Sociedad y Justicia
Ver día anteriorSábado 14 de febrero de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Especialistas señalan que tales relaciones no necesariamente fracasan

Mujeres maduras que se emparejan con hombres jóvenes sufren rechazo social

Los integrantes deben ser realistas en cuanto a los retos y situaciones inherentes

Foto
Compras previas al Día del Amor y la AmistadFoto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Sábado 14 de febrero de 2015, p. 33

Las relaciones entre mujeres maduras y hombres jóvenes no tienen por qué estar destinadas al fracaso ni ser únicamente el fruto de intereses monetarios o sexuales, consideraron expertos de la UNAM.

En la víspera del Día del Amor indicaron que la diferencia de edad, incluso si son décadas, no implica la carencia de un verdadero amor entre los involucrados y precisaron que tanto para las mujeres mayores como para los jóvenes puede haber muchas ventajas emocionales, afectivas y sexuales.

No obstante, admitieron que ese tipo de parejas, contrariamente a lo que sucede con las conformadas por hombres mayores y mujeres jóvenes, son el blanco de mayores críticas, especialmente hacia la mujer que decide tener como compañero sentimental y sexual a un hombre mucho menor que ella.

Despectivamente, en países de habla inglesa, de forma coloquial a una mujer que se empareja con un hombre mucho menor se le denomina cougar, cuya traducción literal es puma.

En entrevistas por separado, los doctores Tonatiuh Villanueva Orozco, profesor investigador de la FES Zaragoza de la UNAM, y Fernando Quintanar Olguín, académico de la FES Iztacala, insistieron en que estas situaciones no sólo ocurren en el mundo del espectáculo, sino también entre personas comunes, y acotaron que ahora, a diferencia de hace algunas décadas, este tipo de parejas no se esconden, pese a la crítica.

Coincidieron en que estas parejas, como en toda relación amorosa, tienen problemas, pero indicaron que a veces la marcada diferencia de edad –y mientras mayor sea ésta– puede influir en más dificultades, si no se está preparado para asumir los retos que implica una relación de este tipo.

Quintanar Olguín precisó que sí puede haber enamoramiento, pero no siempre hay claridad del tipo de relación que se quiere. No se habla lo que espera uno del otro, se dan por sobrentendidas muchas situaciones y la realidad termina por reventar. Por ejemplo, los problemas de salud. Si un hombre joven empieza a construir una relación con una mujer mayor y no está preparado para los problemas de salud propios de una mujer que se asocian al tiempo, termina por convertirse en una carga. En el caso de la mujer ésta puede esperar seguir siendo reconocida como fue en la juventud. Yo soy mayor, tú menor, ¿qué esperas de mí, y hasta cuándo esperas que te lo dé?; esas son cosas que no suelen preguntarse.

Villanueva Orozco comentó que entre mujeres maduras y hombres jóvenes puede haber amor, dependiendo de las circunstancias, pero es más predominante el deseo de cubrir ciertas necesidades, tanto sentimentales como emocionales, de estatus, sexuales y en algunos casos monetarias

Apuntó que el enamoramiento puede surgir en cualquier persona y en cualquier edad y con gente de la misma generación o mucho menores o mayores, no es cuestión de años sino de interacción entre las personas.

Refirieron que en el aspecto sexual, a veces los jóvenes buscan la experiencia de las mujeres mayores y eludir la inmadurez y exigencias de afecto que demandan las mujeres de su edad o menores.

Villanueva Orozco expuso que si estas mujeres pasaron la menopausia puede haber más libertad porque no hay temor al embarazo, y en el caso femenino le puede dar estatus entre sus amigas. Andar con un chavo joven da cierto estatus, demuestra que ella todavía puede ser atractiva y deseable.

Subrayaron que si la diferencia son décadas, ambos deben plantearse qué sucederá cuando la mujer sea una anciana.