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El presidente Yanukovich, dispuesto a comenzar negociaciones hoy con la oposición

Protesta multitudinaria en Kiev termina en enfrentamientos

Denuncian aprobación del presupuesto y de leyes que convierten a Ucrania en Estado policial

Activistas lanzan piedras a los policías que responden con chorros de agua; decenas de heridos

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El líder opositor y ex campeón mundial de boxeo Vitali Klichko (al centro) fue atacado ayer durante la manifestación en Kiev, cuando intentó persuadir a activistas radicales de tomar por asalto el ParlamentoFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de enero de 2014, p. 23

Moscú, 19 de enero.

Una nueva protesta multitudinaria en Kiev terminó este domingo en violentos enfrentamientos entre parte de los manifestantes y las unidades antidisturbios de la policía de Ucrania.

Al concluir el mitin, los más radicales increparon a Vitali Klichko, líder de un movimiento opositor y ex campeón mundial de boxeo, y lo atacaron con un extintor, cuando intentó persuadirlos de no intentar tomar por asalto la sede de la Rada o Parlamento, quedando bañado de cabeza a pies con la espuma.

Cerca de 30 mil descontentos –en su mayoría jóvenes que reclaman cambios más rápidos– se encaminaron hacia la Rada y, armados de palos muchos de ellos, trataron de romper los cordones policiales que la defendían, arremetiendo contra los autobuses de las unidades antidisturbios, estacionados en las calles cercanas a la Plaza de la Independencia, epicentro de la protesta.

Los activistas lanzaron piedras y cocteles molotov, al tiempo que la policía los recibió con gases lacrimógenos y granadas de humo y de aturdimiento. Para dispersar a la enardecida multitud, las autoridades dieron la orden de usar potentes cañones de agua, que al emplearse a una temperatura de menos 7 grados centígrados causan un efecto demoledor.

El saldo de las seis horas de enfrentamientos en el centro de Kiev: al menos decenas de heridos, entre éstos una treintena de policías. Se desconoce el número de detenidos.

Casi a la medianoche, tras reunirse Klichko con Yanukovich en la residencia presidencial, se informó que el mandatario está dispuesto a iniciar este lunes negociaciones con la oposición, o una parte de ella, dadas las divisiones que existen y la incapacidad de formar un frente común, más allá de coincidir en algunas demandas, como la convocatoria de elecciones anticipadas tanto presidenciales como legislativas.

La octava veche (asamblea) popular en la Plaza de la Independencia, donde desde hace dos meses se concentran los domingos los opositores a Yanukovich, sumándose a los cientos de manifestantes que se turnan a diario para mantener la presión día y noche, reunió hoy a más de 100 mil personas, según datos del Ministerio del Interior ucraniano.

Los convocantes reportan cifras de una afluencia mayor de entre 200 mil participantes, la estimación más conservadora, y medio millón de asistentes, la más optimista, pero es innegable que la Plaza y calles aledañas estaban repletas.

La magnitud de la protesta había decaído un tanto por la llegada de los fríos invernales, el receso de Año Nuevo y el respiro financiero que dio el Kremlin a Yanukovich al proporcionarle una rebaja sustancial del precio del gas natural y un adelanto, del orden de 3 mil millones de dólares, acorde con la promesa de adquirir 15 mil millones de dólares en bonos de deuda ucranianos, que evitaron el colapso de la economía de Ucrania.

Pero el malestar volvió con renovada fuerza el jueves anterior cuando, en ese contexto de aparente calma, los oficialistas de la Duma aprobaron, en una votación sumarísima –sin debates y a mano alzada– el presupuesto para 2014 y un paquete de leyes y enmiendas que, según los opositores, convierten a Ucrania en un Estado policial.

Yanukovich promulgó el viernes las nuevas leyes, que sus críticos equiparan con un intento de destruir el orden constitucional y definen como un serio retroceso en la práctica de la democracia al restringir las libertades de expresión y de reunión.

Queda prohibido convocar mítines y manifestaciones en el centro de Kiev hasta el 8 de marzo, tampoco se podrán usar los cascos y mantas acolchadas con que los manifestantes se protegen de los golpes de la policía.

Quien instale sin permiso templetes y use amplificadores de sonido, así como despliegue carpas o tiendas de campaña puede ser castigado con 15 días de cárcel, mientras aquellos que circulen en convoyes de más de cinco vehículos tendrán que pagar una multa y corren el riesgo de perder su licencia de manejar y hasta el coche podría ser confiscado.

Se establece una pena hasta de 5 años de prisión para las personas que impidan el acceso a los edificios gubernamentales y la condena por participar en disturbios masivos puede llegar a 15 años de cárcel.

Asimismo, las leyes buscan acallar el periodismo crítico al reponer la difamación como delito –norma que se había suprimido hace 13 años–, con lo cual las autoridades quieren evitar la difusión en la prensa y en Internet de denuncias sobre corrupción, ya que no hay precisión sobre qué considerar calumnia.

Las organizaciones no gubernamentales que reciban transferencias de dinero desde el exterior tendrán que registrarse, igual que en Rusia, como agentes extranjeros, el sambenito que se colgaba en tiempos de Iosif Stalin a los enemigos reales o imaginarios.

Los oficialistas simplificaron el procedimiento para quitar el fuero parlamentario, teniendo en mente a los diputados opositores que pueden ser expulsados de la Rada con mayor facilidad.