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Numerosas citas del poeta se leen en un trayecto de 13 estaciones

Inauguran la exposición rodante Octavio Paz en el Metro de Moscú
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 13 de noviembre de 2014, p. 7

Moscú, 12 de noviembre.

“…El poema debe provocar al lector: obligarlo a oír-a oírse...” (Recapitulaciones, 1967), tanto en español como en ruso, es una de las numerosas citas que, a partir de este miércoles y durante seis meses, cualquier moscovita podrá leer en las paredes de los vagones al entrar en el tren temático Octavio Paz en el Metro de Moscú, desde alguna de las 13 estaciones de la línea cuatro del principal sistema de transporte colectivo de la capital rusa.

Iniciativa conjunta de la Embajada de México en Rusia y del Metro de Moscú, la exposición rodante se inscribe en el propósito de difundir la obra del insigne poeta mexicano este año que se conmemora su centenario.

Cien años del Nobel mexicano

‘‘Nos enorgullece que el centenario de Octavio Paz se celebre en el Metro de Moscú, ya que este tren temático permitirá a millones de personas tomar contacto cotidiano con la vida y la obra de uno de los autores esenciales de la literatura en español”, afirmó en la ceremonia inaugural Rubén Beltrán, titular de la misión diplomática mexicana.

Música de mariachi, interpretada por un trío, y bailes de varias regiones de México, en la parte central de la estación Mezhdunarodnaya, atrajeron la atención de numerosos pasajeros que, esta vez, dejaron de lado sus prisas y se detuvieron para escuchar los poemas Espiral y Dos Cuerpos, leídos en ruso como parte del acto de inauguración.

Al hacer uso de la palabra, Dimitri Pegov, director general del Metro moscovita, destacó que el tren temático dedicado al gran poeta y pensador mexicano Octavio Paz es una magnífica oportunidad de estrechar los vínculos culturales entre nuestros países.

Desde que comenzó el proyecto Poesía en el Metro, es la sexta vez que se concede esta distinción a un escritor extranjero y la primera a uno de América Latina.

Ciertamente, el premio Nobel de Literatura (1990) ha recibido aquí numerosos homenajes este año –la develación de bustos en bronce, uno en la biblioteca de lenguas extranjeras de Moscú y otro en la residencia del embajador mexicano, son sólo dos de ellas–, pero éste tiene algo diferente.

Porque cerca de 40 mil moscovitas todos los días (número estimado de pasajeros que utilizan la línea cuatro del Metro moscovita) tendrán como compañero de viaje al autor de El ogro filantrópico, Tiempo nublado y otros libros de obligada lectura.

Paz, que quizás nunca se imaginó circulando por debajo de la superficie de Moscú, ahora lo hace a través de una selección de extractos de libros como El laberinto de la soledad, El arco y la lira, Recapitulaciones, por mencionar sólo algunos de los utilizados en esta exposición rodante, así como de su discurso al recibir el premio Nobel, junto con una semblanza y fotografías.