Espectáculos
Ver día anteriorSábado 16 de mayo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

Woody Allen refrescó el ánimo de una jornada fílmica en Cannes dominada por el drama

En algún momento de la vida todos hemos querido deshacernos de alguien

Presentó fuera de certamen Hombre irracional, protagonizada por Joaquin Phoenix y Emma Stone

Foto
En la imagen, Emma Stone, Woody Allen y Parker Posey en la alfombra roja rumbo a la proyección de Hombre irracional Foto Reuters
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 16 de mayo de 2015, p. 7

Cannes.

Entre historias de tinte social, dramas y genocidios, muy agradecido fue ayer en Cannes el siempre genial y refrescante toque de humor que suele impregnar Woody Allen en este festival. Desde Manhattan, en 1979, Allen ha entusiasmado a los asiduos con una docena de películas fuera de competencia.

En 2011, Medianoche en París fue la inaugural. Tras sus recientes historias ambientadas en las ciudades europeas más famosas (Barcelona, Roma, París y Londres), ahora, con Hombre irracional, nos traslada a una pequeña localidad rural, cerca de su amada New York, donde Abe Lucas, profesor de filosofía, atraviesa una crisis existencial y afectiva que lo lleva a cometer el delito perfecto

El director neoyorquino ha elegido a Joaquin Phoenix, Parker Posey y, por segunda vez consecutiva, a Emma Stone, para que los acompañen en esta intriga, que oscila entre Match Point y Misterioso asesinato en Manhattan.

Bajito, delgado y encorvado, con algo de dificultad para escuchar, pero con sencillez para dialogar, aunque a veces perdido en la mirada, Allen admitió ante la prensa sentirse muy atraído por las historias de crímenes perfectos, como la que se aprecia en esta trama. En cierto momento de la vida a todos nos puede suceder. Probablemente todos hemos querido deshacernos de alguien, dijo sonriendo.

Hacemos elecciones, buenas o malas, y con ello trazamos nuestro destino y pagamos consecuencias. En el caso de Abe Lucas se trataba de una decisión irracional que daba sentido a su existencia. No creo que porque eres bueno y te comportas bien te vas al cielo.

Allen es un apasionado de la filosofía, cuyos temas ha explorado en diversas de sus películas. “Desde muy joven me he sentido atraído por las ‘grandes preguntas existenciales’. Creo que en la vida debemos buscar una razón por la cual existir. Para mí, es la distracción. Por eso hago películas, para mantenerme distraído y distraer al público. Para no pensar ni en la vejez ni en la muerte”, comentó el cineasta.

Recordó la fascinación que sintió en su adolescencia al descubrir la obra de Ingmar Bergman, cuya profundidad evocaba a pensadores como Nietzsche y Kierkegaard, que han nutrido su filmografía, a pesar de no haber aportado nada nuevo al tema.

La gente ama ir al teatro, al cine o a la ópera para ver historias de amor y de traición, dramas shakespearianos o comedias, precisamente para entretenerse con las tragedias ajenas, y no pensar en las propias. Me halaga ver reír al público con mi trabajo. Y, a la vez, es un buen modo para no hacer frente a la realidad.

Prosiguió: No creo que haya dado cabida en esta trama a la irracionalidad, pues todos en la vida tenemos que elegir. Si la elección es la correcta, enhorabuena. Pero en este caso, mi protagonista pondera la irracional. Insisto: el ser humano necesita creer en algo, necesita una gran motivacion. Por ello existen las religiones, la política, los fanatismos.

Día ajetreado

La de ayer fue una jornada agitada para la crítica internacional, que debió elegir entre títulos sobresalientes y ruedas de prensa con sus protagonistas, programados de manera simultánea.

Desembarcaron desde Hollywood Colin Farrell, Rachel Weisz y John C. Reilly para defender The Lobster, cinta en competencia, dirigida por el griego Yorgos Lanthimos. La película cuenta una macabra aventura con toques de ciencia ficción, que traslada a un futuro imaginario cercano, donde los solteros son obligados a encontrar pareja para no ser convertidos en animales.

Es una historia de amor poco común sobre las pavorosas consecuencias de la soledad, del temor a morir solo, pero también del miedo a convivir con otra persona, afirmó el cineasta. Se trata de una sátira sobre nuestras obsesiones universales en cuanto a las relaciones humanas, la convicción de la sociedad de que vivir en pareja es la expresión suprema de la felicidad que nos diferencia de las bestias. Fue también el día de Natalie Portman, actriz estadunidense de origen israelí, uno de los nombres más consolidados de la industria cinematográfica, con su debut tras las cámaras con A Tale of Love and Darkness. Una historia de juventud, basada en las memorias reales de Amos Oz, durante el final del mandato británico sobre Palestina y los albores del Estado de Israel.