección para la prensa ayer en Roma.

Torturas y pobres

“Muchas personas se me acercaban en Argentina y me decían ‘Bergoglio estaba con la dictadura’. Esos rumores se desmentían con la credibilidad del personaje. Me di cuenta de que aún dentro de la Iglesia argentina se dice todo y el contrario de todo. Acepté la versión del personaje, era claro, redondo. Me puse de su parte, así filmo yo”, explicó el autor de La nostra vita (2010).

En efecto, el director se centra sobre el personaje Bergoglio, entre su recia personalidad y su sensibilidad, y mantiene los nombres y los hechos reales para dilucidar dudas sobre el pasado del Papa argentino, quien fue criticado por algunos sectores por sus silencios durante la sangrienta dictadura.

Las torturas, los vuelos de la muerte, los falsos accidentes, la sombra de espías por todos lados, ilustran el tenso clima que reinaba en esos años durante los cuales Bergoglio escondió en el seminario a estudiantes perseguidos, mantuvo amistad con una juez de izquierda, salva personas, consigue documentos, consuela a las Madres de Plaza de Mayo.

Uno de los momentos más fuertes y significativos del filme es cuando Bergoglio retira por orden de su superior la protección de los jesuitas a dos curas (Daniel Iorio y Francisco Jalics) que se negaban a dejar de trabajar en los barrios pobres, las villas miserias, lo que allanó el camino para que fueran capturados y torturados.

Las notas de Joan Manuel Serrat acompañan las escenas dramáticas con la picana eléctrica.

El personaje del papa Francisco es interpretado por dos actores latinoamericanos: el argentino Rodrigo de la Serna, conocido por Diarios de la motocicleta (2005), en el periodo como sacerdote y obispo; y el chileno Sergio Hernández, (Gloria) en los años más recientes en que ejerce como pontífice.

Ha sido una responsabilidad enorme por la dimensión histórica y espiritual del personaje, reconoció de la Serna tras confesar: aprendí a rezar.

Llámenme Francisco aspira a ser una película importante”, aseguró el productor Pietro Valsecchi, quien confesó que no contó con el aval del Vaticano para su realización. Nadie nos dio consejos ni leyó el guión, dijo.

La superproducción italiana, que costó 15 millones de dólares y un rodaje de 15 semanas en Argentina e Italia, será estrenada con una proyección especial el próximo martes en el propio Vaticano ante siete mil invitados, entre mendigos, voluntarios y asistentes, en el Aula Paulo VI.

Es el reto más importante que he vencido. Al final la vieron y gustó en el Vaticano, comentó Valsecchi.

El filme llegará a las salas antes de la inauguración del Jubileo, el 8 de diciembre, y deberá ser vendido a 40 países.