Opinión
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La Jornada en Brasil 2014
Cosas del futbol

Van en serio

E

ste Tri va en serio. El triunfo sobre Camerún y el empate con Brasil significó una megadosis de confianza para los jugadores y además sirvió para que éstos cerraran filas con su entrenador Miguel Herrera, una de las revelaciones de Brasil 2014.

Fue un segundo tiempo de ensueño. El Tri fue demoliendo la autoestima croata en los primeros 45 minutos. Controló el pulso del juego, confinó a Rakitic y a Modric, los creadores rivales, y entre los tres centrales ahogaron al gigante Mandzukic.

Croacia se entregó lentamente al vendaval mexicano, que se desató en la Arena Pernambuco (Recife) apenas iniciado el segundo tiempo. Orquesta afinada, salvo tal vez Layún y Dos Santos, erráticos y despistados, equipo muy completo desde la portería.

Héctor Herrera, José Juan Vázquez y Andrés Guardado brindaron un partido inolvidable. Dieron la impresión de haber jugado juntos toda la vida. Pero tampoco los demás desafinaron, más allá de los antes mencionados.

La entrada de Javier Hernández faltando 30 minutos para el pitazo final desquició a los balcánicos que ya venían deshaciéndose como sorbete. Chicharito los volvió locos con sus movimientos, que descolocaron a la zaga croata. Fue otra vez un revulsivo de lujo.

El desempeño de Miguel Herrera es asombroso. No éramos pocos los que no dábamos un centavo por él, argumentando que una cosa era hacer campeón al América en la triste liga mexicana y otra, muy diferente, dirigir en un Mundial.

El Piojo está dedicado, además de dirigir muy bien a un excelente equipo, a tapar bocas a golpe de planteamientos tácticos y de manejo de sus jugadores. Su crédito se lo está labrando a pulso.

El domingo espera Holanda en la tórrida Fortaleza. Los tulipanes pueden deshacerse en la mezcla de calor y humedad que sacudirá esa ciudad al mediodía de México. Pero si hoy pudieron, ¿por qué no se puede derribar el dique holandés?

Del Cielito Lindo a putos

Fue emocionante, y los jugadores así lo reconocieron, escuchar esa suerte de himno de la mexicanidad entonado por la barra presente en el estadio. Se enchinaba la piel.

Contrastó ese momento con, otra vez, los gritos de puto que esta ocasión se extendieron cuando algún croata sacaba un tiro de esquina. El sol y la sombra de la mano, el “por mis h…” por delante.

La Federación Mexicana de Futbol debería tomar cartas en el asunto en lugar de hacerle al avestruz. Asunto de ellos y de una atroz falta de sensibilidad.

Twitter: @josetxoZ