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¿Quién se ha llevado mi tablet? y Los vampiros vegetarianos, en festival anual del género

Afirman que hay cabaret para niños, aunque se cree que carece de rigor

Ambas obras abordan problemas de los chicos, como los límites en la era tecnológica y el acoso

Se montan hoy y mañana en San Andrés Totoltepec, en el teatro Ángela Peralta y el parque Cañitas

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Ernesto y Ernestín comparten sus miedos y su gusto por cantar y bailar en Los vampiros vegetarianos, pieza sobre acoso escolar y amistad, de Andrés Carreño
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de agosto de 2014, p. 8

En el contexto del Festival Internacional de Cabaret, organizado por Las Reinas Chulas, el cual se efectúa en varias sedes, hoy, en San Andrés Totoltepec, y este domingo 24 de agosto, en el teatro Ángela Peralta, se presentará la obra de cabaret infantil ¿Quién se ha llevado mi tablet?, con entrada libre.

El autor y director de esta historia es Yurief Nieves y es protagonizada por Los Aguakates. Se trata de una obra de cabaret-rock para niñas y niños con la actuación de Omar Medina, Gerardo Balandrano, Arnoldo Moreno y el propio Yurief Nieves, quien también hizo la música.

Grosso modo, se cuentan las vicisitudes de un niño de un país tercermundista que vive en una ciudad sobrepoblada; debe luchar contra el mundo aburrido que lo rodea, pero se da cuenta de que ha perdido su tablet, con la que juega 23 horas al día. ¿Logrará sobrevivir a este injusto y aburrido mundo real? ¿Será posible vivir sin una tablet? ¿Lograrán los zombies apoderarse de la Tierra? Su abuelita en el sillón, ¿está dormida o despierta? El espectáculo resuelve el extraño caso de la tablet desaparecida y enseña cómo luchar contra este aburrido mundo utilizando un solo dedo.

En entrevista, Nieves expresó: “El niño de la historia se pasa todo el concierto buscando su tablet. Es tal su pérdida que hasta extraña su joroba, producto de estar todo el día jugando con ese aparato. Quiere descargar todas las aplicaciones y no puede. Durante el concierto ocurren muchas cosas misteriosas, las cuales se le van contando al público. ¿Quién tiene la tablet? ¿Dónde se fue y por qué? Es un misterio cuyo final tienen que verlo en vivo.

“Los asistentes se preguntan cuánto tiempo debe pasar un niño con una tablet y cuánto puede disfrutar su vida sin ese instrumento. Es una crítica a las familias que prohíben a sus hijos jugar con la tablet, o que les dosifican el tiempo. Eso y el hecho de que los papás estén metidos en el Facebook toda la tarde, o en su teléfono inteligente, incluso en su propia tablet. Es una especie de negociación de quién tiene más derecho a estar con ese aparato. Es una mirada y una llamada de atención para que seamos congruentes con esta época tecnológica.

“No se puede evitar que los hijos o los sobrinos vivan esta época. Un ejemplo: los métodos de pago sólo van a ser a través de la pantalla táctil y las computadoras con teclas poco a poco van a desaparecer. ¿Cómo negar la entrada a lo digital? Son las nuevas adicciones, y si nosotros los mayores no podemos limitarnos con qué derecho limitamos a los niños. Es una represión. Es una de esas cosas en las cuales malo, si sí; malo, si no. Una vez fue con los teléfonos y ocurre con Internet.

Hay que aceptar que vivimos en esta época tecnológica. Nuestras personalidades están a un solo clic. Hoy el precio propicia adquirir equipos. Es el consumismo, el capitalismo de siempre, y no podemos pelear contra eso. Hay que sacarle provecho.

–Hoy las autoridades dan tablets a los niños...

–Pues... eso responde a un mecanismo más chantajista. Es importante el acceso, sin duda. Una tablet no impide a los niños en un momento jugar con su bicicleta, en la calle, porque en algún momento se acaba la batería de la tablet y siguen jugando.

“En este espectáculo se escuchan 12 temas musicales. Con Los Aguakates acostumbramos tocar música latina, rock y hasta un ska, un dance o un funk. Es un poco de todo, en una hora y cuarto. Se la pasan brincando y riendo. Es un estreno para el Festival Internacional de Cabaret. El cabaret lo usamos para hablar de las cosas que nos duelen, pero con humor.

“Para los niños lo importante es si la tablet tiene batería, si deben comer suficiente azúcar, si pueden ensuciar un pantalón. Esas son sus preocupaciones. Hay que desatanizar algunas cosas que se dieron en nuestra niñez. ¿Podemos reírnos de la abuelita? Esos son problemas reales para los niños. Hay una canción basada en las Madres de la Plaza de Mayo. Se da otra idea de la mujer, de las abuelas y de que salvar al mundo no sólo es cosa de los superhéroes, sino de las heroínas y de las abuelitas.”

La cita es este sábado 23, en San Andrés Totoltepec, y el domingo 24, a las 12 horas, en el teatro Angela Peralta, del Parque Lincoln, en Polanco (calle Aristóteles s/n, entre Emilio Castelar y Luis G. Urbina).

Mayores informes en www.festivalinternacionaldecabaret.com.

Acoso y estereotipos

También dentro del Festival Internacional de Cabaret se presenta Los vampiros vegetarianos, otra puesta que presenta este género a los niños, en una actividad anual que lo ha dignificado, expresó Andrés Carreño, autor y director de la obra, quien la actúa con Víctor de León, y que se presentará este sábado en el parque Cañitas.

La sinopsis es la siguiente: Ernesto, de tercero F de feos, ha vivido durante tres años escondido en el teatro de la escuela. Un día lo molestaron tanto a la hora del recreo que decidió esconderse y nunca más salir. Ernestín, de primero H de horrendos, no soporta más el acoso que vive de sus compañeras y compañeros, y huye hasta encontrar un escondite en el teatro de la escuela. Ernesto y Ernestín se conocen, comparten sus miedos y su gusto por cantar y bailar. ¿Saldrán algún día de su encierro o vivirán toda la eternidad escondidos?

Carreño agregó que hacer teatro cabaret para niños es difícil porque hay quienes piensan que es algo que no les va a gustar. Creen que sólo van a ver desnudos o que no hay rigor teatral, lo cual no es cierto. No obstante, conozco gente que lo aprueba. Expresan que es bueno ver otras opciones, como me pasó en Alas y Raíces del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que abrió las puertas al cabaret.

En esencia, añadió, es la misma historia, aunque se le han agregado algunos gags. “Los dos Ernestos descubren lo bueno que es tener amigos y de quien no esconderse. Se arriesgan a pasar el acoso. Obviamente salen. El público tiene que ver cómo lo hacen. En este caso, el pequeño ayuda al más grande, y no al revés, como ocurre normalmente.

“Lo importante del cabaret es que la gente se haga preguntas. Considero que esta obra es adecuada para nios de cuatro años en adelante. El trabajo que hago marca temáticas distintas y sexualidades más libres. Hay niñas que les gusta jugar con muñecos del Capitán América, pero hay otras niñas que las critican porque en su casa les dicen que las muñecas son para las mujeres y los carritos para los niños.

“En esta obra de los vampiros se ve la amistad entre dos niños, dos hombres. Hay una escena donde bailan juntos y otra donde duermen juntos. Hay cariño y afecto físico entre los hombres.

Como todo el cabaret en esta obra para niños hay un montón de humor, y las mamás y los papás la pasan Increíble. Los adultos necesitan divertirse. Hay que ir en compañía, para que los papás sepan qué les gusta a sus hijos.

Los vampiros vegetarianos se presenta este sábado 23 de agosto, en el parque Cañitas (Calzada México-Tacuba, esquina con Noche Triste, colonia Popotla.

La función será gratuita, a las 13 horas, por lo que Carreño instó a llegar temprano para ocupar un buen lugar.