Sociedad y Justicia
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Ministros del sector asisten a conferencia iberoamericana

Pobreza y desigualdad, obstáculo principal para educación en AL

Externan preocupación de que la deserción orille a los jóvenes al crimen

 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de agosto de 2014, p. 33

La pobreza y la desigualdad aún son los mayores obstáculos para garantizar la formación de calidad para todo ciudadano latinoamericano, señalaron ministros y autoridades educativas de la región, quienes destacaron que en Centro y Sudamérica se comparte una misma preocupación: el riesgo de que el abandono escolar entre jóvenes de 15 a 18 años, que en algunas naciones supera 40 por ciento, propicie su vinculación con actividades ilícitas.

Señalaron que pese a los avances para abatir la tasa de analfabetismo regional, estimada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en 3.8 por ciento para la década pasada, aún nos falta un largo camino por recorrer, pues tan sólo Brasil debe pasar de 8.3 por ciento en 2014 a una meta de 2 puntos porcentuales para 2022.

En entrevista con La Jornada, los representantes de El Salvador, Brasil, Panamá, Costa Rica y Uruguay, quienes asistieron el pasado jueves a la 24 Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación, celebrada en México, destacaron que la desigualdad se refleja, incluso, en los sistemas educativos.

Marcela Paredes, ministra de Educación de Panamá, reconoció que en su país la deserción en educación media superior es muy elevada. Los jóvenes, dijo, son atraídos por la delincuencia. Se trata de quienes no estudian ni trabajan, y al irse acumulando los índices de deserción se han incrementado los de la delincuencia juvenil con casos cada vez más graves. Atacar este fenómeno es algo urgente, indicó.

Carlos Mauricio Canjura, ministro de Educación de El Salvador, afirmó que persisten escuelas de primer nivel y otras de escasísima calidad. Es un problema de inequidad que no hemos sabido resolver.

Agregó que el problema de la deserción escolar no termina por resolverse justamente porque no logramos que nuestros pueblos desarrollen las capacidades productivas que se requieren para sobrevivir. En mi país, como en otras regiones del continente, dijo, esto significa con frecuencia que los niños deben ir a trabajar para resolver las necesidades fundamentales. La pobreza y la desigualdad aún son los grandes obstáculos.

En entrevista por separado, Luiz Claudio Costa, viceministro de Educación de Brasil, resaltó que una de las principales preocupaciones es la deserción de los jóvenes de 15 a 18 años, por lo que subrayó que la educación no es una carrera de 100 metros, sino un maratón que nos puede llevar a esperar muchos años para constatar los resultados.

Óscar Gómez, viceministro de Educación y Cultura de Uruguay, afirmó que la deserción y la asistencia discontinua a clases en bachillerato alcanza 40 por ciento de la población escolarizada de 14 a 16 años.

Recordó que entre las principales causas de este fenómeno es que venimos de una sociedad segmentada por políticas neoliberales que desindustrializaron al país. Se desestimuló la educación como factor de cambio. Revertirlo no es sencillo, por lo que debemos ser conscientes de que se trata de un proceso.

Alicia Vargas, viceministra académica de Educación en Costa Rica, explicó que entre las causas de la deserción están el nivel económico y la necesidad de trabajo de las familias, así como la violencia escolar y lo poco atractivo de los programas de estudios.