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En el Cinvestav completaron la secuenciación del ARN de 3 especies de algas y 31 plantas

Atlas de genes vegetales del IPN ayudará a mejorar los cultivos y su valor comercial
 
Periódico La Jornada
Martes 8 de julio de 2014, p. a13

Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) presentaron el Atlas de genes vegetales.

Según el Cinvestav, la información de este estudio publicado en la revista Nature Communications podría ayudar a mejorar cultivos de valor comercial e incrementar tiempo de maduración de varios vegetales.

El grupo de expertos del Cinvestav completó la secuenciación y análisis de ARN cortos (ácido ribonucleico) de tres especies de algas y 31 de plantas. El trabajo es relevante porque ayuda a entender la manera en que se conservan y modifican los genes vegetales.

La investigación realizada en el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio-Cinvestav) también  aporta conocimientos útiles sobre los mecanismos que regulan la maquinaria celular de esas plantas, que podrán usarse para mejorarlas genéticamente, pues muchas de las especies estudiadas tienen un alto valor en el mercado.

También hay árboles

Entre las especies representativas de plantas vasculares incluidas en el análisis están el maíz, el trigo, el sorgo, la papa, el tomate, la papaya, el aguacate, el chile, el plátano, la uva, el ginkgo biloba y el algodón.

Otras de las plantas cuyos fragmentos cortos de ARN dieron a conocer los científicos del Langebio-Cinvestav Irapuato son representativas de hierbas y árboles que constituyen fuentes valiosas de productos como madera o biocombustibles, las cuales también podrán ser mejoradas genéticamente.

El Cinvestav señaló que el  análisis es además pionero en su campo, pues en él se secuenciaron y compararon millones de segmentos cortos de ARN de más de tres decenas de especies, mientras otros anteriores se habían practicado con un número mucho menor.

Es el único estudio que se ha hecho de esta manera, pues permite comparar los datos de muchas especies vegetales, explicó Stefan de Folter, profesor-investigador del Laboratorio de Genómica Funcional del Desarrollo de Plantas en el Langebio-Cinvestav y uno de los autores principales del artículo difundido en la revista.

Paralelamente al trabajo se desarrollaron bases de datos, herramientas de análisis de cómputo para la bioinformática y un sitio de Internet que puede consultar.