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La autoridad, sin interés en regularlo; prioridad, sancionar a los automovilistas

Caos e impunidad del transporte de carga en el Distrito Federal

Admiten policías la imposibilidad de infracción por el tipo de mercancía que llevan

Obstruyen entrada a viviendas, obstaculizan rampas para discapacitados y aun calles completas

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Ninguna autoridad tiene idea de cuántos, de qué tamaño o a quién pertenecen las unidades de carga en el DFFoto Carlos Ramos Mamahua
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Los camiones de carga no respetan el derecho establecido para el paso de peatones en la vía de circulación o impiden el libre tránsito de vehículosFoto Carlos Ramos Mamahua
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Los operadores se escudan en el tipo de carga para obstaculizar entradas de viviendasFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de marzo de 2014, p. 28

Ninguna autoridad involucrada en el sector del transporte tiene idea exacta de cuántos, de qué tamaño, o a quién pertenecen los camiones repartidores de mercancías que obstruyen calles, cancelan, por horas, el acceso a las rampas para discapacitados o, simplemente, se estacionan en doble fila convirtiendo los lugares donde operan en espacios de caos, y por ello sitios de impunidad.

La Secretaría de Transporte y Vialidad del Distrito Federal (Setravi) estimó que en el Distrito Federal circulan 134 mil 500 unidades de carga, pero desconoce cuántos son camiones repartidores de mercancía y de servicios, y qué dimensiones tienen.

Durante 2013, se aplicaron 864 mil 597 infracciones, y de éstas, el mayor número fue por estacionarse en lugar prohibido con 345 mil 339 multas.

Según cifras de la policía capitalina, en multas a vehículos de carga en el año pasado se aplicaron 6 mil 794 sanciones, de las cuales sólo 853 fueron por realizar maniobras de carga y descarga que afectaban el tráfico vehicular.

Por otra parte, estos vehículos no son prioridad para la autoridad, sino los más de 500 automovilistas que en promedio son sancionados a diario por diversas infracciones.

Operadores de grúas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) mencionaron que pese a que debe infraccionarse con la misma dureza a operadores de camiones repartidores y a los automovilistas, es complicadísimo que se les lleve al corralón cuando están cargados; a los de gas, nunca, porque traen material peligroso, y a los de artículos de consumo o perecederos no se les puede remitir por el tipo de carga, ya que si algo le pasa a esa mercancía las pérdidas económicas las tendría que cubrir la SSP-DF.

Asimismo, agregaron que no hay suficientes elementos para realizar esta labor, pues deben concentrarse en vigilar cruceros conflictivos, por lo que no pueden llegar a vías secundarias.

La Jornada visitó cuatro depósitos vehiculares en la ciudad para verificar cuántas unidades pesadas se encontraban en dichos lugares y qué infracciones, de acuerdo con el reglamento, se les habían impuesto.

En los corralones ubicados en la calle Grutas, colonia 8 de Agosto, en Álvaro Obregón; el Obrera, en avenida del Taller, colonia Tránsito, en Cuauhtémoc; el de Cuemanco, en el bulevard Adolfo Ruiz Cortines, colonia San Lorenzo La Cebada, en Xochimilco, y Central de Abastos, en la calle Hualquilas, colonia Ejidos del Moral, en Iztapalapa, tan sólo en este último se observó que había tres camiones de reparto detenidos.

Ello se debe, comentaron elementos de tránsito del lugar, a que éste es uno de los dos únicos corralones con capacidad para dichos vehículos.

Además de lo anterior, en toda la ciudad sólo hay dos grúas con capacidad para remolcar este tipo de unidades, según informaron agentes de tránsito.

Durante un recorrido por diversas zonas de la ciudad de México, como las colonias Del Carmen, Portales, Valle Gómez, Roma, Centro, Martín Carrera, Simón Bolívar, Romero Rubio, Río Blanco y Juárez –ubicadas en las delegaciones Coyoacán, Benito Juárez, Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero– se pudo observar que camiones repartidores de empresas refresqueras, cerveceras, de alimentos, agua embotellada, leche, gaseras, recolectores de basura, entre otros, se estacionan en doble o triple fila, lo más cerca del establecimiento mercantil al que surten.

De igual manera, obstaculizan la entrada a viviendas particulares, obstruyen banquetas y rampas para discapacitados o incluso calles completas al momento de realizar las entregas a distintos comercios y zonas habitacionales, aun cuando en todos los lugares había anuncios de No estacionarse, sin que ninguna autoridad lo impida.

En la colonia Del Valle, por ejemplo, un camión que transportaba alimentos y otro hielo con placas 71-88-CJ y KZ-75362, respectivamente, tardaron poco más de 35 minutos en descargar en la calle de San Francisco, lo que apenas permitía el paso de vehículos al tratarse de una calle angosta.

Mientras, en la esquina de Emperadores y Saratoga, en Portales, un camión de botanas, con placas del estado de México KZ-46-164, permaneció más de 25 minutos obstruyendo la rampa para personas con discapacidad.

Molestia de vecinos

Vecinos de diferentes colonias afirmaron sentirse molestos por la falta de respeto de los conductores de las unidades pesadas que obstruyen vialidades en su totalidad, y si les pides que se muevan, se molestan, por lo que incluso deben bajar y caminar por el arroyo, aunque eso los ponga en riesgo porque no hay otra forma de pasar.

Todos los días es un batallar con esta gente. Desde antes de las 8 horas empiezan a llegar los primeros y bloquear nuestras entradas, pero dos horas después resulta un triunfo salir, porque las calles están llenas de camiones y gente con diablitos, donde colocan la mercancía a entregar, sin que ninguna patrulla pueda poner un alto, dijeron.

En la colonia Ex Hacienda San Juan de Dios, la señora Ivonne Hernández señaló que los camiones repartidores de refrescos, botanas y pan siempre se estacionan casi frente de la puerta de su casa, lo cual en ocasiones no le permite salir ni en vehículo y a veces ni a pie, porque tapan ambas entradas cuando vienen a dejar mercancía a la tienda que se ubica cruzando la avenida.

Asimismo, automovilistas mencionaron que en el Eje 6 Holbein, en la delegación Benito Juárez, a diario enfrentan un caos al intentar pasar o entrar a alguno de los edificios que se encuentran en la avenida, pues entre las tiendas Oxxo, Extra, y el puesto de dulces que están pegados, siempre hay un camión del agua, coca, cerveza, etcétera, sin mencionar los peseros que se estacionan donde se les pega la gana.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la ciudad de México (Canacope), Gerardo López, indicó que las tiendas de conveniencia, por ejemplo, son surtidas en la madrugada, pues funcionan las 24 horas, mientras los más de 220 mil pequeños negocios de pintura, mercerías, panaderías, papelerías, tlapalerías, abarrotes, restaurantes o cafés necesitan surtirse durante los horarios de servicio, que van desde las 8 a las 20 horas, con el consecuente caos vial.

La administración capitalina, afirmó, ha intentado resolver el problema de congestionamiento de vialidades con arañas o grúas, cuando “la gente necesita transportar su mercancía y mientras no haya estacionamientos públicos de bajo costo, los proveedores las ocuparán y tratarán de torear a la grúa, aceptando multas por el arrastre y corralón de mil 200 pesos, perdiendo las ventas de dos o tres días”.

Los mismos encargados o dueños de los negocios, reconoció, propician esta situación, pues lo que necesitan es que les surtan y no les importan que camiones repartidores pequeños, medianos o grandes obstruyan las entradas de los domicilios, las rampas para discapacitados o incluso las calles completas, por media hora, una hora o más, sobre todo, cuando no hay sanciones, agregó.

En entrevista, elementos de la SSP-DF explicaron que el artículo 25 del Reglamento de Tránsito indica, en su apartado VII, que se sancionará con 80 a 130 días de salario mínimo de multa y el vehículo será remitido al corralón, cuando se realicen maniobras de carga y descarga que afecten o interrumpan el tránsito vehicular.

Señalaron el artículo 12 donde se refiere a los vehículos estacionados en segunda y tercera filas, así como en batería, las cuales, explicaron, son las infracciones más comunes de los transportes pesados y repartidores que también implica una multa de 10 a 15 días de salario mínimo y el arrastre del vehículo al corralón.

La Ley de Transporte y Vialidad del DF establece en su artículo 95 que las autoridades deberán garantizar la estancia y el tránsito seguro de los usuarios y peatones en las vialidades y evitarán que éstas, su infraestructura, servicios y demás elementos inherentes o incorporados sean obstaculizadas o invadidas.

El artículo 156, en sus fracciones V, X, y XVI puntualiza que se sancionará a los conductores de transporte que nieguen, impidan u obstaculicen el uso del servicio a las personas con discapacidad, y cuando no respeten el derecho establecido para el paso de peatones “en la vía de circulación o invadan los accesos peatonales establecidos; además, indica que cuando los prestadores del servicio de transporte realicen maniobras de carga o descarga en lugares inseguros y no destinados para tal fin, se les impondrá una multa de 80 a 130 días de salario mínimo.

Sin embargo, al ser cuestionados al respecto, operadores de los vehículos admitieron saber que lo que hacen está prohibido, y que las autoridades hacen poco o nada por evitarlo, pues “nomás hacen la finta de que nos van a infraccionar y nos piden para el chesco”.

Así, refirieron, “con todos hay que mocharse; con el policía, con el viene-viene y hasta con los vecinos, dándoles un producto de cortesía, para que no la hagan de tos.

No podemos perder el día con toda la carga que traemos, casi nunca nos llevan (al corralón), siempre hay manera de arreglarnos, afirmaron.