Deportes
Ver día anteriorMiércoles 24 de septiembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Badía llegó sola, ante el riesgo de que Mauricio sufriera una amputación

Tras cuatro intentos, una Pareja en Ascenso logra el Broad Peak

La pareja de montañistas se prepara para escalar el Gasherbrum 1 en 2015

Foto
Badía Bonilla, en la cima del Broad Peak, conquistada en julio de 2014Foto cortesía Una Pareja en Ascenso
 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de septiembre de 2014, p. a14

“Hasta nunca señor Broad Peak”, le gritaron como despedida los alpinistas Badía Bonilla y Mauricio López a la cumbre de la doceava montaña más alta del mundo que jamás volverían a subir. No era un reclamo. Era más bien –recuerda Badía– un gesto melancólico.

El 24 de julio de 2014 habían conseguido llegar a una cima que se les había negado en cuatro intentos anteriores, desde su primera expedición fallida en 2007. Sólo Badía pisó la cima del Broad Peak, en Pakistán, a 8 mil 47 metros de altura. Mauricio tuvo que suspender el ascenso porque presentó severos síntomas de congelación en el pie derecho, con riesgo de sufrir la pérdida de los dedos. Ambos lo hablaron –cuenta la pareja– y decidieron que ella tenía que continuar el trayecto. El más fuerte debe cumplir el reto de los dos.

Si uno de nosotros llega a la cumbre, la misión está cumplida porque somos un equipo. No sentí rabia de no poder llegar a la cumbre, porque gracias a esa decisión que tomamos juntos, Badía lo logró, precisa Mauricio.

Alcanzar esta cima fue como exorcizar un demonio que los perseguía desde hacía cuatro años, en los cuales no habían logrado ninguna montaña. Con las hora de vuelo que acumulan, esa cuenta negativa empezaba a resultar molesta.

No sólo para nosotros en cuanto a confianza personal, también empieza uno a perder credibilidad en el mundo de los montañistas y eso repercute, explica Mauricio.

Fue la octava cumbre

Delicado, sobre todo para el proyecto que ambos tienen en marcha, Una pareja en ascenso, con el que buscan alcanzar las 14 cumbres más altas del mundo, todas arriba de 8 mil metros. El Broad Peak fue la octava y la cuenta sigue al alza.

La pareja mexicana no había logrado esta cumbre por razones caprichosas. La primera vez Mauricio se lesionó al detener una caída de sus compañeros. La segunda, el mal tiempo se los negó. La tercera, la más absurda, él sufrió una emergencia médica (litiasis biliar) y tuvieron que desistir.

La cuarta fue una combinación compleja: sufrieron el robo del equipo, además de que los conflictos bélicos de la región alcanzaron la montaña y hubo un atentado que cobró varias vidas de escaladores.

La cima del Broad Peak, entonces, se había convertido en un asunto que resumía lo que ambos entienden por el alpinismo. La montaña siempre te dice no, explica Mauricio, pero el montañista siempre dice sí.

Aunque este último pico parecía regalar todo en favor de la pareja, tenía su propia carga de imprevistos. Era un año mundialista y los patrocinadores decidieron canalizar sus recursos al futbol, así que la pareja tuvo que echar mano de sus ahorros para enfrentarse otra vez a su mayor reto. Pero lo más inesperado fue lo que les reservó la propia montaña. Mauricio abandonó el ascenso cuando dejó de sentir uno de sus pies.

Yo me despedí de Badía porque no sabía si nos volveríamos a ver con vida, confiesa López sobre el momento en el que pidió a su esposa que siguiera adelante. Pero a pesar de la fuerza dramática que puede tener para ellos una despedida de esta naturaleza, están conscientes de que esto puede ocurrir en cualquier momento. No es la primera vez que se dicen adiós con la zozobra de no saber si volverán a verse.

Ya hacen preparativos para emprender el Gasherbrum I en 2015. Uno de los más radicales porque deberán someterse a una cirugía para que les extirpen el apéndice y la vesícula.

La medida es para prevenir una complicación mortal cuando se encuentran en zonas inhóspitas. Pero hoy están felices de seguir la aventura, porque hace dos meses le dijeron adiós al señor Broad Peak.