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En los libros para grandes es más difícil encontrar un lugarcito, expresó en entrevista

La literatura infantil es mucho más gozosa: Toño Malpica

Toca el piano desde niño; el instrumento lo llevó a la escritura, primero para adultos: Gané premios, pero no me sentí bien

Acaba de lanzar El llamado de la estirpe, el tercero de la saga

 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de febrero de 2014, p. 2

Antonio Malpica toca el piano. Antes, mucho antes de entrar como bólido en la literatura infantil y juvenil, aprendió a tocar ese instrumento. Tenía 11 o 12 años. Llegué a la música antes que a la literatura. Tengo la impresión de que la literatura me podría escupir en algún momento de mi vida, renegar de mí, pero la música no. Sí me veo como un viejito que no escribe, pero que sí toca el piano.

Antonio, que también responde al nombre de Toño, presentó hace unos meses El llamado de la estirpe, el tercero de cinco libros que conformarán la saga El libro de los héroes, publicada por el sello Océano, en su terrorífica colección El lado oscuro. El primer libro fue Siete esqueletos decapitados. El segundo Nocturno Belfegor y ahora El llamado de la estirpe. El cuarto libro está en proceso, pero ni de ése ni del quinto tiene aún los títulos (quizá sí, pero prefirió guardar el secreto).

Todo comenzó con la música. Toco el piano desde los 12 años. La historia exacta es que en casa de unas tías mías muy queridas, estaba un piano muy viejo, del siglo XIX, que ellas heredaron de su mamá y su mamá recibió como regalo de mi abuelo en los años 30 del siglo pasado y ya era usado. Ellas lo tenían ahí. Era un mueble tal cual. Por alguna razón me comenzó a llamar la atención. A los 11 o 12 años tomé clases con una de mis tías, me gustó mucho y me seguí. Nunca estudié formalmente, pero me gustó tanto que a la fecha lo sigo haciendo.

Tocar el piano no es un método de distracción de su otro oficio, el de escritor. Es más un complemento en mi vida. Toco porque lo necesito, me nace, incluso cuando viajo por más de una semana me empiezo a sentir mal porque no toco, si hay piano en el hotel pido permiso para dar una repasadita.

El género que le gusta es el jazz y también ha compuesto algunas piezas.

Y de regreso al principio. La música lo llevó a la literatura. Primero hizo comedia musical con su hermano Javier Malpica, “que ahora es más dramaturgo que otra cosa. Los dos comenzamos en el teatro: yo componía la música de las obras que hacíamos juntos. Ahorita estoy en un proyecto de un grupo de rock infantil (nosotros decimos que es un grupo de terrock) que se llama La cosa monstra. La música de todas las rolas es mía, la letra no, porque curiosamente soy malísimo. Soy un hombre de letras, pero la poesía no se me da”.

De la comedia musical, ambos pasaron a escribir una obra de teatro sin música que se llamó Séptimo round, obra que alcanzó las 100 representaciones. Y de ahí a la literatura tanto para adultos como para niños y adolescentes.

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Malpica también tiene un grupo de terrock para niños que se llama La cosa monstra Foto Luis Humberto González

Para adultos tiene cinco novelas pero, reconoce, “no me sentí bien en la literatura para grandes. Me di cuenta de que la literatura infantil es mucho más gozosa, más lúdica, el ambiente está menos viciado, no hay tantas mafias. En la literatura para grandes me di cuenta de que es más difícil encontrar un lugarcito. Gané varios premios. Entré a la literatura para grandes, porque tenía ganas de escribir para grandes con mi estilo, y gané premios. Uno se llama La nena y el mar y los otros Los elementos del jazz, Apostar el resto y La lágrima del buda. La primera fue El impostor.

Quisiera publicar para adultos, pero no me hallo; mando mis novelas a los editores y ni me contestan; en cambio, en la literatura infantil me siento más en casa.

Curiosamente, su primera novela para adultos, El impostor, se publicó a la par de Las mejores alas, su primera novela dentro de la literatura infantil y juvenil (cuando los autores hablan de éste género, lo pronuncian como una sola palabra: lalij).

“Pero empecé en lalij así tal cual, tocando de oído. Me salieron las cosas, por eso me quedé”. Ahora tiene más de 20 libros publicados. Entre ellos, la saga que dio pretexto a esta charla, en el que los protagonistas son Sergio, Brianda y Jop, del lado de los buenos, y Farkas del lado de los malos... o quizá no.

Si hubiera que definir de alguna manera a El llamado de la estirpe sería como “una historia. Yo hubiera querido que fuera más un género puro, y si hablamos de eso, sí habría querido que fuera más terror, pero creo que es ya muy claro para los lectores de Sergio que es una historia con muchos componentes. Sí hay elementos terroríficos, pero quienes querían que fuera puro terror, creo que ya se dieron cuenta de que hay mucha aventura, elementos históricos, hay romance, en fin... creo que es una historia compleja que no me propuse tampoco.

“Escribir ha sido un oficio que se ha dado con la práctica. No estudié nunca para ser escritor. Lo que sé de redacción y ortografía es porque he leído. Nada más por ese oficio es que dices ya estoy, estoy trabajando, me piden cosas, pero todos los días mi reto personal es no caer, por lo menos decir: ‘esto sigue siendo lo suficientemente bueno para que me publiquen. Si puedo seguir así hasta que sea un viejito que toque el piano en un bar olvidado estaré contento”.